Desconcertado

Correspondió aquel beso saboreando aquella danza como si realmente fuera una de fuego, dejando que esa sensación caliente acariciara lentamente su lengua la cual luchaba por mantener su dominio sobre la otra provocando que el sentir intenso se extendiera como una oleada por su ser recorriendo hasta aquel punto donde mostraba su pasiones bajas.

Su mano dejo un camino de caricias lentas por el vientre ajeno, dibujando aquellas expresiones que mostraba lo bien que trabajaba su cuerpo, se deslizo por debajo del pantalón rozando su excitación, su dedos rodearon la hombría a liberarla de aquellas prendas dejando que se moviera con lentitud empezando a mastubarlo así mismo tratando de él concentrarse aun cuando aquellos movimientos del ajeno lo provocaba mas.

-Te gusta ser directo, eh?.-

Las manos de Jazbel se deslizaron en direccion de la espalda del albino, recostandose practicamente por un instante sobre el albino, jalandolo a modo de que quedaran de costado, delineaba la figura, aun sin dejar en paz esos labios que le invitaban a pecar.

Los ojos plateados brillaron con la lujuria y los instintos mas bajos que embargaban el cuerpo del rubio en ese instante.

Seguía con aquellas travesuras de forma lenta y pausadas de momento, era un juego que iba en dar y quitar buscando enloquecer al ajeno, le encantaba jugar de esa manera mientras seducía esos labios que le correspondía sin problema, aunque de cierta forma parecía ir perdiendo él, pero aun así seguía buscando hacerlo enloquecer, dejo aquellos labios bajando sus besos por su cuello y dejando una mordida en su manzana de adán.

Un experto escondido en la fachada de un jovencito. Irresistible suerte la suya, devorar al hijo del regente, acaso sabia su padre lo que el pequeño diablillo hacia a su espalda?

Sintio como se hincaban esos dientitos en su cuello, seguramente dejaria marcas. Atajo entre los dedos por encima de la ultima prenda que poseia aquel cuerpo, con destreza ganada por la experiencia recorrio el miembro semi erecto del albino. Jugueteo y pellizco la punta, mirandole aun

-Sabes tu las inconveniencias de poseer una prenda como esta?.-

Mordio el lobulo del oido, tras lamerlo con lentitud y continuar frotando esa area sensible de Kitsune, tenia el cuerpo a un costado ahora, como acunandolo en aquella cama de sabanas color sangre

"¿Inconvenientes?, ¿Realmente lo hay?"

Aquella sonrisa que se dibujaba en sus labios realmente podía se algo que podía dar mucho que hablar en esos momentos, era traviesa pero aun así podía jugar con inocencia, era la mejor arma de aquel dulce demonio o más bien pecador ser.

"No lo creo...."

Se movió para escaparse del ajeno suspirando y relajándose un poco ya que parecía ir perdiendo, tiró al otro demonio para que quedara de nuevo contra la cama, pero antes de que pudiera hacerle la jugada de apresarlo de nuevo deicidio atarlo a su cama.

"Así me pareces más tentador."

Declaro cuando se notaba aquella cinturones negro que descansaba en cada punta de su cama moverse para enredarse en el otro, si, era divertido adquirir esos artículos mágicos.

Se dejo atar el demonio de cabellos b lancos estaba dispuesto a ganarle en la batalla, quien era el para poner resistencia a los jugueteos, ganar, perder eran cosas sin significado en el placer.

-Ven a por mi entonces, demuestrame lo que esos labios y ese cuerpo sabe hacer-

Los ojos plateados le invitaban, demostrando lo quieto que estaria de momento en espcial cuando aquellas correas magicas le tenian bien sujeto.

"Pareces muy confiado de tu victoria..."

Le menciono pasando a dejar pequeños besos en su pecho antes de buscar terminar de deshacerse de la ropa del mayor, dejando que eso fuera por igual condiciones pues el juego de ese modo era más tentador, se sentó sobre sus cadera, dejandole ver así su cuerpo, pasando a jugar un poco a mover lentamente sus mechones largos que acariciaron su figura.

