En lo más profundo...(privado)

-¡¡ugh!!...-notó los tortazos y enseguida abrió los ojos de par en par, seguro le había dejado la mano marcada.-Mmm...la hiportemia se está calmando...recuerda que no he pegado ojo en toda la no-che...

Selló los labios al notar una brisa fresca recorrer su cuerpo y se le sonrojó una mejilla al tener la mirada de ambos sobre su persona.Literalmente le arrancó los pantalones a Mirtros y comenzó a colocárselos por su cuenta bastante alterado. La idea de ser visto desnudo al parecer en Ezequiel, movía montañas.

-Tss...-notó un frío intenso y se resguardó bajo las mantas, cubriéndose con ellas como un niño caprichoso.

Aquello de nuevo le saco una sonrisa por el comportamiento del angel, iban dos y parecia querer llevar una nota mental al respecto.

- Si tienes algo que quemar, prestamelo... puedo aplicar el mismo truco que emplee en el puente.-

Omitio deliberadamente por cortecia al angel su pequeño juego a modo de comando mientras se arrastraba por el suelo tratando de alejarse de cualquier ayuda o compañia que el demonio pudiera darle. Saco el mechero dispuesto a usar su pequeña artimaña. Al menos aquello era una forma mas rapida de calentar el cuerpo del angel, creando esas esferas pequeñitas a modo de generar calor.

-No ha sido nada Mirtros, es lo menos uqe podia hacer por un amigo en claros problemas.-

Miro a ambos jovenes, antes de regresar la mirada al mechero y la habitacion, como si tratara de distraerse mientras el angel se vestia.

-Que relacion tienen ustedes dos?.-

Era sencillo y directo la mayoria de las veces y le intrigaba de sobremanera la presencia del demonion en aquella casa.

-Hum...podría...-alzó frente a sus ojos la camisa inservible, entre ramas y hierbajos ni un zurcido servía para remendarle una parte.-Ten...jeje...creo que ya está seca.

Entrecerró su mirada entregándosela al otro y esperando que le pasara el mechero. Mirtros también se conocía ese truco y uniendo sus poderes, la habitación no tardó mucho en llenarse de esas hermosas esferitas flotantes.

-¿Relación?...-observó a Ezequiel y luego al demonio mas alto. ¿A que venía ese interés? seas como sea no era demasiado de su agrado.Le dedicó una sonrisa que cerró sus ojos hasta casi perderse los irises, soltando de manera impulsiva lo primero que se le pasó por la cabeza.-Por supuesto...somos amantes.

-...-Se quedó silencioso e indignado interiormente al tener que presencia semejante comportamiento. Mirtros era simplemente un idiota. Observó a Michael por el rabillo del ojo y habló tan serio y severo que era imposible no creerle.- Somos hermanos...así lo quiso el conde que nos acogió y así lo quise yo.

Se terminó de abrochar la camisa cubriendo su palido abdomen y esta vez se cubrió mas normalmente con las mantas. Era imposible no recuperar la cordura con semejante hermano a su lado.

Escuchó unos ruidos por las escaleras, seguramente era la madre de Mirtros con algún caldo calentito como le solía preparar cuando llegaba esas mañanas.

-Oh.-

Fue todo cuanto menciono al comentario que hacia el demonio, se veia joven, se preguntaba si tendria la edad que aparentaba o mas, por lo demas podia jurar que tenia esa sensacion parecida a la que le provocaba Daemon, impulsivos y posesivos, aquello le saco una sonrisa cortes ante el comentario del demonio.

-Parece que la temperatura en la habitacion parece ser la correcta.-

Miro al angel mientras hablaba y solamente le dedico una mirada complice, justo como la que tenia cuando Dae estaba cerca, comprendia por el tono de voz que empleara el rubio la molestia de los comentarios impulsivos de que llamaba ahora hermano.

-Y cuantas veces ha ocurrido esto?.-

Mirtros entrecerró su mirada un poco cohibido, para luego fruncir el ceño y recuperar esa vitalidad tan propia del. Era muy cambiante, más que el clima y complicado de saber por donde iba a salir. Puede que solo Ezequiel y sus padres esperasen ciertas reacciones cuando parecía más tranquilo, por que ese estado en Mirtros, significaba de todo menos calma.

