¡Ruido!

"En ti... de unos 7 años... haciendo esto con tres tipos..."

Admitió con una sonrisa mientras aceleraba un poco el ritmo, ahora que estaba más a gusto con la posición y al sentir las paredes contrayéndose a su alrededor, esa deliciosa tensión que... alimentaba en más su lujuria.

"¿Quieres ver?"

Sugirió, sabiendo que podía leer su mente, como podría cualquier demonio, no le molestaba que supiera y, cuando le pidió que le diera más fuerte, todo su ser entró en éxtasis.

"Lo que usted diga... su alteza"

Se burló mientras accedía a la petición, saliendo casi por completo antes de volver a entrar, reconociendo ese pequeño punto que parecía haber causado una favorable reacción en el cuerpo ajeno. Delicioso realmente.

Aquellos pensamientos podían ser tan morbosos, aunque los cría realmente que estuviera imaginando eso y no era que fuera muy alejado de la realidad, pero si había diferencia de aquello que fuera realidad, sonrió cuando obtuvo ese premiso para colarse a sus pensamientos.

"...Ya que me lo permites... No desaprovecho nada..."

Declaro relamiéndose sus labios además un punto a su favor era que había bebido su sangre su conexión mental podía ser un poco más profunda por unos momentos, respiro hondo para abrir aquella conexión antes de verse distraído con él placer que le causaba el otro, jadeo cuando sintió un profundo estremecimiento por aquella penetración.

Sus uñas rasgaron algo del sillón abajo de su cuerpo cuando se enterraron en ella como una forma de repeler tantas emociones, pero aun así esa sensación no se iba de todo, se quedaba atrapadas en su cuerpo, empujaba su cadera contra las ajenas a medio buscar con desesperación que golpeara más aquel punto de emociones.

"Parece que... te gusta que te maltraten"

Repitió el movimiento una y otra vez contra ese punto, notando las formas en las que reaccionaba el cuerpo ajeno, arañando los sillones, quizás retorciéndose... Sonrió y lamió su pierna antes de morderla para marcarle los dientes en la pantorrilla, seguro que el principito estaba acostumbrado a que se lo cogieran de esa forma, de todas las formas posibles.

Salió de él sin darle aviso, sólo para bajar su pierna y hacerlo ponerse en cuatro, pasando sus manos por las caras internas de los muslos del albino y separándole las piernas para lamer una de ellas antes de acercar el rostro a ese arito rosado que veía palpitar por el trato que apenas segundos antes le daba y lo lamió con igual malicia antes de penetrarlo con la lengua.

No lo iba dejar terminar tan fácil.

Deseaba más, sólo necesitaba un poco más para sentir el clímax, estaba siendo demasiado intenso, jadeo en protesta cuando sintió que cambiaba de posición y dejaba abandonado su interior, se giró poniéndose de cuatro como le orden con aquellos acto, sintiendo aquella lengua, su interior se contrajo cuando fue sólo el tacto antes de sentir que ese órgano húmedo entraba en él.

"Ahn... Noo..."

Suspiro aunque se sentía terriblemente bien aquella lengua deseaba más, deseaba ser sometido nuevamente, deseaba sentir su hombría clavándose en su trasero y que lo golpeaba profundo hasta sentir su semen caliente llenándolo.

Exploraba con su lengua en aquella cavidad, sonriendo al saber que sólo hacía una maldad para ambos, porque qué más querría cualquiera que seguir dándole bien duro a ese trasero hasta hacerlo correr sangre y semen por sus piernas y sobre su pancita, quizás, forzar un poco la elasticidad del cuerpo ajeno, y hacer que cayera sobre su rostro su propia esencia. Eso será encantador, hacerla tragarla.

Sonrió cuando sacó su lengua para morder una de las nalgas y clavarle bien los dientes para dejar una marca en ese lugar que bien haría constar que no habían sólo jugado a darse algunos besos y caricias traviesas. Quería que el papito del príncipe viera la impresión de sus dientes sobre la piel del albino y no le quedara duda de que se había cogido a su hijo.

Apretó ambos glúteos en sus manos y se medio incorporó para volver a penetrarlo, sintiendo de nuevo esas paredes estrecharse a su al rededor, sin dejarlo acostumbrarse antes de volver a salir para repetir eso mismo. Le encantaba el masoquismo del príncipe. Lo hacía desear explotarlo de muchas formas.