"Aun nada es seguro..."

-Vencedor o vencido no es lo mismo?-

Le pregunto quedamente, mirando detenidamente el cuerpo delgado y blanco del principe del Hell, los botoncitos rojizos y sonrosados del pecho comenzaban a erguirse en aquel cuerpecito, maldita tentacion. Malditos preambulos, debia haberle arrancado la ropa desde el comienzo

-Justo ahora algo en ti pide a gritos atencion mia-

"Mm, no lo es..."

Susurro contra los labios ajenos permitiendo que sus alientos se entremezclara antes de sólo permitirle sentir un poco más cuando chupo el labio inferior del ajeno, su manos dejaron un leve desliz por los pectorales del mayor antes de continuar bajando por el abdomen de este y dibujar sus expresiones, movió sus caderas provocando roce en la hombría del otro sintiendo su reacción.

"Aun no me encuentro tan necesitado..."

Declaro antes de moverse un poco donde una de sus manos llego donde se encontraba la hombría ajena y rozó la punta, se relamió los labios en su pequeño juego de tentación, se vio abrir sus piernas inclinándose un poco hacía atrás pero si estar de todo fuera de aquel cuerpo.

"Seguro tu eres el que más desea que esta parte tuya entre en mi..."

Sus dedos traviesos que abandonaron la hombría del otro demonio rozaron su entrada jugando así mismo entre sus caricias.

-Que clase de ser seria si no despertaras en mi el deseo pequeño principe?-

Le miro fijamente ambos ojos reluciendo en deseo, removio su cuerpo un poco a modo de que esa parte impudica que lucia erguida ahora tocara los gluteos y rozara mas descaradamente esa entradita que era profanada por los dedos del principe en su intento de provocarle, hizo fuerza en los amarres que no se soltaron, ese muchachito jugaba sucio pero el podia igualar las cosas.

-Vas a dejarme justo asi? no ibamos a jugar los dos juntos?-

Removio un poco mas el cuerpo

-No te tienta esta parte mia?-

"Cierto veo que eres muy saludable."

Comento con una sonrisa continuando su pequeño juego, en sus auto caricias, sus dedos podía llegar a rozar sus pezones o simplemente dejar caricias largas por su cuerpo, pero su otra mano no se negaba de todo en el juego porque se encontraba atendiendo a su entrada, moviéndose lentamente.

"Es demasiado tentador pero no puedo dejarte jugar si no lo pides de manera adecuada."

Mordió su labio y sus dedos se retiraron de su interior moviendo su cadera para poder rozarse contra la hombría del otro demonio sintiendo su palpitar rozar contra su entrada, siguió moviendo su cadera provocando de esa forma al demonio.

Arqueo una ceja, menuda posicion en la que se encontraba, su miembro palpitando deseoso por un poco mas, las imagenes del principe de Hell acariciandose, jugando consigo mismo lo ponian al mil y estaba su orgullo de por medio, una balanza mental le ponia a decidir, su orgullo o su necesidad, se regaño a si mismo era obvia la respuesta.

-Te rogare y suplicare, te dejare ver que tan deseoso estoy, solamente si me sueltas-

Taladro las orbes rojo carmesi con las de color plata suyas

"Eso puede ser una linda trampa."

Declaro lamiendo los labios ajenos, moviendo más su cadera para que sus glúteos se rozaran con existencia contra aquella hombría provocando que llegara a rozarse mucho más contra su entrada y que casi notara que iba a profanar un poco de ella, pero nada más que ellos porque era sólo tentación.

"Aunque si prometes ser bueno puedo hacerlo."

Jadeos lascivos, mirada lujuriosa, una sonrisa de malicia pura en aquel rostro tentador que ahora invitaba al principe a arriesgarse, con voz aterciopelada hablo solo para tentarle.