-Realmente no sabría contarlas...pero esta vez ha soprepasado sus límites, solo espero que no haya sido intencionado...-echó un ligero vistazo a Ezequiel y negó rápido.- Aparece de madrugada, tambaleándose y con síntomas de hipotermia...pero es fuerte, creo que eso lo ha salvado...

De pronto entrelazó sus dedos y entrecerró su mirada con pesar, enojándose más y con un suave sonrosado en las mejillas.

- Es una de esas...una de esas pesadillas...que nunca desea contarme...

-Mirtros...-habló rudo y lo observó sereno a pesar de la ira en su mirada.-Lo suficiente...no es necesario contarle nada más...¿de acuerdo?...

Sonrió intentado mostrarse lo más apacible posible, se movió un poco en la cama y colocó mejor aquellos cojines, quedando sentado y notando que aún su slabios le tiritaban. Una señora ya algo mayor entró a la habitación silenciosa por el momento y le dejó a Ezequiel una badejita con un caldo que tenía pinta de ser bastante delicioso.

La expresión de Ezequiel se volvió extremadamente dulce y le agradeció el gesto. En realidda no estaba vestida de sirvienta sino como la señora de la casa, de hecho había más servicio en la casa pero ella parecía adaptada a cuidar así del joven ángel y parecía gustarle. De pronto giro y fijó sus rasgados ojos grises en Michael, parecía conocer a la gente aunque solo la viera por primera vez.

"Puede quedarse a desayunar si lo considera oportuno, después de todo es lo menos que podemos hacer por usted, joven..."

Ezequiel parecía algo alterado por no haber sido él, pero no podía competir contra la sabia madre de Mirtros. Y con todo lo sucedido estaba más centrado en reprender a Mirtros que ser agradecido. Necesitaba descansar...
La mujer sonrió diferente a los otros dos, mucho más acogedora y cercana.Esperando la respuesta de Michael.

-Estaria encantado de gozar esa generosidad que extiende para mi-

Le tomo una mano suavemente, agradeciendo la peticion con un beso casto y agradecido en el torso de la mano. El comportamiento de Ezequiel parecia de lo mas peculiar y ya ni que mencionar el de Mirtros, el hermano de este. No dejo de apuntar en su cabeza aquel detalle sobre las pesadillas, tal cual pensara, aquella mirada que diera por primera vez habia sido demasiado superficial, el dolor del angel era tanto o mas profundo que el dolor que el mismo Michael experimentara en su momento.

-Claro si no es molestia para el paciente, me encantaria acompañarlo.-

Dirigió su mirar hacia la ventana bastante pensativo mientras Michael le hacía la corte a la madre del demonio. La sensación de libertad que experimentaba aquellas noches bajo la luz de la luna era algo inolvidable a pesar de sus oscuras intenciones. Flechó al otro en cuanto pidió quedarse para hacerle compañía, pero más que duda en su mirada había cierta incredulidad. Será que Ezequiel no contaba con demasiado amigos más que su familia, y otra persona más que se preocupara por él le era extraño.

-Esta bien...después de todo eres nuestro invitado, sería descortés de mi parte no acceder a tu petición...-comentó tranquilo.Todo estaba bien, ya había sido suficiente por esa noche y en cierto modo hasta se había desahogado.-¿Mirtros, serías tan amable de traer una silla?.

La señora sonrió, parecía estar alagada con la educación de Michael y su gesto para con Ezequiel. Hizo una ligera reverencia al demonio mayor y salió de la habitación con una sonrisa. Ayudaría en la cocina para asegurarse de que todo salía a pedir de boca.

Permanecio silencioso ante la pregunta de Michael de acompañar a Ezequiel, Mirtros tenía muchas dudas y logicamente le esperaba una cascada de preguntas al demonio mientras desayunaba con él a solas. Con la presencia de Ezequiel era practicamente imposible, sus reprimendas eran bastante desagradables.

-Algo me dice que más que un desayuno...será un banquete...-colocó la silla en donde se encontraba Michael sin darle la mayor importancia. Le gustaba la exclusividad de su hermano mayor, en ese aspecto estaba algo consentido, por describirlo de algún modo. Pero también era cosciente de que el otro le había salvado la vida, así que el conflicto interno en el joven estaba servido.