Jadeaba con deseo de más aun cuando aquella lengua seguía provocando aquellos cosquilleos, alzo su trasero meneándolo con descaro para que lo atendiera como debía, suspirando ante aquella mordida más que quejarse por esta sabiendo que su piel estaría marca por un largo rato debido a esos dientes, apoyó su frente contra sus brazos cuando sintió libre de aquella atención casi como si mirada a través de aquella abertura de sus piernas lo que pasaba.

No pudo evitar un grito cuando le tomo de sorpresa aquella penetración haciendo que se tensara su cuerpo que se había relajado por unos momentos como olvidando que deseaba y a la vez en espera, se contraía cuando aquella hombría salía latiendo por el sentir que lo provocaba haciendo que fuera algo doloroso cada embestidas que siguieron que no se dieron a esperar.

Dejo de ser morboso a mirar de nuevo hacía enfrente cuando esta vez se veía medio recostar sobre sus brazos haciendo que unas de sus manos pasara bajo su cuerpo y rozara la punta de su propia excitación, empezándose a masturbar así mismo conforme recibía aquellas embestidas.

Que gritara, que gritara más fuerte para que los vecinos se quejaran. Podía oír perfectamente bien el sillón debajo de ellos rechinando, quejándose, y los golpes desde el suelo que seguro eran alguna vecina molesta que quería que se callara. ¡Pero estaba con su majestad, el príncipe de Hell! ¡Tenía que atenderlo apropiadamente!

Jadeaba y cada tanto, quizás sí, como animal en celo, mientras lo penetraba. Acarició sus nalgas antes de darle una sonora nalgada, notando como empezaba a masturbarse.

"Eso... es de... niños malos" dijo entre nalgadas, como para castigarlo por estarse tocando, aunque las propias manos no tardaron mucho en irse a las tetillas del demonio para aplastarlas y torcerlas con sus dedos.

El sonido de la piel sudada, de pelvis contra pelvis que después debía despegarse, incluso el de sus testículos golpeando las nalgas ajenas con cada estocada.... Todos esos sonidos iban aumentando en intensidad y ritmo mientras el se acercaba al clímax, sintiendo su miembro ya palpitar en ese interior que parecía querer ordeñarlo de su leche.

"Ahh.... ¿Dentro... o fuera?"

"¡Ahn~!"

Casi le arranco un grito por aquella nalgada escuchando su propia piel sonar por culpa de aquella mano, seguro que ya estaba remarcada esta en su piel, pero al parecer que ni así fue un niño bueno porque su mano seguía atendiéndose, disfrutando de aquel placer que le daba y se daba era tan exquisito que deseaba seguir de aquella forma y se notaba en mover sus caderas con desespero.

"...A..Dentro..."

Dejo suave alzando su cadera golpeando contra la ajenas para sentir más profundo su hombría, deseaba sentir aquel seme caliente ya después vería aquel otro pequeñito problema, pero por ahora deseaba sentirse lleno.

Los jadeos se le escaparon de los labios mientras seguía golpeando contra su interior una y otra vez, sintiendo como se estrechaba a su alrededor y sabiendo que no duraría mucho más. Apenas un par de estocadas extra y tuvo que apretar los dientes para contener un gemido de éxtasis mientras liberaba su semilla dentro de ese cuerpo sintiendo los espasmos en todo su ser, golpeando apenas un par de veces más contra él antes de sentir que se había vaciado por completo.

Sus manos apretaron esa cadera con más fuerza de la necesaria, pero poco le importaba.

"Su alteza... tiene un culo delicioso"

Spoiler:

No, no podía aguantar más sus piernas estaba temblando apunto de ceder a su fuerza, aquel placer estaba robándole hasta el ultimo aliento se sentía demasiado bien, jadeando desesperadamente en deseo de más sólo escuchándose de aquella forma lujuriosa, no se privo de aquel grito que llego cuando tuvo su orgasmo, dejo que su voz escapara tan descaradamente sintiendo su semilla en su mano,

Aunque el verdadero placer fue el calor en su interior, no aguanto más y se dejo caer en el sillón disfrutando de lo ultimo de aquella sensación viéndose sostenida aun su cadera, lo escucho en aquella forma descarada de demostrar que lo había disfrutado.

