Peculiar

-Es algo complicado de manejar por que mi familiar en particular se bloquea, los familiares suelen tener opinión propia pero no suelen desobeder una órden...En mi caso llegaron a creer que no podía tener un familiar y la verdad que fué difícil conseguir invocarlo.

Sonrió apenado por ello y se sonrosó recordando aquellos días. A lo lejos de escuchó el sonido de unos pasos y vasos y platos chocándose, seguramente su macedonia estaba en camino.

-El entretenamiento consiste en encontrar una conexión con tu familiar pero con la mía me llevó meses...ya obedece mis órdenes pero tuve que ingeniármelas para que no se bloqueara...es el inconveniente de las hidras, debes mantener a todas sus cabezas en un estado neutral y aprender a controlar tus emociones o puede repercutir en ella...-entrecerró su mirada hacia el príncipe al verlo tan interesado y le sonrió suave.

-El familiar está en completa sintonía con su amo y tiene acceso a sus emociones y pensamientos. Sino está bien entrenado y su amo se siente intimidado, puede atacar en respuesta a sus miedos...pero tienen algo positivo, te ayuda a conocerte mejor a ti mismo por que suele ser un reflejo de tu estado de humor...es muy intrincado...

Spoiler:

"Una hidra" la curiosidad fue evidente en su voz, como si por unos momentos se tratara de alguien menor escuchando un cuento fantástico del que quería saber cada detalle para poder imaginarlo.

"Entiendo, pasa similar cuando se es general, lo verás en tu cargo. Una cantidad importante de seres a tu cargo, todos con pensamientos, miedos e ideales distintos, todos intentando hacer lo mejor cuando mucho nos están aun seguros de qué es, y uno al frente para guiarlos, para encaminarlos y ayudarlos a enfocarse en un objetivo común, un alguien firme en creencias y seguro, porque dudar bien puede transmitirle ese miedo a ellos. En el momento que hay que hacer una decisión crucial, es realmente cuando sabes dónde está tu corazón"

Sonrió, mirando al menor tratando de imaginar el carácter de ese familiar que le describía, imaginando su esencia, ahora aún más deseoso de conocerlo.

-Claro que en la práctica la teoría cuesta más entenderla...-Las palabras que salieron de entre aquellos labios no hicieron más que arrancarle una sonrisa de diversión algo seductora, nata en Mirtros y confirmar sus impresiones.-Es el inconveniente de las hidras...la mía tan solo tiene siete cabezas, compadezco a los que deben invocar una de nueve.-hundió la cejas concentrado es una especie de teoría que el mismo había improvisado a partir de su familiar, resultaba hasta gracioso verlo tan centrado.

-La primera vez que la invoqué no le había dado órdenes por que no pensé que algo pudiera fallar.Cuando le intenté dar la primera todas las cabezas me observaron y gruñeron...no conseguí que ninguna me obedeciera...Solo encontré una solución después de varios intentos...le dí nombre a cada de una de sus cabezas...al parecer no me obedecía por que solo la llamaba hidra y es bastante orgullosa...

Aunque su macedonia no aparecía y eso al demonio le extrañaba, giró sus ojos turquesa encontrándose con un par amarillento y su macedonia en la bandeja.-No eres algo joven para servir aquí...

El pequeño ángel negó sonrojado y sólo dejó allí la bandeja, Mirtros intentó decirle algo pero el menor salió corriendo al ser regañado por una voz lejana.

-¿Estaba escuchando?...-quedó algo perplejo, cuando tomó su macedonia la notó caliente. Al parecer si habían escuchado, demasiado. Justo ahora recordaba a quien le mostró la hidra para que dejara de molestarlo, era al pequeño, no podía entender por que de pronto su familiar le había interesado ¿que no le daba pánico?

Los cambios en la expresión ajena le parecían de cierta forma encantadores y trasparentes, al grado que, en otro momento, pudieran haberlo hecho reír levemente. Mirtros tenía la inocencia y transparencia de un cachorro, sin duda.