En silencio tomó otra silla y bordeó la cama, sentándose más cerca de Ezequiel y estudiando detenidamente al mayor, había un brillo extraño en sus ojos turquesa y daba la impresión de desear leerle la mente a cierta persona. Pero Michael al ser un demonio que lo superaba en años su poder se vería drásticamente reducido.

No tomo asiento de inmediato, parecia andar por la habitacion, mirando pequeños detalles de los objetos que habia ahi, de los libros especialmente, no era tampoco tanto su descaro, puesto que el sutil movimiento que hacia era encaminado en direccion de la ventana de aquella habitacion.

Termino recargado en el alfeizar de la ventana, cruzandose de brazos, clavando la mirada en el demonio. Era demasiado parecido a Dae tanto que de nuevo le saco una sonrisa.

-Puedes hacerlo.-

Menciono sencillamente, podia mostrarle lo que quisiera, pero aquellos recuerdos suyos, los del pasado, lo mas doloroso, que existia en la memoria de Michael, aquello que llevara grabado en el alma, podia el mayor guardarlo para si, si Mirtros lo deseaba podia sondear su mente, averiguar lo que deseara, salvo aquellos recuerdos y secretos que se guardaria para si, no era nada dificil bloquear partes de su memoria, el demonio mas joven tenia justamente esa desventaja, su juventud.

-No tengo demasiado que esconder.-

Esta vez miro a Ezequiel, señalando el caldo que dejara aquella mujer de modos tranquilos y amorosos.

-Se enfriara, presiento que las delicias que prepara esa persona deben comerse recien hechas.-

-¿Hub?...-entrecerró su mirada algo sonrosado al sentir aquella acerada del demonio sobre la suya. Definitivamente iba a ser complicado competir contra su experiencia. Iba a leer su mente meditando bien donde buscar, hasta que recordó cierta pregunta.-Gracias...

Quiero saber con más detalle como encontraste a Ezequiel.

Comentó suave y se concentró ligeramente, eso le sería de gran utilidad por que Ezequiel ya no tendría escapatoria. Mirtros resolvería simplemente su pequeña duda. Vió algunos recorridos nocturnos por el puente, eran simplemente bellos hasta que divisó a Ezequiel. Pero entre los pensamientos distinguió unos hermosos ojos verdes y una sonrisa cristalina, comprendió que era alguien muy importante. Pero solo hasta ahí, el resto había sido bloqueado.

-Vaya...-abrió los ojos de par en par y asintió a Michael, indicándole que ya había terminado. En realidad resolvió sus preguntas antes de lo previsto, había otro chico en la vida del demonio y por alguna razón dejó de verlo como un peligro con respecto a su hermano. Volteó luego a su hermano y le sonrió divertido.

Se percató de que Michael le daba un extraño consentimiento a Mirtros para hacer de las suyas. No logró caer en la cuenta de lo que realmente iba a suceder hasta que el menor tomó aquella expresión de concentración. Entrecerró su mirada algo indignado hasta verlo sonreír sin más.

-Mmmm...lamento las molestías que pueda causarte mi hermano pequeño...es muy impulsivo a veces.-No quería que nada lo estropeara su invitación a Michael, ahora simplemente quería pasar en compañía de aquello dos una mañana más amena que esa fría noche.

Comenzó a tomar el caldo, ya no estaba tan caliente como recien servido, solo que Ezequiel siempre hacía lo mismo. Las cosas en exceso calientes tampoco eran de su agrado. Justo en ese momento apareció la señora acompañada de un chico que la ayudó a colocar unas bandejas en el amplio escritorio, cuidadosa retiró los apuntes del mago antes de permitir que dejaran las bebidas.

Les indicó que el desayuno ya estaba servido calificándolo de bufet divertida, había pequeños entremeses y unos buñuelos diminutos de chocolate que tenían muy buena pinta, entre otros pastelitos con formas llamativas. Ezequiel detectó en el aire el aroma a galletas de vainilla recién hechas y tomó una de inmediato, eran su debilidad.

-Muchas gracias a los dos...Bertran, esto es bastante comida para tres, llévate un poco de cada plato y compártelo con el resto...-El joven lo observó entusiasta y no tardó en aceptar aquella oferta, Ezequiel no dejaba demasiado comida sobrante, le gustaba que la servidumbre disfrutara tambien de ella recien hecha.