“ahn...Bueno tu... amiguito de abajo... tampoco esta nada... mal...”

Sonrió antes de darle otra nalgada y salir de él para sentarse a un lado suyo en el sillón, sacando su cajetilla de cigarros con toda la intención de llevarse una o a la boca y encenderlo, apagar el juego y disfrutar un rato de lo delicioso de esos minutos después de orgasmo mientras se calmaban ambos... 15 minutos solamente, luego podían por unas cervezas o algo...

Ah, no, si había cerveza.

"¿Quieres beber algo?"

Suspiro cuando lo sintió salir de él se acomodo mejor pasando a recostarse de lado en aquel sillón, sintiendo aquella esencia en su interior y que escapa un poco rozando su muslo, pero por eso segundos decidió no prestarle atención, volteo a verlo cuando escucho aquella pregunta, se estiro de forma felina y perezosa.

“No, nada por ahora...”

Caló su cigarro y exhaló el humo sintiéndose realmente bien. El aroma a seco estaba en el aire, y el del cigarro lo complementaba de cierta forma. Para algunos decir que una habitación que olía a burdel podía sonar desagradable, a él realmente no le desagradaba en absoluto, por extraño que fuera. Quizás porque lo veía más... ¿acogedor? ¿cálido, quizás?

Volteó a ver al minino y sonrió para mover una de sus manos y acariciar la pierna de éste que le quedaba más cerca, disfrutando de una caricia que era apenas menos sexual que las que se habían proporcionado antes pero que sentía un tanto más íntima y agradable.

"Bonitas piernas..."

Cerró sus ojos relajándose, dejaba que su cuerpo se sintiera tranquilo el aroma llegaba a su olfato resaltando en eso momentos más de aquel cigarrillo que tenía encendido el humano, no le presto atención estaba muy cómodo para mover y sólo se relajaba de la mejor forma, flexiono una de sus pierna un poco sintiendo a poco tiempo esa caricias.

“Gracias, si te gusta tanto puedo dejarte besarlas...”

Dijo con una sonrisa, estirando su pierna como presumiéndola antes de dejarla flexionada de nuevo.

"Preferiría morderlas" admitió con descaro y una sonrisa de lado. "O atarlas separadas..."

Golpeó ligeramente su cigarro para tirar la ceniza a un lado, mientras su otra mano seguía entretenida acariciando las blancas piernas, los muslos y quizás un poco entre ellos buscando acariciar también entre sus nalgas para sentir su esencia en los dedos, orgulloso, de alguna forma, de poder decir que había tomado a "su alteza" y que incluso había terminado en ella.

"No eres muy cuidadoso con estas cosas, ¿cierto?"

Eso de quedar embarazado y esas cosas que sólo les pasaban a los ángeles y demonios. Él tampoco era precisamente cuidadoso pero, ¡hey! no es como que el paquetito lo fuera a cargar él, así que, que se cuidara a quién le importara.

Sonrió por aquellas palabras que estaba diciendo, no dudaba de ellas a contrario estaba muy seguro de que deseaba hacerlo, pero no le apetecía por esos momentos dejarle hacer pues estaba más cómodo de aquella forma.

"...Hay cositas que se pueden remediar fácil así que porque limitarse.."

Atrapo aquella mano entre sus piernas a cerrarla sólo para que se quedara allí entre ella y moviéndose un poco para provocar que esta se moviera como él deseaba aunque en realidad no de todo así.

Sintió su mano ser atrapada, pero lejos de molestarse, le agrado sentir esa especie de aceptación mientras sentir como el príncipe parecía masturbarse con su mano. Ah, tener el cigarro encendido en su otra mano era una gran y muy mala tentación.

"Estoy seguro que sabes que despiertas el lado sádico de los terranos"

Se sacó el cigarro y se lamió los labios antes de moverse en su sillón para recostarse un poco sobre él, sacando la lengua para lamer uno de los muslos ajenos, parte de su cadera y algo del costado.

"Rico..."

"Si, y eso me agrada...."