"Todos respondemos mejor cuando se nos trata como individuos, supongo, por eso es importante que cuides tu relación con todos, saber llamar a cada criatura por su nombre, ellos lo apreciarán"

Notó a donde iba a la mirada del demonio y las reacciones del pequeño ángel al que solo sonrió antes de verlo irse con sus padres. Sí, estaba escuchando... Y la conversación que le había venido tan bien, ahora le era causa de cierta aprensión. La problemática de confiar demasiado, pese a todo, aun cuando Mirtros era un caso especial, no dejaba de ser un demonio y presentarlo así a sus ángeles, a los que les pedía no fiarse...

"Así parece, has captado su atención, como la mía" comentó mirando más hacía el camino recorrido por el menor, aunque su tono fue bajo y un poco más reservado. Había miedos que no iban a irse tan fácil.

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De pronto sonrió apenado ante las palabras del príncipe y se sonrosó por su torpeza, en cierta forma se sentía sermoneado y no era para menos. Si la hidra huviera estado presente en aquel isntante toda la razón se la huviera dado a Cromwell.

-Debería disculparme con ella por mi falta de tacto...¿cierto?...hub...siempre pensé que los familiares tan solo se limitaban a obedecer, pero si es cierto que poseen personalidad propia y seguramente si son capaces de comprender los sentimientos de su amo, es por que ellos al mismo tiempo también sienten algo aparte...-Cromwell con su experiencia le había resultado un valioso guía en sus dudas y le bastaba con pocas de sus palabras.

De pronto observó curioso al príncipe, los ángeles tenían el don de entenderse con los animales aunque él solo se entendía con su hidra. Estuvo un rato silencioso mientras disfrutaba del agradable calorcillo y la delicada brisa que refrescaba un poco de vez en cuando y tomó un poco de su macedonia. Estaba realmente deliciosa y cuando tomó una bolita de coco, alguna migajas se pegaron a sus mejillas, dejándole un aspecto cómico.

-Si le soy sincero...hará cosa de una semana me encontré con el mismo pequeño y es un angelito demasiado persistente, se enojó por que no quería mostrarle a mi familiar...mi fallo fue decirle que le daría mucho miedo y el pequeño jugó a hacerse el valiente...Al final cedí, pero no fue buena idea...-suspiró largo y tendido.-le asustó ver tantas cabezas y salió corriendo...erm...debería tener más temperamento con los críos...solo que...bueno...de pronto hoy se interesó por la historia, creo que mi hidra debió comunicarle algo...eso explicaría que ahora tenga tanta curiosidad.

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Asintió mientras lo veía finalmente probar los bocadillos de la mesa, notando como unas migajas se quedaban en la comisura de sus labios y mejillas. Por un momento le pareció el tierno rostro de un conejito blanco con bigotes y mejillas esponjosas, pero la sonrisa que le sacó la disimuló ligeramente tras su mano que cubrió después con la manga de su túnica para usar esta para limpiar el rostro del menor.

"Bueno, los niños son curiosos por naturaleza... aunque eso sólo aumenta mi propia curiosidad, si es que pudiera conocerla, hablarle" comentaba mientras le limpiaba como si se tratara de un niño y no de uno de los capitanes del ejercito. "Si pudiera ver en sus ojos lo que hay en lo profundo de su amo..."

Sonrió levemente, aunque su mano se quedó por un momento sosteniendo el mentón el capitán.

"Nosotros no leemos la mente, pero tenemos algo que va más allá de las palabras o los pensamientos... Yo podría entender tus sentimientos, si los abrieras para mí"

Estaba consciente de que ese tipo de que ese tipo de conexiones podrían ser forzadas también, si el ángel más fuerte decidía intentarlo, pero él no era así, en ese sentido, era mucho más respetuoso, porque los sentimientos de cada cual debían ser sólo de ellos hasta que desearan compartirlos.

Sonrió ligeramente ante las ligeras cosquillas que notó mientras le limpiaba las miguitas con la manga.

-Puede...que más adelante se la presente...-murmuró sonrosado por el contacto, pero temía por el aspecto de su hidra y no quería de momento que la viera, tal vez quería entenderse un poco más con ella. Aquel agarre que permaneció en su mentón le resultó extraño, Cromwell estaba actuando demasiado cercano con él.