Aquella preocupacion de Mirtros le llego clara, el sondeo era equitativo en aquel contacto consentido, al tiempo en que aquel chico sondeaba su mente, el podia ver un tanto de la ajena, los sentimientos mas fuertes eran los que saltaban a primera instancia, comprendio la preocupacion del mas joven y de la misma manera sintio esa hostilidad por una idea equivocada, no habia dudado en dejarle hechar un vistazo al rostro angelical de Jonathan. A esa idea de que era demasiado importante en su vida y una vez que el contacto se rompio y escucho a Ezequiel nego con la cabeza suavemente.

-No es un problema... en realidad, me trae una sensacion agradable, es como si estuviera charlando con Dae, ambos son jovenes e impetuosos, honestos con sus sentimientos.-

Vio el pequeño festin que les llevaban y los aromas llenaron el ambiente su sentido, los buñuelos de chocolate especialmente captaron su atencion y fue el primer alimento que toco. Miro con algo mas de curisidad a Ezequiel y solo por molestar un poco al angel fue que le reprendio cariñosamente.

-La comida primero, el postre despues.-

Claro que al tiempo que decia eso, el mismo daba una mordida al buñuelo, guiñandole un ojo.

Permaneció silencioso pero no muy a gusto con ver como el picaban el ojo a su hermano Ezequiel. Ese demonio adulto a pesar de los años no parecía haber perdido la coquetería. Era gracioso por que Mirtros solía ser coqueto, pero esta vez algo lo tenía bastante entretenido.

-¿Dae?...-lo observó curioso ya al lado de la mesa y tomando un pastelito de limón. De pronto lo elevó en el aire algo inquieto y lo cogió con rapidez, apoyándose en la cabecera de la cama junto a Ezequiel.

-No pude evitar escucharlo...puesto que lo comparan conmigo tal vez tenga el derecho de saber un poco de ese tipo.-murmuró al tiempo que volvía a lanzar el pastelito y se lo comía de una sentada.-Madre los prepara justo como a mi me gustan..waa...

Se sopló a si mismo la boca notando que estaba demasiado caliente aún, pronto se sonrojó frente a los otros dos demonios y con disimulo se llenó un vaso de agua.

El ángel sonrió divertido al escuchar como lo comparaba con Dae, le trajo muchos recuerdos del bar averno y como conoció al joven y en que situación.

-Mjmjmj...entonces debo suponer que no es la primera vez que le confías tus pensamientos a un demonio más joven.-sonrió hasta casi no verse los irises bastante divertido.- Sí, Mirtros también es impulsivo y no siempre recuerda sus modales...pero en su caso ha sido criado entre ángeles, el conde acogió a sus padres a cambio de que le sirvieran...

Omitió el motivo del por que, no le gustaba hablar demasiado delante de Mirtros o podría afectarle volver a recordar como renegaron de sus padres su propia raza. Ezequiel volvió a sonreír cuando el otro le guiñó un ojo, había más confianza entre ellos después de todo lo sucedido, sabía que Michael era un valioso amigo al que ahora le debía un gran favor.

-Cierto...dejemos el postre para el final.

-Hasta donde pienso que es adecuado...-

Menciono a Ezequiel referente a abrir su mente y de nuevo un atisbo de culpa le lleno la cabeza, algo que dej o ir rapidamente.

-Creo que esta en nuestra naturaleza... si tenemos el don y eso nos facilita muchas cosas, creo que no podemos evitar hacer uso de lo mismo.-

Tomo algunos bocadillos mas sustanciosos, dejando o intentando dejar de lado el postre, una verdadera muestra de fuerza de voluntad, dado que en efecto aquellas delicias eran especialmente exquisitas.

-Dae es un antiguo alumno mio, hemos seguido en contacto, es igual de joven que tu... quiza demasiado animoso para algunas cosas.-

No habia perdido detalle respecto al origen de Mirtros y lo que hacia en Heaven, de la aparente posicion que tenia en la vida de Ezequiel, mentiria si no estuviera realmente curioso al respecto.

Era un extraño desayuno, mas bien a modo de bufé. Posó el siguiente pastel cerca de sus labios y dobló ligeramente su torso algo coqueto observando a su hermano con cierta sensualidad. Nada que ver con sus pensamientos.

-Mi hermano es algo difícil...agradezco a Solei poseer ese don...