-Kitsune... su sexy alteza; desea que me porte bien?-

Dejo su boca abierta, su lengua tendadoramente se removia dentro de la cavidad, ni un pestalleo le hizo apartar la mirada de esos ojos carmesi

-Se que desea que sea tan malo como pueda, tanto como yo deseo ganar terreno en ese cuerpo suyo, el martirio es mutuo y aun si trata de ocutarle.-

La mirada fue a dar justo entre las p iernas de el principito travieso

-Esta tanto o mas deseos que yo-

Sonrió a escuchar aquellas palabras, bueno podía tener algo de razón el demonio, capturo aquellos labios para saborearlos y robarle su alientos mientras que lentamente provocaba que aquellas ataduras se soltara, dejando libre al ajeno para continuar con aquel juego pues le parecía algo realmente entretenido, en el leve fricción de sus cuerpos buscando un mayor contacto.

Mordio los carnosos y voluptusos labios rojizos ya por los besos anteriores, introdujo su lengua en la cavidad ajena, luchando por un territorio explorado anteriormente, le tentaba de igual manera invitandolo a introducirse en su boca, a explorar cada tanto, los cuerpos sudorosos y sensibles para ese instante retozaban acompasados ante las caricias y los escarseos lentos y apasionados, Jazbel comenzaba a mover su cadera, tocando con la punta aquella entradita que le invitaba a pecar.

-No es mejor ser honesto con lo que se siente?-

Aprovecho la posicion en la que se encontraban para devorar los pezones ajenos, acariciarlos y pellizcarlos con los dedos.

Correspondió aquel beso ahogando así su lujuria un poco, saboreaba aquella intrusa que se movía en un vals con su lengua, dejando esa sensación caliente fundirse completamente en su ser, continuo lentamente aquel camino de pecado cuando acariciaba ese cuerpo bajo suyo que provocaba juntar más su cuerpos, y aquel atrevimiento no paso desapercibido pues el toque de aquella hombría en su entrada era muy tentador.

"Lo es... Pero también de la otra forma..."

-Eres una especie de masoquista?-

Mordio con fiereza un boton rojizo ya de tanta atencion que recibia, aferro las nalgas con firmeza, dejando pellizcos en la piel, haciendola enrojecer, tomaban un tono tan bonito, casi como manzanitas, sentia la ansiedad de querer tomar ese cuerpo, y al mismo tiempo sabia que no se podia tener por completo algo tan rapidamente o la diversion podria terminar.

-Por que yo especialmente no lo soy-

Jadeo a sentir aquella mordida en su pezón pasando a causarle un estremecimiento, le dejaba hacer por unos momentos, deteniendo sus manos en pequeñas caricias sobre los hombros del ajeno antes de recorrer lentamente aquellos fuerte brazos, sonrió a escuchar sus palabras.

"Entonces deberé hacerte el gusto..."

-Las esposas y los latigos no me van-

Le palmeo las nalgas con cierta fuerza tras ver que aquellas atenciones no le molestaban al demonio albino y atajo el cuerpo con fiereza, haciendole levantarse un poco, empujandole y señalandole que debia permanecer hincado llevo la cadera del menor practicamente hasta la altura de su cabeza

-Mejor que te agarres de algo-

Mascullo antes de apresar en los labios la excitacion de Kitsune cogiendole por los muslos

"Mm, Que pena..."

Aquella nalgada hizo que su piel se viera sonrosada en la área donde la recibió a la vez que causo un estremecimiento por el dolor que podía atraer el placer, lo que le sorprendió fue se atraído de pronto para se ordenado a acomodarse de cierta forma, sintiendo como la cabeza del ajeno fue a estar enfrente de su excitación dejando que el roce de su aliento se sintiera.

Suspiro solamente ante aquella palabras que fueron preámbulo de sentir la boca del otro, sintió un cosquilleo que le hizo relajarse antes de empezar a saborear el placer.