-¿Príncipe?...-murmuró más bien para sí mismo y notanto como aumentaba su pena, ese extraño calor en su pecho era comparable al de sus mejillas. No comprendía, no podía entender de que se trataba por que nunca lo había sentido. Pero de alguna forma lo sentía como algo peligroso, algo que no se podía permitir con el príncipe de Heaven. No sabía que buscaban en él y eso solo contribuía a confundirlo más. El bocadito de coco en su mano se dehizo cuando lo presionó con fuerza.

-Hub...-de pronto se jaló hacia atrás huyendo de aquel toque algo cohibido. Sus ojos turquesa apenas lo miraban, algo temerosos parecían buscar otra alternativa por que aquella imagen lo ponía nervioso.Desvió la vista tan solo unos segundos cuando de pronto lo flechó bastante sorprendido, a continuación frunció el ceño y solo asintió.

-Esta bien...pero, cuando nos conozcamos mejor...- cuando quiso recapacitar ya era tarde, cuestionándose a si mismo sus acciones.No paraba de obtener diferentes respuestas a la misma situación, aunque solo había actuado de una.

Mirtros...¿que acabas de hacer?

Escuchó la cómo se deshacía la bolita de coco en la mano ajena antes de que Mirtros se hiciera hacía atrás, alejándose de él sonrojado y esquivo, con la mirada desviada a algún otro sitio, dejando a Cromwell con la pose de antes, su mano ligeramente extendida sobre la mesa y el cuerpo apenas recargado en ella, tan sólo mirándolo.

Si bien había sido en primera instancia algo inesperado aquel movimiento casi brusco por parte del menor, no podía decir que lo fuera del todo. Por desgracia, sólo contribuía a esa desconfianza que no parecería irse nunca para los de cualquier raza que no fuera la de los ángeles puros. La expresión en el rostro de Cromwell, que por un instante había sido de pura sorpresa, ahora mostraba cierta ecuanimidad de quien ha visto algo que no era más que lo esperado.

¿De qué otra forma esperaba que reaccionara un ser de naturaleza dudosa?

"¿Cuándo nos conozcamos mejor?" una sonrisa más bien política apareció en sus labios al tiempo que se acomodaba en su asiento de nueva cuenta, propio y con la elegancia digna de su puesto "esperemos que eso pase pronto, entonces"

Su mente era un caos, llanamente un caos. Ni siquiera podía entenderse a sí mismo ni lo que realmente deseaba. Por un instante tuvo una ganas irrefenables de levantarse de allí, en su cabeza ya no se encontraba con Cromwel estaba un poco más lejos. Habían tocado algo en él que poseía deseos irrefrenables, algo más fuerte que su compromiso y su sentido del deber. Y lo peor de todo es que no lo entendía lo que le dictaba en aquellos instantes el corazón.

-Hay que algo que no entiendo...-murmuró suave de pronto, el no solía juzgar a los ángeles pero en ese instante. La mirada turquesa se alzó sobre la del príncipe Cromwel.- Trato de entender, pero ese pacto ni siquiera lo comparto con mi querido hermano Ezequiel...hum...

Enarcó una ceja y buscó en los ojos acerados como si ahí pudiera hayar la cura de su mal estar y sus dudas. Aunque antes de hacer su pregunta titubeó ,trato de explicar lo que sentía y pensaba sin mucho éxito, por que con tanto caos para colmo debía mantener el protocolo y deberle respeto.

-No soy partidario del mestizaje..no espera...no es eso...digo que hace tiempo yo hice un pacto para ser aceptado entre vosotros...tampoco...veamos...usted tambien es de ideas firmes y siempre habeis apoyado la pureza de eterna...¿no?...aceptarme así, sin más...no,no es solo que...nuestro trato siempre fue de príncipe a capitán...-de pronto sacudió la manos y se negó así mismo como que lo que acababa de decir no tuviera relación.- disculpadme...

¿Será que cuando soy nombrado capitán debo hacer ese pacto con el príncipe?...no recuerdo esa ley entre los ángeles...

Se levantó de allí antes de cometer alguna estupidez y simuló desear ver el hermoso jardín, las flores y un poco de la zona de Heaven que se podía verse desde allí.

-Debe ser que no leí bien el manual...pero no recuerdo haberlo visto por ningún lado...¿deberia revisarlo otra vez?...¿no?..- Jadeó profundo apretando las manos en su pecho y volviendo a negar otra vez.-¿Suele ser tan común entre los ángeles proponerse un pacto de sincronización?...¿tan pronto?