Tomó algunos bocadillos meditando alguna forma de sacar a Michael de aquella habitación y escuchando la conversación al mismo tiempo, parecía desear estar atento a todo. Ezequiel lucía muy a gusto en la compañía del mayor, tal vez demasiado y eso en Mirtros ejercía un efecto inverso de autoprotección.

¿Acaso por ser más maduro era más interesante? Ezequiel no debería poner sus ojos en tipos que le doblaban la edad. Él no era su hermano de sangre y estaba más cerca, mucho más cerca.

-¿Alumno?...-por suerte lo que le otro comentó alejó a Mirtros de aquel recorrido de celos por donde andaba perdida su mente. Celos infundados por él mismo, sin ton ni son.- Hey¡, no paran de decir demasiado impulsivo, demasiado animoso...juro que me estoy comportando.

De pronto señaló a su hermano y lo observó al mayor por le rabillo del ojo.

-Solo tiene tres años más que yo...no debería notarse demasiado a no ser que mi hermano sea un caso aparte.

-Tú eres el caso...solo es cuestion de tiempo que te sonrojes y hagas un puchero...-comentó tranquilamente dejando a un lado el caldo y hundiéndose ligeramente en la cama. En realidad no tenía demasiada hambre más bien un poco de sueño.

Tan solo giró hacia ellos y despacio acomodó su dorada melena hacia el lado contrario, estirándola ligeramente y hasta notándose más relajado al acariciarla. Le traía recuerdo de su padre aquellas noches que lo acostaba en su regazo y le contaba cualquier batallita para que Ezquiel lograse conciliar el sueño y alejarlo de las pesadillas que aún no terminaban de tomar forma. Solo hasta que en su adolesciencia todo se iab aclarando y su mente relacionaba unos recuerdos con otros, encajándolos como un puzzle.

-En realidad Daemon es más maduro que tú...estoy seguro...no debería incomodarte que lo comparen contigo...-se aprovechó de que Mirtros no sabía demasiado bien de quien hablaban para picarle el orgullo, son cosas que solo se permitía Ezequiel.-Tu puesto de capitán en la milicia de Heaven es más bien debido a tus dotes en el combate y ese afán de superación...pero no exaltes querido hermano.

A modo de regañina incluso, pero en vez de enojarse solo sonreía sereno, pues era tratar con un chiquillo celoso al que cualquier comentario parecía exaltarlo de lo que realmente debía desear en aquellos instantes. El ángel no necesitaba de palabras para reconocer lo celos, al igual que sabía perfectamente que pretendía Daemon aquella noche. La paciencia y el saber estar, siempre eran la mejor virtud de Ezequiel contra los más impulsivos.

-Ezequiel es un ser realmente aparte.-

Cerro los ojos un instante, como si con aquello recordara lo sucedido en los sotanos de Heaven, era especialmente agradable hacer remembranza de todo aquello y las conversaciones pasadas, no podia decir si era solo el caracter del angel, la esencia del alma, o solo su mentalidad, pero era sencillamente especial.

-Es un alma agradable, y hasta el momento me ha parecido una persona realmente centrada y con una paciencia realmente especial.-

Menciono abriendo los ojos para clavarlos en el demonio mas joven, estaba casi seguro o presentia que se contenia el rubio de momento en cuanto al trato con su hermano.

-Quiza las experiencias y vivencias es lo que forjan los caracteres tan peculiares... presiento que en ese sentido, aun te falta por vivir Mirtros, aun si ambos tienen casi la misma edad.-

Bajo un poco la vista, pensando en el dolor que aparentemente cargaba Ezequiel, aquello si era para preocuparse, si no era la primera vez que hacia aquello, si todo lo que sucediera antes... Una extraña pesadez se extendio por su cuerpo esta vez, el dolor de ver a un ser querido dejandose morir por voluntad propia... esos recuerdo que preferia mantener en lo mas profundod de su corazon por un instante trataton de salir. Termino recargandose en la mesa donde estaban aquellas delicias, sirviendose un vaso con agua, tratando que la frescura del liquido le quitara el mal sabor de boca que tenia... aun si era solo idea suya.

Los ojos acuamarina se movieron rapidamente ante la mirada del mayor y esa peculiar forma de mirarlo mientras le hablaba. Vivir más que él, seguramente si podía darse cuenta de ello. Su hermano había madurado más rápido a pesar de llevarse tan solo tres años.

