Sin aire...

"Si yo..."

Callo un tiempo que parecia eterni, dudando preguntar, temiendo que pareciera una ofensa, pero era peor quedarse con la incertidumbre en su interior. Cuando abrio la boca lo estaba mirando, pretendiendo con su expresion inquieta que no se enfadara o se sintiera insultado de alguna forma

"Encontrara amor en un angel...¿seria un pecado contra pureza desear que el me abrazara?..."

Cuando el menor empezó a hablar, dejó toda su atención en él, mirándolo, pero dándole tiempo, sin interrumpir, esperando sus palabras, y sonrió levemente, con cierta calidez a la idea y negó suavemente.

Los abrazos entre hermanos estaban bien.

"¿No es natural entre hermanos buscar cercanía y apoyo? Los abrazos son muestras de afecto permitidas, limpias"

Lo soltó ligeramente, contento con los recuerdos de años pasados, de siglos atrás.

"Los ángeles tendemos más a ser amorosos, a dar mucho, el problema radicaría, antes que en el abrazo mismo, al tipo de amor del que hables. ¿Nuestro amor... o el que las otras naciones predican como pretexto para... "estar" entre ellos?"

"¿Por que seria un problema?...¿por que no pueden ambos amores ser puros si lo que pretenden es la union de dos seres?...si quieres a uno de tus hermanos es natural abrazarlo y confortarlo..."

Apreto sus manos juntas sobre su pecho, cerrandolas en un puño sobre su corazon y bajando la mirada hacia ellas. Cuando pensaba en los abrazos de los demas angeles imaginaba unas alas invisibles que lo envolvian pero cuando pensaba en otra clase de amor era como un pajaro batiendo esas alas bajo sus costillas

"Y si amas a alguien, es normal querer..." se volvio a callar boqueando como un pez ahogado "querer...besarlo...si solo deseas estar cerca de esa persona ¿por que es un amor sucio?...no lo comprendo...no lo comprendo como cuando era un niño..."

Con forme el otro ángel hablaba, la sorpresa por sus primera preguntas iba evolucionando a una muy, muy desagradable sensación. El sabor amargo en el paladar y la sensación de nudo en el estómago, de un asco horrible, de nauseas...

Pero en su mirada solo se veía una sombra al respecto, y en su expresión sólo había una seriedad que más que para los ángeles parecía reservada para las otras razas, para las otras categorías, para esos seres puramente carnales y lujuriosos que...

"Has pasado demasiado tiempo rodeado de otras razas..." comentó con una voz terriblemente fría, mientras sus manos apretaban el borde de sus propias mangas. "La clase de amor de la que hablas es egoísta, desea, invade, y degrada a las razas. No es casualidad que los nacidos sean más débiles que los seres puros, no es casualidad que vivan menos, son degeneraciones, son vestigios de los dones que nuestro podre Solei nos ha dado, son la evidencia que dejan seres que reniegan de lo que el Creador les ha dado, y un acto que propicia la vida de seres que morirán de forma temprana, que crecerán débiles, no puede ser, en ninguna forma, algo bueno."

Jonathan estaba siendo corrompido en ideas, en deseos... ¿qué tanto?

"¿Qué has hecho?"

La pregunta se clavo en su cerebro como una acusacion y se rodeo a si mismo con los brazos

"Le he escuchado y...me ha dicho cosas que han hecho temblar mi corazon. He sentido calidez en mis labios, dudo de mis propias creencias porque una parte de mi desea creer en las promesas..."

Bajo su rostro y sus lagrimas rodaron imparables de nuevo, pero se atrevio a mirarlo

"Pero...si le despierto repugnancia esta bien...pero yo les he visto nacer a ellos, los he cuidado cuando estaban enfermos, han sonreido y llorado en mis brazos, por favor, no diga que son degeneraciones o solamente vestigios...ellos no son culpables de lo que han hecho sus padres..."

No se trataba de que el ángel, por sí mismo, le causara repugnancia, no, al menos porque parecía que aun no había entregado pro completo su pureza, porque no había sellado su destino como...

Algo en él ardía con rabia, una que apenas se vio poco a poco amedrentada por las lágrimas ajenas, pero cada palabra volvía a la misma idea.

"Ha sido mi culpa..." dijo, más calmado, en apariencia, aunque su interior era aun una revolución, "no debía permitirte pasar tanto tiempo entre ellos. Sabía que esto podía pasar..."

Caminó un par de pasos y busco entre las cosas alguna que le devolviera la paz mientras internamente pedía a Solei dirección y perdón a Sebel por haber permitido aquello, por haber dejado que contaminaran a uno de sus ángeles, de sus hermanos.