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Lo escuchó con atención, al principio entendiendo de alguna manera la reacción de demonio, pero después... en cosa de tres frases sintió que había dejado de seguirlo, o de poder hacerlo pese a intentar entender el ritmo de los pensamientos que llevaba, o el hilo que lo unía, permitiéndose por un momento una expresión más bien... confundida, con su cejas ligeramente alzadas y la mirada atenta.

Lo vio levantarse y andar dudoso por el jardín, sin perderlo de vista, realmente tratando de entender donde estaban realmente los pensamientos del menor. ¿El manual? Suponía que habla de su nuevo puesto pero... ahora empezaba a considerar genuinamente hacerle sentarse y tratarlo por insolación. A los demonios que pasaban mucho tiempo en Heaven eso podía pasarles, ¿no? Después de todo las mejillas de Mirtros se habían tenido de rojo en más de una ocasión.

Si no se hubiera tratado de un tema relativamente serio, quizás incluso se hubiera reído bajito, pero sólo se le dibujó una pequeña sonrisa en el rostro al tiempos que se ponía de piel para caminar y quedar a espaldas del menor. Posó su mano derecha sobre su cabeza y se asomó ligeramente por uno de sus costados, mostrando una sonrisa casi juguetona, más similar a la que recibían sólo los pequeños ángeles y admitió con cuidado.

"No sé de qué estás hablando"

Era como si hubiera agolpado todos los conceptos en su cabeza en un segundo y hubieran salido así, como un extraño collage de todas esas ideas. Quizás resultaba hasta tierno pensarlo, pero... tal vez debían aclarar unas cosas antes de que Mirtros resultara más confundido.

"Tienes razón... quizás es muy pronto y debamos hablarlo después." lo estaba tratando casi como un niño... pero en ese momento sentía que hablaba con uno, un lindo y despistado crío. "Tal vez quieras ir a descansar"

Spoiler:

Sintió esa mano en su cabeza y se agitó ligeramente, su sonrosado se antojaba en no irse. Hasta que su interior no se calmara y tomara de nuevo el control de si mismo, su diálogo resultaría algo incoherente. Movió tan solo su mirada hacia el lado que escuchó aquella profunda voz, sintió aquel cálido aliento en su cuello y respiró despacio.

-¿Eh?...del protocolo...digo...que lo siento, lamento haberlo confunfifo.-volvió a mirar al frente y cerró su linda boca antes de decir más tonterías. Antes de saltar al protocolo, pasó por el manual, por los pactos y unas cuantas sandeces más que no venían a cuento. Todo por una simple petición de buena fé, que seguramente era lo que deseaba el príncipe. Quería estar un poco más con él pero no sabía comportarse frente a él. Ese ángel había ejercido un extraño e incomprensible influjo sobre su persona.Mirtros no era así , su mente era ágil y siempre tenía una respuesta pero ahora se bloqueaba.

Asintió silencioso a lo último, era mejor descansar aunque la compañía había sido realmente agradable tenía mucho en que pensar y por que la cuestion de acceder a sus sentimientos lo ponía nervioso, puede que no fuera buena idea que Cromwell descubriera toda la inquietud que un solo día, unas pocas horas de conversación habían logrado en el demonio más joven.

-Me retiro con permiso...-se alejó de allí hasta la mesa disimulando tranquilidad, era desconcertante desear y no estar cerca del príncipe. Igual la macedonia estaba tan deliciosa, que no se olvidó de esta y se la bebió despacio antes de limpiarse los labios con un pañuelo y observarlo por ultima vez asustadizo.- Ahora si..me retiro...

Le hizo una ligera reverencia y caminó sobre sus pasos hacia el campo de entrenamiento para tomar sus cosas.

Spoiler:

Le soltó luego de que asintiera, dejándolo volver a la mesa a terminar su refrigerio antes de escucharlo despedirse por segunda ocasión, regalándole una leve sonrisa antes de asentir también.

"Adelante... procura descansar"

Volvió también sobre sus pasos para tomar nuevamente asiento y terminar su té, uno que ahora se hallaba frío, pero que igual percibió agradable conjunto para las bolitas de coco aún en la mesa.

Era un bonito día después de todo.

-Cerrado-