-Tal vez...-murmuró ligeramente y dando a entender que lo aceptaba.Pero abrió sus labios para murmurar otra cosa mostrando su tanta firmeza y necedad, como imadurez.-por que ha sido forzado.

Supuso que eso sería más que suficiente tanto para el mayor como para Ezequiel. Aunque aquello último se le había escapado recapacitando tal vez algo tarde.

Notó la ligera tristeza en el demonio y Mirtros solo bajo la mirada a su propio vaso de agua. Ni siquiera la paciencia de Ezequiel parecía ser suficiente para soportar aquellas pesadillas. Y siempre surgía la misma duda en su mente. ¿Por que? ¿por que la única manera de hayar la felicidad para su hermano era aquella? ¿de verdad no existía otra salida?.

-Hermano...deberías tomar algo antes de descansar...-sin siquiera pedirle que quería, por impulso tomó un plato y cogió algunos de los dulces que sabía que tanto le gustaban. Se acercó hasta él y se sentó a su lado.- Vamos...

Ezequiel al escuchar la opinion que poseía Michael sobre él por reflejo sólo logró sonreír desde su nueva perspectiva y contemplando atento el nuevo panorama que le ofrecían aquellos dos mientras intercambiaban opiniones y se iban conociendo. Curiosamente el opinaba lo mismo del mayor, ya sabía mas o menos de sus defectos y de sus virtudes.

-Gracias...-observó ligeramente a Mirtros cuando vió como se le acercaba con aquella bandeja, tomando uno de los pasteles para no hacerle un feo al mas joven.- Hay algo que me gustaría que aprendieras de Michael...es necio a más no poder pero sus convicciones a diferencia tuya, estan bien asentadas sobre ideas lúcidas...no algo imaginario o pasajero.

Alzó las cejas al mencionar esto último esperando que Mirtros lo comprendiera, estaba seguro que lo haría. Iba a morder ese dulce pero de alguna manera no le sentó bien la idea de combinarlo con el caldo. Negó airoso y lo depositó en el plato.

-Mirtros, no tomaré nada más...

Su mirada se dirigió a Michaelpreocupado al verlo en aquel estado, sabía que algo no andaba bien. Pero se le escapaba de las manos, su corazón le decía que no era el indicado para tratar de apaciguar aquel sufrimiento y menos cuando él era el más vivo ejemplo de excasa fortaleza. Sí, estaba realmente lejos de poder alcanzarlo a pesar de tenerlo a tres pasos.En momentos como ese solo podía guardar silencio y esperar su reacción, justo como le sucedió aquella tarde. ¿Estaría enojado con él por lo que hizo o estaría recordando? Ese mirada ausente solo la había visto una vez.

Dejo el vaso completamente vacio, mas dueño de si mismo y solo sonrio ante las palabras del demonio mas joven.

-Nadie en esta vida la experimenta igual... aun si puede ser atraves de experiencias forzadas.-

Tomo un buñuelo de chocolate, el bocado le calmo la ansiedad que experimentaba, como si el corazon de la mujer que lo preparara impregnara aquel pequeño manjar que en su paladar parecia saciar cualquier cosa.

-Una parte ya la sabes... como me fue arrebatado algo de las manos.-

Miro significativamente al angel, como si en aquel momento solo estuvieran ellos dos, no por groceria a Mirtros, pero era algo que tenia algo de tiempo era una especie de secreto compartido entre angel y demonio en los sotanos.

-Las circustancias son lo que ignoras...-

Desvio el rostro en direccion de la ventana, la espesa bruma que antes flotara por los alrededores se disipaba con los primeros rayos del sol que finalmente iba apareciendo en el horizonte.

-Aun si solo me pertenecen a mi y a esa persona que perdi... Dejarse morir, te parece realmente que es algo que solo te concierne a ti? Esa persona que perdi... murio en manos de angeles, pero al mismo tiempo se dejo morir... mi ser amado... se sacrifico, pensando que hacia un bien, quiza victima del dolor... no puedo saberlo, por que me dejo aqui, solo... sencillamente me dejo atras-

Giro el rostro suavemente, decidido, aquella pesadez en su pecho, no pensaba experimentarla nuevamente, aun si el sentimiento no era el mismo, no volveria a pasar por algo asi, las palabras de Mirtros le habian puesto ya en alerta sobre el dolor que aun parecia seguir en el corazon del rubio y que seguramente no le dejaria a menos que muriera. Era demasiado egoista de parte de Michael, pero no podia permitir aquello.