"Somos ángeles, se supone podamos curar los males del cuerpo, pero defectuosos como son, no podemos curar el mal de los nacidos, lo que los mantiene incompletos, alejados de su propósito, como alejados de las raíces de Yggdrassil... Ojalá hubiera predicho que eso podía alejar a un ángel puro también. Al final, sin han logrado poner duda en tu corazón, almibarando promesas que no van a cumplirse... Espero aun estar a tiempo para salvarte a ti..."

Lo miró de vuelta, de nuevo calmo, hasta cálido... acercándose de nuevo para ofrecerle sus mangas para limpiar las lágrimas de Jonathan antes de decirle...

"No creo que sea conveniente que sigas al cuidado de los cachorros. Tienes una semana para encontrar tu remplazo" Extendió su mano a él, mirándolo a los ojos con una expresión que no decía más que lo que pensaba, que lo hacía por su bien "tu pasaporte..."

Su mirada se dilato, tanto que el llanto dejo de desbordar sus lacrimales. ¿Dejar su trabajo? ¿queria que entregara su pasaporte?

Eso lo convertiria en un prisionero en Heaven, no podria abandonarlo sin ser descubierto. Metio una mano en uno de los bolsillos y apreto el documento. Si se negara a cualquier peticion, lo encontrarian y lo obligarian a entregarlo de todas formas, sin olvidar que seria encerrado en algun lugar por su desobediencia

Pero aun asi lo apreto entre sus dedos y se alejo un poco en el asiento, rebelandose contra la idea

"Por favor...eso es lo unico que tengo...perderlo todo, es mas piadoso atravesarme el pecho y arrancarme el corazon..."

Si no podia estar con los pequeños, si no podia bajar a Terra y seguir escuchando esas promesas, si se convertia en un recluido sus hermanos se alejarian de el. ¿Por su intencion de salvarlo le quitaria todo?

Se acercó, plenamente consciente de la renuencia del otro, para acariciar con el dorso de sus dedos y un poco de tela las mejillas húmedas de su pobre y confundido hermano.

"Te prometo que será temporal" susurró con la más dulce de las voces, con una mirada preocupada y una sonrisa apenas perceptible que intentaba ser comprensiva, y es que le dolía tanto ver a su pequeño hermano sufriendo así. "Un mes, no más, para que aclares tus ideas, para quitar esa confusión que puede volverse tan peligrosa, después de eso podrás volver a tu trabajo y tendrás de vuelta tu pasaporte"

Acarició un poco su cabello y terminó de limpiar sus lágrimas, negándose a tocar sus brazos o manos para que no fuera a creer que le arrebataría el documento sin más... él no era así, después de todo.

"Piensa que será como un mes con vacaciones en el palacio, para poder ir al templo sin preocuparte si los pequeños están bien, para escuchar a nuestro sacerdote y, sobre todo, para asegurarnos que nuestro hermoso hermano Jonathan no se pierda a sí mismo por sentimientos dudosos"

Tomó su rostro entre sus manos, para segurarse de que le mirara a los ojos cuando preguntó.

"¿Podrías? ¿un mes? ¿por mí?"

Los ojos fijos en los suyos, las manos en su rostro, lo hicieron pensar que estaba genuinamente preocupado y el angel mas joven no era capaz de despreciar ese sentimiento, de simplemente olvidar todos los cuidados y afecto de años atras, por mucho que le doliera desprenderse de aquel vinculo aunque solo fuera un mes

La voz -angelical- en su cabeza le recordo que lo necesitaba, meditar sobre el camino a tomar, sobre sus futuras decisiones. Y con una ultima lagrima asintio y sus dedos se hundieron en los bolsillos, poniendo el documento en las manos del mayor

"Esta bien...porque me lo has pedido, lo hare..."

Spoiler:

Cuando el menor asintió, besó su frente y tomó el documento que el era entregado, guardándolo en sus ropas.

"Verás como pronto te sentirás más tranquilo, los primeros días tal vez sean los más difíciles, pero en el templo y bajo las palabras de aliento y amor de nuestros hermanos sacerdotes, todo será más claro pronto"

No le gustaba que sus hermanitos estuvieran tristes, menos pensar que él hubiera provocado algo de esa infelicidad. Los ojitos tristes de un ángel eran algo que sin duda podía romper su corazón.

"Ya sé, ¿te gustaría tomar algo caliente, algo dulce mientras vemos si podemos arreglar ampliar el espacio que tienen los niños que cuidas ahora? En esta semana podemos arreglar algunas cosas para que estés más tranquilo lo que reste del mes."

