Sin aire...

¿Despertara?... La pregunta por sí misma era algo que no esperaba y se dejó ver en sus facciones que mostraron un sincera sorpresa ante la duda, mientras su mano se retiraba de la mejilla ajena. Preguntarse si despertaría, si iba a volver, o si los demás lo harían.

Cromwell en teoría sería el mayor de los ángeles vivos y conscientes, en la momentánea ausencia de sus hermanos, pero el miedo descrito por Jonathan era para él quizás más real en ese momento que preguntas que se había prometido no plantearse, para no dudar, surgieron. El corazón le latía más rápido y de forma dolorosa, porque siquiera pensar en que había un posibilidad de que las leyendas de su regreso no se cumplieran, que Sebel realmente no despertara y no hubiera paz ni salvación para Eterna en un futuro, que su vida no alcanzara para verlo...

Separó los labios, pero sólo logró exhalar aire esperando aminorar la presión en su pecho... No, ellos no iban a ser abandonados una segunda vez... por eso él iba a hacerlo todo, iba a darlo todo para restablecer el orden de antes y les devolvería a sus hermanos la mirada de Sebel y su sabiduría, la que fue su luz por tanto tiempo, el recuerdo que era su motivo de existencia aún.

Pero todos esos pensamientos, esa decisión, la convicción y amor dentro de ella... le era imposible articularla en palabras, por lo que, ofreciendo una pequeña sonrisa que penas y lograba armar en la marea de sensaciones, acercó su mano a una de las de Jonathan para voltear su palma hacía arriba y poner sobre ella sus dígitos.

Por un momento, y si él se lo permitía... quería trasmitirle esos pensamientos.

La caricia en su palma, la presion de los dedos en las finas lineas que la marcaban le hizo levantar la mirada y una pequeña sonrisa se dibujo en los labios rosados del angel menor. Se estiro por encima de la mesa y rozo en un pequeño beso la frente de su hermano, abriendo su mente receptiva a las ideas y emociones que cargaban el aire alrededor de ellos, a lo que queria transmitirle

"Lo siento...no era mi intencion plantear esa pregunta como una semilla de duda..." se disculpo, dejando la corriente que deseara enviarle a poder entrar en su cerebro

"Este mundo en que vivimos es un mundo de leyendas. Si es el destino que regresen lo haran y en los mundos de leyendas siempre se cumplen esa clase de destinos..."

Cerró los ojos ante el beso esperando para escuchar sus palabras, sonriendo para él un poco más tranquilo. Tal vez en muchas cosas era él mismo como alguien menor, por esa fe incondicional en ciertas cosas, porque una parte de él conservaba una inocencia que no se permitía mancharse del exterior, que mantenía intactas sus convicciones, que guardaba su amor para sólo sus hermanos, porque las relaciones entre razas traía sólo dolor, lagrimas y la pérdida de seres queridos para ambos lados.

Rechazó el pensamiento de que las palabras del menor no eran más que el consuelo que se le entregaba a los ángeles más jóvenes, no debía estar en los ángeles dudar de sus hermanos, ni causarles pesares.

"Aun si no pueden cumplirse todas las leyendas... yo quisiera, al menos, poder darles la oportunidad de conocer a Sebel, por la fuerza que hay en él, en su mirada, en sus palabras. Los años que viví junto a los originales son para mí de los más preciados, y no quisiera que se perdieran de eso que yo tuve por conocerlo"

"¿Como era?...si me cuenta alguna experiencia, algun pequeño detalle o recuerdo quiza pueda comprender mejor el pasado..."

Se sentia triste, culpable. ¿Por que no podia simplemente creer? aun viviendo entre los niños, no conservaba la eterna ilusion de ellos, la fe inquebrantable en las historias. Si era parte de ser mayor o si se trataba de un rasgo propio de su personalidad no lo sabia, pero para fijar las imagenes en su mente le ayudaba ser orientado, que alguien completara los fragmentos que faltaban

"Quiza pueda comprender algo de ellos a traves de sus palabras"

Una sonrisa se dibujó en sus labios al instante y su corazón se aceleró emocionado con los recuerdos, con la posibilidad de hablar de ellos, de sus hermosos hermanos.