-No tienes idea de cuantos dejé yo atrás...¿experimentar el dolor de uno solo? ...-negó ligeramente con la cabeza. De pronto se levantó de la cama y se acercó a Michael con pasos lentos, pero había logrado descansar en ese periodo de tiempo y ahora se sentía con más fuerza.- Según entendí alguien más falleció en aquella tragedia, pero no me refiero a tu pérdida sino a la contraria...

Lo sabía ambos habían vivido lo mismo y en su mirada había una extraña calidez hacia Michael. Abrazó al mayor por la cintura y se acurrucó allí un instante silencioso.Se quedó un instante escuchando los latidos de su corazón y dejándose llevar por algo más puro, después de un tiempo besando suave su mejilla.

-Lo que has sufrido tú lo sufrió luego el resto, ahora podrás experimentar en carne propia lo que sintieron y esa impotencia de no poder dar marcha atrás...-permaneció silencioso hasta que de pronto se separó y lo observó a los ojos.- ¿Que se siente al ser tú al que odian?...

Jadeó ligeramente y regresó a la cama, dejando en claro como se sentía él y que parte le había tocado vivir.

-Por odio, por venganza o por obsesión, la causa no justifica los medios...hay miles de refranes que dicen siempre lo mismo y es cierto...-se abrigó silencioso y observó a Mirtros. Duró bastante tiempo pensativo.- Soy un mosntruo...hice tanto daño a la persona que más amaba que esta se vio imposibilitada, practicamente me dejó avanzar...demostrando que nadie es el eterno héroe que todos esperan...por que todos sabían que él era el héroe y sin embargo...no tuve en cuenta sus sentimientos, no caí en la cuenta de que yo tambien era importante para él por que solo importaba yo...

Permaneció unos instantes silencioso.

-A él lo sacrificó su propio dolor, así que nunca podrás culpar a la persona que amas de lo sucedido...incluso si podía luchar por sobrevivir y no lo hizo. Su alma lloraba por todos sus hermanos, por su gran error...-entrecerró su mirada y la desvió hacia la ventana.- Hay miles de sentimientos encontrados en mi interior...pero quiero que tengas en cuenta lo más importante...No hablas con un alma en pena...hablas con el diablo.

Así de claro y simple, el era el "Diablo", a su conveniencia los arrastró a todos por su propio sufrimiento. De pronto sonrió co ironía y observó al otro por le rabillo del ojo.

-Je...no deberías encariñarte con el malo...-entrelazó sus dedos nervioso y se los observó fijamente, había sangre en ellos aunque no estuviera allí. El conde había sido víctima de su obsesión ¿Y que había del? ¿realmente merecía vivir? por que una parte quería, pero la otra le decía que era un peligro viviente. Los ojos avellana se cristalizaron pero sin embargo no lloró, no había mas oportunidad para él que ser perdonado, era su única salida. Solei lo había hecho pero ahora lo ponía a prueba...¿por que? todavía era necio en comprenderlo.-Soy...soy un mosntruo...no debería ni sonreír...

Noto aquella mirada calida, le habia visto atravesar la habitacion mientras le escuchaba, se quedo en silencio y quieto sintiendo como ese cuerpo mas delgado que el suyo se abrazaba a el, esos brazos rodeandole la cintura y el mismo correspondio el abrazo de forma protectora, como si ambos necesitaran realmente de ese contacto, acaricio aquella cabeza, el tacto suave de aquel cabello del cual parecia estar orgulloso el rubio, un instante que parecio eterno hasta que Ezequiel se aparto.Le escucho en silencio comprendiendo lo que decia, intentando ver las cosas a su modo. Permanecio largo rato pensativo, su mente seguia en aquella epoca, en lo que llamaba su locura, su tormento.Termino por sonreir, mirandose las manos, como si estuvieran aun manchadas con aquella sangre que derramara en su momento, miro a Ezequiel tras escucharle decir que se sentia un diablo.

-Solo somos seres con corazon.-

Se acerco a la cama donde el angel volvia a reposar, termino por sentarse en la orilla de la misma, tocando ese rostro.

