Él dice, ella dice

Sonrió como agradeciendo el halago, aunque ya sabía que se le veía bien, no es que fuera vanidoso, bueno en realidad si, es que todo le quedaba tan perfecto, seguro que aunque sólo se envolviera en una tela le quedaría supe bien. Volvió su vista cuando escuchó que iba a decir algo que al parecer se suprimió del comentario, bueno sólo lo dejo mientras se quitaba de nuevos las prendas para algo más.

“Si no te molesta ir a vivir al palacio por mi bien, mientras más fieles tenga mejor, prefiero gente leal de corazón que sólo seguidores por ser hijo de mi padre.”

Vivir en palacio... ¿estaba bien para alguien como él?

"¿Tendré que dejar a mis padres? ¿Podría... podría cuidar de ellos todavía? Ellos me necesitan aún..."

"No, puedes traerlos contigo si gusta, le puedo dar un espacio para que se queden."

Declaro con tranquilidad, viendo el segundo conjunto, se ceñía a su piel pero aquel tono oscuro le agradaba, hacía relucir mucho más en su clara piel, debido a que tenia corte a bordado en cierto punto dentro de la prenda como para llamar mas la atención, decidió dejarse ese.

"Aunque tal vez no sea amplio pero estarán cómodos."

"¿Lo haría de verdad, mi señor?" preguntó con emoción que apenas podía contener su voz "¿Le... le daría un lugar a mis padres?"

De no haber estado en shock, los ojos se le habrían llenado de lágrimas y se hubiera echado a llorar allí mismo.

"Mi señor... no se arrepentirá, no sólo yo, también mis padres y el familiar de mi padre, todos estaremos a su servicio y le seremos siempre fieles. No encontrará en Hell alguien más dispuesto a recompensar su amabilidad"

Sonrío, emocionado, pero no podía evitar cierto detalle.

"Si me permite un primer actor de sumisión... no deseo que ningún secreto en mí pueda hacer creer a mi príncipe que soy poco sincero..." Se llevó las manos a sus propias prendas, aprovecharía que estaban en el vestidor, que estaba... seguro. "Quizás, antes de aceptarme en su palacio usted quiera saber... quien es realmente su sirvo"

Le confirmo sus palabras, bueno mientras tuviera más fieles mejor para él, siempre era bueno tener gente dispuesta a sacrificarse para lograr su objetivo y no era para nada una mentira lo que había dicho realmente le gustaba conocer los mestizo porque era como lo raro entre lo puro, su curiosidad era lo que le llevaba a experimentar a final de cuenta, era por eso que tenia todas sus mascotas tan peculiares, aparto su mirada del espejo antes el gesto.

"Te escucho."