"Remil era muy hermoso, delicado, dulce, cálido y muy noble, por mucho un tiempo fue el sumo sacerdote del templo y quien cuidaba a Yggdrassil, tenía un gran corazón, Sebel lo quería mucho, recuerdo que a veces pasaban horas hablando a solas y Remil siempre escuchaba a Sebel, era... muy especial para algunas cosas, también tenía su carácter y sabía como pedirle cosas a Sebel para que él no se negara..."

Sus ojos se fueron un momento al té, a la taza que ahora sus manos acariciaban con una mezcla de emoción y ansiedad, pero la sonrisa no abandonaba sus labios pese a la ligera opresión en su pecho.

"Sebel... él es..." Suspiró para respirar hondo y subir la mirada de nuevo, "Cada vez que entraba a una habitación se volvía el foco de atención, es realmente imponente, su presencia, su porte, la fuerza en su mirada. A veces era algo serio, pero no siempre, también es alguien amable, alguien que inspira, con mucha luz. Él es... alguien que cuando te mira a los ojos te quita el aliento, pero no como si tratara de intimidarse, sino porque es lo que hace estar en su presencia, te maravilla"

Se rió bajito, recordando.

"La primera vez que lo vi en persona, me quedé sin palabras, me puse realmente nervioso. Ya cuando conocí a Remil fue distinto, mucho más calmado... Quizás, si tuviera que describirlos, Remil sería como una brisa cálida y Sebel es" Sebel es como el sol "Sebel es el mar"

"¿Y alguna vez presencio un mar tormentoso?..."

Habia escuchado en silencio reverente la evocacion de recuerdos de Cromwell, poniendo gestos, expresiones y acciones a rostros que no habia conocido y de los que solo tenia constancia por las historias y las reliquias

Todo lo que habia escuchado era hermoso y agradable. ¿Pero era siempre asi? ¿nunca habia existido una sombra en la relacion de los hermanos o en su relacion con los demas angeles, aparte de la conocida aparicion de Devas?

"El mar es demasiado..." busco como podia decirlo y finalmente suspiro "impredecible..."

En lugar de tomárselo a mal, mantuvo su sonrisa, aunque ahora más serena, para asentir.

"Él podía ser el más majestuoso y calmo mar, a la orilla del que cualquiera podía sentirse pleno, contento... pero también era fuerte y en batalla su voz era como el romper de las olas contra la tierra, pero esa parte violenta sólo la mostraba al intentar proteger lo que más quería"

Tomó otro de los pequeños bocadillos en la mesa y lo sumergió en el té apenas de la punta, viendo como la harina parecía absorber el líquido y esté se aferraba a ella.

"Pero, el viento también podía ser imprevisible, cuando alguien lo manipula" su sonrisa poco a poco se fue apagando ante los recuerdos, cuando las cosas dejaron de ir del todo bien. "Remil empezó a cambiar, a empezar a llevarle la contraria a Sebel y actuaba como si odiara a todos los ángeles, porque Lhovel y los demonios originales habían metido ideas en él."

Observó como un pedacito de galleta se desprendía finalmente, tan lleno de té, se había roto y hundido hasta el fondo de la taza...

"Luego se lo llevaron a Hell, para cuando pudimos regresarlo a Heaven, ya no era él mismo" Apretó la galleta en sus manos hasta romperla, dejando que sus partes cayeran calladamente al té, uniéndose con las migajas de antes. "Sebel siempre había tratado de darle todo cuanto pedía, Remil sólo tenía que batir sus largas pestañas y usar el tono adecuado para que Sebel dijera que sí... él lo quería tanto..."