Asintio, habia sorbido tantas lagrimas que ahora no podia eliminar el sabor salado en sus labios. El azucar ayudaria a animarlo, aunque fuera levemente. por lo que no rechazo la proposicion

"Me gustaria...al menos dejare en orden todo lo que pueda. Y me dara algo de tiempo despues para despedirme de ellos hasta que regrese..."

Se esforzo por sonreir mientras se levantaba. No pensar en ello como si fuera una sentencia eterna

"Tendrás oportunidad de hacerlo, también de hablar con el niño por el que has estado preocupado"

Extendió su mano para ayudarlo a ponerse de pie, tomando la ajena y dejándole un suave beso en el dorso mientras le acariciaba los nudillos con el pulgar.

"Y también tendremos oportunidad de hablar de otros detalles, pasada la emoción, también de tus dudas. Me gustaría escuchar todo lo que pienses esta semana, quizás podamos concretar algo, tratar de explicar mejor mi punto de vista y revaluar la situación cuando las palabras de demonios no estén tan recientes"

"¿Como una sesion de terapia?..."

Mientras caminaba dejando que sostuviera su mano penso en ello y volvio a asentir. Escuchar a todas las partes podria ayudarle a tratar de aclarar sus pensamientos

"Esta bien...estare en el templo durante todo ese tiempo...asi que podemos encontrarnos alli..."

"Podría decirse así"

Lo guió hasta el comedor dentro del palacio y pidió para ambos algunas galletas y un té dulce, agradeciendo amable a quien fuera a traerlo.

"El templo es un lugar para darnos paz, y con nuestros hermanos allí, estoy seguro que te sentirás más tranquilo en pocos días, más despejado y menos contrariado también. ¿Los niños han estado yendo al templo también?"

"Los he llevado, aunque solo a los mas mayores. Los pequeños se cansan de estar en silencio y quietos. Prefiero no someterlos a esa tension si no estan preparados ni a los sacerdotes, que tengan que llamarnos al orden e interrumpan sus obligaciones. Aunque en privado todos los niños mantienen su costumbre de rezos en las horas diurnas que marca el templo..."

Cuando depositaron el refrigerio delante de ellos, tomo una de las galletas, mordisqueando como un pequeño raton blanco por el color de sus ropas claras. La sensacion dulce alcanzo su paladar y lo hizo sentir algo mas confortado

"Aunque algunos de ellos acarician la posibilidad de servir tras sus muros algun dia..."

"¿En verdad? Me alegra escuchar eso y seguro a los sacerdotes también les daría mucho gusto empezar a guiar a los interesados cuando ellos lo deseen, entre más temprano puedan instruirse es mejor."

Miró la bebida caliente, rodeando su taza con las manos, sintiendo el agradable calor, respirando el delicioso aroma del té antes de probarlo, haciendo una pequeña pausa antes de hablar.

"Hablando de eso... siempre me pregunté cómo era que alguien como tú no se hubiera vuelto sacerdote, con tanta dedicación, entrega..."

"No lo se...cuando era niño lo pense durante un tiempo. Creo que mi vocacion no era tan intensa como parece ser en algunos de mis alumnos. Les transmitire el mensaje y puede que en unos años los demas angeles los vean entre los nuevos servidores del templo. Creo que yo deje de tener esa duda espiritual sobre mi camino cuando pense que seria mas util entre los niños..."

Tomo tambien su taza, dando pequeños sorbos y sintiendo que el calor viajaba de sus manos al resto de su cuerpo, tranquilizandolo

"Que podria ser alguien a quien contaran sus problemas, que les cuidara en todo momento...los puros nacemos sin la figura de unos padres y los nacidos pueden perder a los suyos...creo que queria seralgo asi para ellos...."

"Bueno, como guías espirituales, los sacerdotes a veces buscan hacer ese papel también. Dar consejos, escuchar, guiar, procurar, cuidar y reprender ¿no son cosas que hacen los sacerdotes también?"

Dejó que su taza sobre el plato de porcelana haciendo apenas algo de ruido antes de tomar de los pequeños bocadillos dulces sobre la mesa.

"Creo que has hecho una excelente labor, has ayudado a mucho, pero, quizás, si fueras parte del templo podrías tener mayores alcances, aprendices que te ayudaran también, y podrías educar a otros para seguir tu labor, con una parte especial en el templo para que los niños puedan recibir enseñanza desde más pequeños, de formas más... entretenidas para ellos. Talleres, tal vez..."

