Sal

Bueno, definitivamente la escena había cambiado de colores ante la excusa de Gabrielle, pero procuraría no dudar de su palabra, sólo asintiendo antes de dejarle caminar.

"Puedes adelantarte si gustas..." dijo sin perder de vista al que parecía ser un terrano "¿puede volver a su camino?"

Admitía que no podía tomarle gusto a los seres de otras razas en Heaven, pero... era un diplomático. Usualmente, al menos.

Frunció el ceño al terrano frente a él...

"Los terranos no deberían subestimar tanto a la tierra y a los seres que abitan en ellos. ¿Cómo pueden seres que nacieron de la tierra ignorar por completo su conexión con ella?... Lo mejor será que se retire cuanto antes a sus tierras"

Porque dudaba que tuviera pasaporte y, aún así, ya se veía informando por telepatía a los altos mandos del ejercito de Heaven sobre el terrano, para que mantuvieran vigilado su avance. Odiaba que entraran a la tierra de sus hermanos como si fuera de ellos.

Dio un paso para atrás antes de seguir los pasos de Gabrielle para alcanzarlo.

Hay formas para asegurarse de que ningún otro terrano las quiera pisar.

Lo dejó hablar mientras seguía tranquilamente su rumbo, haciendo caso omiso a las palabras del terrano... la tierra, por su parte, no pareció estar dispuesta a ignorar por completo la forma en la que había sido insultada y decidió abrirse bajo los pies del viajero con toda la intención de tragarlo vivo y cerrarse sobre él.

Cromwell, si bien no iba a ser quien le diera una lección al terrano, tampoco le negaría el placer a la tierra de hacerlo, después de todo, de la tierra era que venían, a ella debían darle cuenta de los nutrientes que desgastaban de ella con sus cuerpos terranos.

Entró a la casa de Gabrielle disculpándose por los problemas.

"Me disculpo por no haber sido el más cortés invitado"

Sonrió a la respuesta del rubio mientras se acercaba a la mesa para tomar asiento junto a Gabrielle.

"Con tan cálidas palabras, no creo que importe si es té está frío, me sabrá bien porque la persona que las dijo lo hizo"

La caricia estaba bien, pero debía admitir que el beso le había tomado ligeramente por sorpresa, pero le sacó una pequeña sonrisa.

"Descuida... puedes ir a dormir si gustas, yo estaré bien. No sería responsable de mi parte si dejara el palacio por mucho tiempo, después de todo, soy el encargado de esta nación y, por más que me gustara aceptar tu invitación, me temo que no puedo darme ese lujo"

"Te lo agradezco" musitó mientra tomaba el abrigo que le era ofrecido.

"Pensaba ir a las barrancas primero, para asegurarme de que los soldados estén bien y recibir los informes de los avances de nuevos reclutas. Después, iría al palacio, sí"

Se colocó el abrigo mientras caminaba tranquilo, mirando un poco a su alrededor, sintiendo apenas frío.

"¿Y es mucha indiscreción preguntar por qué no se lleva con otros ángeles?"

Abrió los ojos algo sorprendido por lo rápido que había trabajado Gabrielle y tomó el adorno con sumo cuidado de las manos del ángel para regalarle una pequeña sonrisa.

"Gracias... será uno de mis tesoros"

Extendió una mano y acarició el cabello del ángel, peinándolo un poco bajo sus dedos.

"Eres un ángel que puede ser muy noble, por favor, no pierdas esa nobleza y no te exilies en tu trabajo, los sentimientos dentro de las canciones y poemas pueden ser muy hermosos, pero se quedan cortos si no llegan a alguien. Estoy seguro que a nuestros hermanos les encantaría escucharte"

"Claro las cosas que hago es para alguien especial..de hecho una de esas personas eres tu hermano mio" ( Gabrielle pensaba durante la pasajera caricia sutil, tibia de Cromwell)
-Trataré de convivir con ellos jajaj pero no prometo nada quiero perfeccionar un canto de sanación así con ello me abré tranquilizado por completo (El frío se atenuaba pues es común en aquella región alta de Heaven donde la baja temperatura perdura, pero las plantas peculiarmente florecen)
-Hermano...siempre te he esperado...(tomandole la mano mientras descendián poco a poco)

"Siempre tener un público o un maestro para mejorar nos puede ayudar, trata de no descartar la posibilidad de pedir ayuda para perfeccionar ese tipo de cosas".

La última frase no estuvo seguro de cómo interpretarla, aun cuando sintió la mano de Gabrielle, por lo que sólo la sostuvo y sonrió suave.

"Pero siempre he estado aquí"