"¿Pero Lhovel pertenece a los terranos, verdad?...es un original, un principe...¿por que apoyaria las ideas de los demonios?..."

habia observado en silencio el destino de la pobre galleta que quedo hecha miguitas sobre la mesa y asomando hecha pedazos por el borde de la taza. Estiro los dedos y los apoyo encima de la mano del angel antes de que otro inocente refrigerio sufriera el mismo fin

"¿Tan poderosas eran sus palabras para convencer a Remil contra su hermano?..."

Sentia que cualquier razon que opusiera se enfrentaria a la negacion del amgel mayor, por lo que en ese momento se limito a preguntar sin exponer sus propios puntos

"Lhovel sólo piensa en lo que es más cómodo para él, como lo hacen la mayoría de los terranos, sacrificando la tierra para encontrarse soluciones rápidas, para no perder su comodidad, envenenando el aire, la tierra y el agua, el estilo de vida de Heaven le parecería muy poco conveniente, para él era más fácil apoyar las ideas más carnales de los demonios. Los terranos cortaron ya su relación con el creador, cuando ni un templo se han podido dignar a edificarle, viven por ellos mismos, por algo en vandalismo en Terra es tan alto. Nadie ve por sus hermanos, son egoístas, los mismos Lhovel y Cristal tenían problemas en ese momento, hablando desde su enojo, que otro de los originales se volviera contra su propia raza, no serían los únicos"

Cuando sintió la mano sobre la suya, su vista se fue de inmediato allí, parando cualquiera de sus músculos para evitar reaccionar físicamente al contacto, recordando discusiones similares años atrás, actitudes tan... equiparables que...

"La nobleza y fe de Remil lo hacían influenciable" su mirada de alzó, un tanto más sería. "Le ofrecieron palabras endulzadas, promesas de paz, de amor, de un paraíso y una utopía... Y el prefirió creer sin dudar palabras de demonios para empezar a cuestionar cada una de las palabras de sus hermanos, como si nuestro deseo fuera lastimarlo cuando lo único que deseábamos era evitarle a él y a Heaven el daño que vino después, cuando ellos de creyeron con derecho a raptarlo"

"Pero no todos los terranos son asi, ni tampoco lo serian en las primeras eras de nuestro mundo. Habria erranos que se dejarian guiar mas por sus buenos deseos e intenciones que por los malos, que sufririan viendo el daño que se causaban unos a otros, a las demas criaturas y a la propia Terra. Que guardaban el culto en sus corazones, no en el templo...no es justo, hermano mayor, para los que son buenos convertirlos en sacrificio porque el resto de sus hermanos no escuchen a su conciencia..."

Estiro su otra mano, pasando las puntas de sus yemas por uno de los mechones albos del angel

"Estoy seguro que hubo un tiempo en que Lhovel y Cristal tambien se amaron, pero no escucharon las voces de su corazon...sin embargo, al hablar de -ese momento- quiere decir que antes hubo dias felices para ellos...las vidas de sus hermanios terranos pasan tan deprisa, que a veces se preocupan mas de vivir los dias que de darles un significado"

Sus dedos pasaron de los cabellos a un roce fantasma sobre las pestañas antes de apartarse

"¿No ofrecemos tambien los angeles palabras de paz y de amor?...¿entre todos ellos no pueden albergarse palabras de bondad que sean verdaderas?"

Cerró los ojos al sentir los pequeños roces ajenos, guardando tras los párpados su mirada, esperando poder ofrecer una más amable, esperado poder echar esa aprensión que ahora sentía a un lado, pero esa sensación desagradable seguía revolviéndole el estómago...