"¿Es una sugerencia de que deberia replantearme la posibilidad de entrar al sacerdocio?"

Habia dejado la taza y tomaba una galleta pero en lugar de comersela fijo su mirada en los pequeños grumitos de masa horneada. Apreto uno de ellos y se lo llevo a los labios, comiendo las diminutas migas. Movio un poco su cabeza

"Si, los sacerdotes hacen una encomiable labor y los niños podrian beneficiarse de aprender en unos talleres donde desarrollaran sus capacidades en el camino a su madurez...pero no estoy seguro de si yo haria un buen papel siendo sacerdote...seria indigno si descubriera que soy incapaz de realizar esa tarea como es exigido, que mental o espiritalmente no puedo cumplir los requisitos..."

"A estas alturas, pensaba más bien en ti como maestro, si el proyecto de los talleres llegara a llevarse a cabo, necesitaría de alguien con experiencia en niños, aunque eso incluiría a los niños con guardianes y tutores que deseen traerlos al templo. Lo sacerdotes serían más bien un apoyo, un complemento y guía, no sólo para los niños, también para quien los cuida."

Miró la pequeña galleta antes de morderla suavemente y sonreía a gusto con el sabor que complementaba tan bien al té. Siempre era agradable poder conversar tranquilamente con uno de sus hermanos.

"Sé lo difícil que es tratar de llevar solo una tarea, tener a los hermanos cerca ha sido para mí siempre algo que me ha confortado, creo que... podría ayudarte también"

"Siento haber confundido sus palabras..." se disculpo por haber interpretado algo diferente a lo que se referia

"Aconsejandome me ayuda, no podria pedir mas que lo apartara de sus propios deberes. Agradezco la propuesta de esa idea, pero ademas del tiempo de los sacerdotes ofrecer tambien el suyo"

Lo miro con una expresion compungida

"Si es tan dulce, hace muy dificil mi decision...no quiero entristecer a nadie, creo que eso es lo que mas me hace sufrir"

"Pero si mi principal deber y placer es estar al pendiente de mis hermanos, cuidar de ellos y acosejarlos. Poder escucharlos me hace feliz."

Se estiró un poco sobre la mesa para tomar con cuidado esa carita compungida y sonreirle.

"Mi tierno Jonathan, lo último que yo quisiera es verte sufrir, si te he ofrecido algo es porque me pesa pensar que, como la situación con el pequeño que te agobiaba, pueda haber otras, y si pasan, me gustaría que hubiera a tu lado otro ángel para apoyarte y secar tus lágrimas, como lo haría un hermano mayor, como me gustaría hacerlo a mí cada que te sientas decaído, poder ofrecete algo dulce y algo caliente y quedarme contigo hasta que te sientas mejor. ¿No lo harías tú también por uno de los pequeños que cuidas?"

"Si, porque me gusta cuidarlos, no porque sea mitrabajo si no porque me hace feliz hacerlo...pero igual que ellos tratan de portarse bien para no darme problemas, tambien yo quiero descargar los hombros de mis hermanos mayores no robandoles de sus deberes..."

Apreto las manos contra su rostro, con su calidez natural que diferenciaba de la que habia proporcionado la taza

"Si desea hacerlo no se lo impedire, estare feliz en su compañia...nunca he dejado de valorar estos sentimientos que me demuestran los demas angeles..."

"Y espero que nunca dejes de hacerlo, no hay nada más cálido que la dulce voz de un ángel, la sanidad que los cuidado que un hermano puede ofrecernos va más allá del cuerpo"

Acarició sus mejillas con cariño, un poco por necesidad, un poco por ansiedad también, como quien teme perder algo preciado y por ello le es más difícil apartarlo de su vista, de sus manos.

"Es el corazón de mis hermanos el que tanto deseo proteger y curar. Si Sebel estuviera con nosotros... todo sería diferente"

"¿Despertara?..." su voz sono apagada, sus ojos de la taza a los ojos del otro angel y sus manos resbalaron hasta apoyarse sobre la mesa, notando el frio de su material en las lisas palmas y yemas

"¿Algun dia volvera?...¿y el resto de los que se marcharon?...cuando cuento esa historia algo dentro de mi se rompe, porque veo los rostros de los mas jovenes y veo esperanza y desconsuelo y miedo por el futuro, mas alla del logico que representa la edad adulta...los veo temiendo un nuevo abandono y la idea de que si son dejados atras es porque no son lo bastante importantes para ser los primeros"

Apreto sus ojos para no volver a llorar de nuevo

"¿Es posible estar en paz si estamos solo nosotros?"