Confeso aquella verdad, le gustaba despertar muchos sentimientos en los demás, pero principalmente aquel que podía causarle mucho más placer debido a que esa pizca de dolor y de resistencia era mucho más que cualquier otra clase de droga que pudiera existir en ese mundo, lo vio moverse para recostarse de aquella forma, sintiendo el roce de aquel órgano húmedo.

"Mm, ¿ahora me saboreara?"

A la pregunta, solamente se pasó la legua por los dientes antes de dejar una fuerte mordida que le dejó escuchar el crujir de la carne y embriagarlo de ese sabor metálico de sangre y amenazaba con escapársele de los labios...

"Pensaba... en cómo sabría algo de tu piel cocinada"

lamió la sangre al rededor, buscando acomodarse mejor para restringir al príncipe para darse un gran banquete real. ¿Gritaría muy fuerte si apagaba su cigarro en la blanca piel de su estómago? ¿en uno de sus pezones, tal vez?

Un leve quejido ahogo en su garganta ante aquella mordida, pasando su mirada hacía donde el otro parecía saborear y seguro destacaba el color carmín de la sangre, escuchó aquellas palabras y sólo sonrió como si hubiera dicho algo divertido, en realidad si lo pensaba bien así era y hasta cierto punto excitante eso no lo podía negar en esos momentos.

"Mm, se escucha interesante, pero siempre es preferible cruda la carne..."

Dijo con una sonrisa relamiéndose los labios, pasando su lengua por sus colmillos que dejaba un rastro filoso.

"Eres todo un masoquista"

Se sonrió por la idea mientras acercaba su cigarro al abdomen del albino, sin terminar el contacto, pero dejándole sentir el insistente calor.

"Pero es cuestión de gustos, yo siempre he preferido la carne termino medio, donde puedes saborear los bordes cocidos... y la sangre del centro..."

Sólo pensar la idea le abría el apetito y le llamaban a terminar el contacto del borde con ceniza de su cigarro con esa piel blanca para oírla y olerla cocinarse bajo el calor.

"Tú papi me odiará mucho..."

"Si, un poco... Pero veo que eso de cierta forma le agrada."

Comento con medía sonrisa, movió sus pies cuando se acomodo mejor en ese sofá buscando de esa forma mayor comodidad e iniciar una nueva travesura en realidad, sintió el calor que desprendía de aquel cigarrillo, lo miraba esperando ver que hiciera en esos momentos.

"Mm, bueno eso depende de como quedes..."

"¿Cómo quede yo?"

Eso si que le dio gracia, el principito podía ser lo que quisiera pero, al parecer, no estaba viendo lo precaria de su actual situación... ¿o es que la vez igualmente satisfactoria?

Se llevó el cigarro a los labios y dio una larga calada antes de volver a bajarlo hasta la piel del minino, la que estaba poco debajo de su ombligo y mostraba algo de vello y presionar contra esa parte. Oh, como amaba ese sonido, más que el aroma.

"Podríamos darle otro significado al control de fuego"

“hn, ¿Realmente deseas darle otro significado?”

Cuestiono algo entretenido sintiendo el calor que consumía sobre su cuerpo, dejando aquel olor desprender, su manos pasaron por el cuerpo ajeno dejando que sus garritas rompiera la piel de las piernas del terrano haciendo desprender aquel olor más seductor a su olfato, disfrutaba mucho de ver sus uñas y la yemas de sus dedos pintado de carmín.

“Jaja, si quieres jugar puedo hacerlo también y darle un nuevo significado... “

Gruño en protesta cuando sintió esas garritas desgarrar su piel y al instante trató de detener las manos del príncipe, tomándolo por las muñecas, buscando llevar esas manitas traviesas sobre su cabeza.

"¿Así que no sólo eres masoquista? También eres sado, todo un estuche de monerías"

Lo miró de arriba abajo, aun con una ligera mueca de dolor porque sentía ardor donde le había rasguñado, así como una molesta comezón en la zona. ¡Eso! La comezón era una de las cosas que odiaba de los rasguños.

"Tal vez, si optara por usar algo que no puedas usar tú"

Se acercó a sus labios, pero no los beso ni similar, sólo dejó ver una sonrisa mientras parecía inhalar por la nariz todo el aire que había entre ambos rostros y quedarse egoístamente con él. Eso de poder controlar algo de todos los elementos para algo tenía que servir.