"No tengo duda de que algunos de los terranos o demonios tengan buenas intenciones, o alberguen algo de bondad en ellos" respondió luego de un segundo de silencio. "Como he dicho antes, es su naturaleza de la que hay que cuidarse, porque si bien puedo haber terranos buscando guardar el culto, paulatinamente sucumbieron a su naturaleza y no pidieron más por un lugar para dedicarle a su creador. Porque si hubo demonios que ofrecieron promesas con intenciones de cumplirlas, al final, las rompieron también cuando obtuvieron lo que deseaban. Porque Cristal no está más al lado de Lhovel, y Devas no ha visto más por Hell o Heaven. Porque son pocos los terranos a los que les importa y aun más pocos, sino nulos, los que les interesa lo suficiente, porque hay demonios que reclaman las diferencias que hacen los ángeles cuando deambulan por nuestro palacio ahora mismo con permisos concedidos, cuando en nuestro ejercito se ha aceptado un soldado de su raza, cuando en Hell cualquiera con sangre se ángel en sus venas es casi seguro que encuentre problemas. ¿Es el león malo? No, pero no por ello la cebra le presentará a sus crías sabiendo que su naturaleza será matarlas."

"Pero el leon solo mata a las cebras necesarias para poder comer, no mas. Eso es el puro instinto. Las razas conscientes guardan bien y mal en su interior, somos mas que finalmente sucumbir a nuestros deseos y traicionar nuestras promesas. Yo..."

Se echo un poco hacia atras y miro hacia su blanco abrigo, metiendo sus dedos en los bolsillos, sintiendo formas diminutas. Cuando los saco y los abrio en el interior de su palma habia una florecita diminuta de cristal, sus petalos desiguales afirmaban la inexperiencia de unos pequeños dedos

"Veo en los ojos el anhelo por una segunda oportunidad...¿no es eso lo que queremos todos?...si sucumbes, si olvidas, ¿no es el perdon de quienes sufrieron mal uno de los mejores dones que puedas recibir?"

"¿Y cual será el sacrificio a dar entonces? ¿Debo entregar a alguno de mis hermanos para que se sacien de él, para que los otros puedan andar confiados hasta que deba entregar a otro más? Tenemos una conciencia, sí, pero también deseos distintos. Como hay animales que por ellos mismos nunca tocarían la carne porque no les apetece, pero si saber es poder, para uno de ellos saber que pueden matar puede despertar la duda y en base a la duda el deseo, del deseo la envidia y de la envidia el odio, y matar. No quiero despertar esos deseos en mis hermanos"

Respiró profundo antes de buscar con la mirada lo que el ángel deseaba mostrarle, como mantenía los oídos atentos a lo que deseaba decirle.

"Tienes demonios y terranos caminando por Heaven, están teniendo su segunda oportunidad justo ahora que las leyes son menos severas de lo que antes fueron, cuando ninguno que no fuera ángel puro podía poner pie en el palacio. Y si Heaven perdona ¿Hell lo hará? ¿Terra lo hará? Hay demonios y terranos viviendo en Heaven, tú mismo cuidas de nacidos, mestizos y puros por igual y nuestros sacerdotes permiten que crezcan los huevos de las tres razas y los entregan a las parejas que hayan ido a pedirlos. ¿Cuál es la segunda oportunidad que esperan y no creen que hemos dado ya? ¿Esperarán que sucumbamos a sus maneras, que nos hagamos a su modo? Realmente, ¿qué es lo que deseas, Jonathan? ¿cuál es la oportunidad que deseas conseguir?"

"¿Que los escuchemos sin juzgarlos, quiza?...eres mayor que yo y has visto mas cosas, debes estar cansado...yo soy joven, sin embargo, me siento a veces como si tuviera mil años...como me enfurecian por lo que he visto hacer, pero hasta ese sentimiento habia enmudeciendo...lo que quiesiera es..."

Suspiro y sus ojos se medio cerraron, su intenso y vivido brillo verde consumido a un deslustre apagado y falto de vida

"No lo se...pero si no existe un primer paso, es imposible que los siguientes lleguen a producirse algun dia..."

Guardó silencio un momento, decidiendo que realmente tenía que calmar sus ánimos, arreglar el mantel, la servilleta y la taza de té acomodarla como era debido...