-Es que todos los angeles tiene que ser tan inocentes?.-Hizo un ademan por si intentaba protestar.-Nos dejamos llevar por las emociones. No podemos ser egoistas y ciegos en algunas cosas. Esa persona que ame, que llevaba a nuestro hijo en su vientre... me pregunto si no fui yo oquien le forzo a tomar el camino que tomo en su momento.-

Cerro los ojos, llevandose la mano al pecho.

-Puedo escudarme al decirme a mi mismo que por amor no le pude dejar, por amor fue que terminamos viviendo juntos, por que amaba a esa persona es que no podia dejarle facilmente... no tienes idea de cuanto me alegre cuando ese ser angelical me correspondio...-

Solto el rostro del angel, clavando la mirada de nuevo en sus manos. apretandolas con fuerza, casi como si intentara contener algo con todas la fuerza que posea, casi al punto de hacer sangrar la palma cuando las uñas se clavaron en la carne.

-Mi egoista sentimiento me llevo a lo que llame vida, pero... nunca fui un ser que fuera capaz de dejar ir lo que sentia era mio, conoces tu el sentimiento?, mis ideales, mis seres amados.. son cosas que tengo que atesorar.-

Se levanto con impetu con furia contenida, acercandose de nuevo a la ventana.

-Soy egoista, y mi amor murio por ese egoismo, por mi ceguera. Sebel dio la orden... Tenia que regresar a Heaven... no pude dejarle ir, era mi otra alma, mi otra mitad... nuestro hijo crecia en su vientre como podia dejarle ir? Lo sabes no? lo que sucedio con los angeles que llamaban traidores una vez que fueron capturados o que estos se entregaron.Las falsas promesas de acabar con la guerra si todos los hijos de Heaven regresaban, eso... eso fue lo que provoco que regresara... mi angel creyo esas palabras y...-

La imagen de ese cuerpo siendo mancillado, la sangre corriendo mientras la vida se escapaba, esos ojos que perdian ese brillo, se mordio con fuerza el labio, ahogando un gemido de dolor.

- Aun si habia ido furtivamente, aun si se suponia que era un general de Hell, aun si no debia estar en Heaven, no podia sencillamente dejar a mi angel asi... pero habia llegado demasiado tarde, Diras... por que te cuento esto... no imaginas lo que paso despues de que aquello sucediera?-

Las imagenes se volvian rojas en los recuerdos del demonio... la furia le habia cegado, el odio y la rabia eran lo unico en su corazon...aspiro el aire con lentitud como si el solo acto le doliera hasta el alma

-Muchas vidas se perdieron a causa de mi mano... mi egoismo le quito la vida a ese ser que amaba, quite la felicidad de muchos otros, za nje sus sueños, sus familias seguramente habran sufrido... cause destruccion e iba a dejarme morir... que podia ser esta vida sin mi angel... sin mi otra mitad.-

Cerro los ojos masajeandose las sienes,recargandose en el primer mueble que estuvo a su alcance, no presto atencion realmente en donde se ponia, sencillamente necesitaba un apoyo.

-Intente hacer lo mismo que tu muchas veces, de maneras diferentes... dejandome morir, provocando la ira en otros.. mi mano o la de alguien mas que mas daba... deje todo, era joven entonces y no comprendia; no veia lo que estaba a mi alrededor, despues de todo que importaba lo de mi alrededor cuando mi egoismo me cegaba de nuevo...-

Levanto la mirada dolida y clavo los ojos acerados en el angel.

-Hasta que una mano amiga me dio la ayuda que necesitaba... No podemos escapar del dolor, si pensamos que tenemos un pecado que cargar, es demasiado cobarde sencillamente morir, si realmente estamos arrepentidos por lo que hicimos aun si sabemos que fue un error, solo queda enmendarlo... vivir... vivir por esos seres que llorarian por nosotros... vivir para pagar las culpas que cargamos... somos seres que tienen derecho de vivir, de equivocarse... desperdiciar estas vidas que nos han sido otorgadas mancillandonos, viviendo en el dolor no tiene significado alguno... vivimos para experimentar, erramos para comprender, para un futuro.-

Sonreia de nuevo, con tranquilidad y ese aire paternal.

-Sigues vivo por una razon... algo debes hacer con esta existencia... aun si no sabes o comprendes el por que... ni bueno o malo... ni siquiera un demonio... eres sencillamente un ser vivo, uno que debe aprender a lidiar con los pecados para compensar y llevar a cabo su mision en esta vida.-