Paseando priv. Mirtros

Había disfrutado de un hermoso atardecer perdido en sus propios pensamientos, recordando con cierto anelo en la mirada al príncipe Cromwel. Nunca creyó que un solo encuentro con el príncipe lo perturbase tanto, tan solo lo había tratado de cerca una vez y ultimamente solo lo observaba de lejos y le sonreía discreto, pero no le permitía acercarse demasiado. Si al príncipe le resultaba extraño no lo culparía, pero Mirtros lo hacía por el bien de los dos. Ezequiel se lo había aconsejado y el simplemente obedecía a su hermano mayor.Al pasar unas horas Mirtros despertó en medio de la playa donde se había relajado más de la cuenta y ahora simplemente era de noche. Con asombro observó a un tipo bañándose desnudo en la playa a la luz de la luna y solo se incorporó, quedándose allí sentado y sacuciéndose la arena en el cabello.

Echó las palmas de sus manos hacia atrás y las hundió despacio en la suave arena, cualquiera diría que no tenía la más mínima intención de marcharse aún de allí. Era una noche espléndida, con el relajante sonido de las olas inundando sus oídos y al parecer andaba disfrutando de cierto espectáculo el cual acababa de descubrir. Estaba algo sonrosado al ver como aquellas gotas de agua caían con suavidad por el cuerpo ajeno hasta que el otro giró. Enarcó una ceja al verlo y como se percataba el otro de su presencia, lo habían pillado.

-Soy un demonio que disfruta de la brisa marina...-murmuró tranquilo con una sonrisa suave cruzando las piernas allí y cerrando los ojos al notar la brisa mecer sus cabellos.- Tranquilo...si te incomoda mi presencia me puedo trasladar mas al oeste.

Le sonrió al terrano al escuchar su comentario y negó ligeramente.

- La verdad es que yo tampoco...este lugar suele atraer a muchas personas...pero cuando la noche cae es tan hermoso como solitario...-alzó su mirada a las estrellas un instante y tomando la desición de visitarlo más a menudo. Mirtros acababa de descubrir su lugar favorito y eso si que era una buena noticia, sobre todo por que se encontraba en Heaven.

Pronto se levantó de la arena y dio unos pasos discretos dejandole al terrano algo de intimidad pero parecía andar algo curioso, nunca se había tomado un baño a esas horas de la noche.

-El agua debe estar helada...-comentó ojeando el suave danzar de las olas, ¿el mar era de fiar?

-Yo adoro la oscuridad, uno aprende a percibir los sonidos de otra manera pero al ser demonio la noche no me supone un problema...-despues de todo era su elemento y sus ojos estaban más adaptados que cualquier otra raza.

Observó luego como el terrano se secaba el cabello y le sonrió ligeramente con un tono amable en su voz.

-Si lo desea puedo ayudarlo a secarse mejor...-solo necesitaba su mechero, ese artilugio que le había visto a Michael.

Ante la pregunta del terrano sonrió un instante.

-Soy capitán de la guardia...-cuando el otro ya estaba vestido cortó un poco la distancia a una más amena.- Supongo que debes ser terrano, puedo diferenciar a los de mi raza...

Parecía curioso, nunca había visto a un terrano tan de cerca.

-¿y tú en que trabajas?...-murmuró por lo bajo, Donovan parecía muy fornido.

Mirtros lo observó curioso, sabía demasiado que aquello no era de su incumbencia pero solía ser más directo cuando algo realmente daba la impresión de afectar a otros. Sobretodo por que a pesar de ser un demonios no era nada egoísta y no solía buscar malicia en la gente aunque cuidase bien de si mismo.

-No obstante...un trabajo que no nos gusta no suele ser fácil de llevar...¿hay algo en especial que te incomode de tu profesión?

Sus últimas palabras le hicieron sonreír, recordando cierta conversación que escuchó tras la puerta de su hermano Ezequiel con cierto demonio. Mirtros sabía mentir deliciosamente cuando se lo proponía y ultimamente estaba tramando algo por su cuenta.

-¿Y quien dijo que tenías que olvidarte?...esa desición es solo tuya, la gente que nos rodea nunca está corforme con nuestros ideales pero no por ello hay que tirar la toalla...- de pronto se oyó un ligero maullido mientras el demonio insertaba las manos en los bolsillos y caminaba sobre sus pasos algo despreocupado.- es lo que siempre dice mi hermano...aunque no siempre logro entender sus palabras.

-No...y seguramente nunca la tendré...debo respetar un pacto que hice desde hace mucho tiempo.

Odiaba a los demonios y pensaba como algunos ángeles, los mestizos vivían mucho menos y sus poderes eran discutibles, prefería proteger a los que consideraba su auténtica familia aparte de sus padres. Observó al terrano curioso por su pregunta y le sonrió con suavidad.

-Dime una cosa...¿tu que opinarías de un demonio dirigiendo un ejército de ángeles?

Spoiler:

-Hum...no te quejes demasiado...-le sonrió pícaro y le guiño un ojo divertido, dejando sus huellas en la arena cuando se acercó a la orilla del mar.

-Tú eres libre de elegir con quien estar...en cambio...yo...cuando te fijas en quien no debes...tienes que ocultarlo...eso es mucho más difícil que tan solo sufrir por no encontrarlo.

-son demasiadas disyuntivas en verdad...supongo que cada cual afronta los lios amorosos lo mejor que puede...ya habrá suerte.

Le sonrió amable, tan solo podía animar al otro, él tambien lo hacía de paso.

-Eh?

Observó al terrano sorprendio ante lo que dijo, parecía distrído con el cierlo nocturno y la luna llena reflejándose hermosamente en la línea del horizonte.

-¿Quieres que te acompañe?...-le sonrió ligeramente divertido.-Está bien, igual dejaré que elijas el lugar...¿te parece?

-Creo que sí...es solo que no acabo de descubrir mi lugar preferido.

Murmuró ligeramente rascándose el puente de la nariz algo indeciso, sabía que el terrano quería socializar con él y prefería que él eligiera el lugar.

-Hay muchos parajes más en Heaven en realidad...puede que suene tonto pero...¿puedo hacerle una pregunta? ¿Para usted es importante tener su lugar favorito?...es que ando aquí y allí, pero aun no tengo predilección por alguno.