"Entonces te alegrará saber que Mirtros Blezer, demonio puro, criado en Heaven, fue ascendido capitán recientemente."

"Esa es una buena noticia..."

Se mordio los labios largo rato, inseguro de preguntar, de romper aquel hilo de comunicacion y de convertir una disposicion conciliadora en una discusion o un reclamo. Pero finalmente penso que callarlo solo crearia un espacio invisible, una duda en su interior que acabaria molestando al otro angel cuando la percibiera como una falta de confianza porque no se habia atrevido a formular su pregunta

"¿Hubiera alcanzado un rango en el ejercito de Heaven si hubiera sido criado en Hell?..."

"Nadie criado fuera de Heaven entraría en su ejercito sin importar su raza"

Dejó la taza a un lado, arreglando la servilleta sobre la mesa antes de sonreír más amablemente.

"¿Cómo defiendes lo que no conoces? ¿Por qué lucharías contra la nación que te crió? Un ejercito debe moverse por convicción, por amor a los hermanos y deseos de proteger. Todo lo que el demonio en nuestro ejercito conoce y ama está aquí, su familia y creencias son de Heaven, si va a luchar, será por proteger lo que está aquí, o así se espera que sea... No quiero entre los soldados seres de doble lealtad, nadie desea alguien en quien sólo puede confiar a medias y seguirá a prueba, como cualquiera"

"Pero confiais en el lo suficiente para aceptarle como soldado, incluso aunque es un demonio por raza y por muy nobles que fueran sus sentimientos al principio, sus instintos se terminarian superponiendo a ellos. Eso fue lo que me dijisteis y sin embargo, habeis concedido a un demonio un puesto de autoridad..."

Una de sus manos cubrio la sonrisa de sus labios pero sus ojos arrojaban pequeñas y calidas chispitas verdes

"Creo que en realidad no pensais en la absoluta inclinacion de los demonios al mal...y que pueden conservar sus buenos sentimientos toda su vida o ni siquiera se le ofreceria un puesto si existiera la minima posibilidad de una traicion...porque asi era al principio ¿verdad?...en los viejos tiempos..."

"Te lo he dicho ya, no es de sus buenos sentimientos de los que dudo. La posibilidad de traición siempre existe. No puedo decir que esté completamente cómodo con él, sobre todo ahora con este nuevo puesto, tengo razones para no perderlo de vista, para mantener a sus superiores vigilándolo, así como a los soldados bajo su cargo manténiendolo a prueba"

Suspiró, cerrando los ojos por un momento, aun con ciertos problemas para aceptar ese pequeño... no, ese significativo detalle, porque él aún no podía terminar de confiar, porque habían influido muchos factores, por un montón de cosas que suponía tenerlo allí. Pero los soldados tenían ordenes directas de Cromwell por si notaban algo fuera de lugar...

"Temo por la constante necesidad de un demonio por vivir a costa del sufrimiento de otros, de su sangre... la cuestión es si se puede dirigir esa necesidad nata de los demonios en un ambiente controlado, bajo las leyes y creencias de Heaven y el régimen de nuestro ejercito. Lo último que deseo es exponer a mis hermanos al daño y lo real es que probablemente nunca me fíe completamente de él y tampoco quiera que lo hagan otros ángeles, pero su puesto es tan real como el de cualquier otro, y de traicionarnos pagara el mismo precio que haría aun ángel. No se trata, muchas veces, de confianza, sino de justicia. El capitán es un ejemplo de que si los demonios y los terranos estuvieran dispuestos a respetar y seguir nuestras normas y fe mientras están en Heaven, o cuando tratan con otros ángeles, podrían ser tratados de la misma forma que un ellos. Pero la mayoría ha venido para buscar imponer creencias de sus reinos y razas, y puede que yo les pida a los ángeles guardar las convicciones de Heaven aún en Terra o Hell, pero no tratar de imponerlas allá, porque no es su tierra, está sí es nuestra, porque fue creada para los ángeles. Como representante de Heaven supuse que mi tarea era honrar a las otras razas permitiendo que quien cumpliera los requerimientos necesarios pudiera acceder al puesto que merecería, así espero que ellos nos honren a nosotros respetando nuestra fe"

"¿Entonces los demonios y terranos que demostraran respetar las costumbres y leyes de Heaven y adoptaran esta tierra como la suya podrian aspirar a ser reconocidos en igualdad con los angeles?...seria injusto si aunque cumplieran los mandatos y obligaciones fueran tratados como habitantes de segunda...¿serian vistos como traidores a su patria y se les negaria la acogida entre nosotros porque ya habian traicionado una vez?..."

Habia tomado la taza y le daba vueltas aunque estaba vacia, se limitaba a mirar al fondo y los oscuros posos. Su misma pregunta le sonaba oscura, ¿alguien maltratado y abandonado, alguien que esta harto del maltrato o el abandono del que es testigo y abandona ese lugar, cualquiera que sea, es considerado un traidor?

"Alguno de los tres territorios tiene que dar el primer paso si es que alguna vez en el futuro queremos ver un cambio..."

"Podría estar aquí, pero preferiría que no estuviera en el ejercito... el odio como motivación no trae nada más que dolor innecesario"

Contestó a la pregunta, analizando bien las palabras del pequeño ángel antes de disponerse a contestar, cuidando las propias.

"Sobre la igualdad y la justicia, permíteme explicarte, no muchos están de acuerdo en que los nacidos tengan un tope máximo de poder al que aspirar, pero tiene que ver con cuestiones que son incluso biológicas. Si eres igual con todos, si son menos fuertes en todos los sentidos no es conveniente darles un alto puesto, juzgándolos por sus capacidades y comparando su máxima capacidad con el de un aspirante puro al mismo puesto, sería injusto si por quedar bien con las comunidades de nacidos le diera el puesto a alguien menos capacitado.

Por otra parte, el ejercito de Heaven pretende defender Heaven, no atacar, lo que supondría actuar en el propio territorio y no invadir otros, es más conveniente tener soldados que puedan desempeñarse a su 100% estando en esta tierra. Heaven fue creado para los ángeles, las condiciones aquí son más propicias para ese tipo de soldados, los demonios tendrían mayores dificultades y los terranos algunas. Juzgando en los mismos parámetros a todos, el resultado será en la mayoría de las ocasiones que los ángeles puros son los más indicados para los puestos en la milicia de Heaven, salvo contadas excepciones.

Si yo estuviera preparando un ejercito para actuar en Hell o en Terra... buscaría demonios o terranos, pero confío en que nos buscamos atacar o destruir otros reinos. Alguien que va a un lugar a refugiarse, busca paz en el templo, alguien que va un lugar buscando venganza, se en lista en el ejercito contrario esperando la oportunidad de cobrarla."

"Las cuestiones biologicas no tienen que ser un impedimento para todos al limite de evitar que alguno destaque..."

Sus dedos hacian dibujos lineales entre las miguitas de galleta, haciendolas metoncito y volviendolas a separar, escribiendo letras que leidas juntas solo eran un galimatias incomprensible, como en ocasiones pasadas sentia sus pensamientos

"¿Entonces si ellos no atacaran primero, no habria ninguna clase de enfrentamiento, verdad?...porque Heaven no lanzaria el primer ataque, solo se defenderia de ellos..."

"Hay casos especiales y excepciones, estoy consciente de eso, pero también hay que ser prudentes y realistas, no por no querer desairar a alguien se le va poner en riesgo. El ejercito y el clero de Heaven no quieren más que poder preservar la integridad de nuestro reino en todos los aspectos y no hay que olvidar que el creador Solei hizo esta tierra especialmente para los ángeles, lo correcto sería que los puestos más importantes fueran ocupados por ángeles como fue en un principio. A cada raza se le dio una tierra acorde a sus necesidades para cada raza la administrara como mejor le pareciera, eso es lo justo."

Lo miraba garabatear sobre las migas de galletas, era más que obvia la confusión, más allá de las dudas que dejaba escuchar su lenguaje corporal seguía hablando de inseguridad, de desconfianza... Eso es lo que los extranjeros solían traer con ellos, un aire denso que sólo dificultaba la convivencia entre hermanos por todos esas palabras que deseaban injertar en una tierra que no era suya pero de la que a veces sentía querían hacerse por sentirse con derecho por algunos de su raza y sus mestizos nacían allí.

Heaven era de los ángeles... y los terranos y demonios no parecían querer respetar eso.

"Ya he vivido guerras antes, eso es lo último que necesitamos, sólo trae miseria a todas las partes. De mí parte no iniciará ninguna guerra, pero si para defender esta tierra que le dio originalmente Solei a nuestros hermanos Remil y Sebel, para que no se pierda la esencia que en ella dejaron y para proteger a mis hermanos debo contraatacar, lo haré."

"¿Por que nacian aqui entonces, por que colocar en Heaven el arbol que dio la vida a todos los puros si el destino de los terranos y los demonios que surgieron de el era abandonar esta tierra?"

Alejo sus manos de encima de la mesa y enlazo sus dedos, apoyandolos en su regazo. Su mirada se clavo en el borde redondo y acristalado, pulido, del mueble y no volvia a levantarse. Sentia que si lo hacia no podria contener la explosion de palabras que querian abandonar sus labios. Aquellos sentimentos, no queria que se convirtieran en una descarga que acabara lanzando sobre el angel mayor

"Pero cualquier ofensiva vendria dirigida por el gobernante de Hell o el de Terra...¿no existe posibilidad de hablarlo pacificamente con ellos?...hemos mantenido una relativa paz durante mucho tiempo ¿verdad?...¿por que no seguir manteniendola?..."

"Porque para el árbol de la vida, Heaven tenía las mejores condiciones. Necesitaba de la luz en este lugar y los ángeles como guardianes, con su naturaleza protectora. Terra y Hell fueron creados para responder mejor a las necesidades de terranos y demonios que en el habiente de Heaven se ven debilitados. ¿No has notado a los pequeños demonios con especial malestar a las horas donde hay más luz en Heaven? ¿o a los ángeles más deseosos de sueño apenas baja la luz, contrario a las otras dos razas? Hell y Terra están más preparados para eso. Como momentos del día, Heaven es la mañana, Terra la tarde y Hell la noche, los ritmos de vida de cada uno se verían afectados si se trataran de juntar a todos, pocos terranos querrían participar de las actividades campestres de Heaven y pocos ángeles tendrían energía para cuando las horas más oscuras llegaran a Hell. La separación que se dio es por cuidar de las tres razas y esperaría que eso lo entendieras"

Notaba la evasiva en la mirada ajena, en las emociones de inseguridad y aprensión que le parecía percibir en el aire, que volvía todo más tenso de lo que debía ser realmente. Ese tipo de cosas no debían de pasar entre hermanos y, sin embargo, la intervención de ese ser había causado esas... rupturas.

"¿No sería muy ingenuo pensar que sólo ellos podrían mandar una ofensiva? Hay muchos interesados en estas tierra, en imponer las formas de pensar de otras razas aquí, porque Heaven resulta como tierra virgen para ellos, para poder poner franquicias de aquellas cosas que ya no caben más en la tierra que han contaminado. Pero no soy yo el que hablado de atacar, ni de buscar soluciones violentas, sobre todas las cosas, yo no mandaría a mis ángeles a algo en lo que podrían salir heridos sin consultar la solución menos violenta antes. La palabra "deber" implica por si misma una necesidad, haber agotado ya las otras alternativas. Pero ¿por qué te inquieta esto ahora?"