Prisionero de guerra...(privado)

Lo primero que notó al despertar fue intensó dolor en la cabeza bastanta agudo y molesto, no tardando en escucharse un quejido de su parte.

-Nnng...por Sebel...-apenas estaba despertando cuando inutilmente intentaba acercarse una de sus manos a la cabeza sin éxito, notando que algo brillante se lo impedía. Intentó enfocar su vista lo mejor posible, hayando unas esposas que lo mantenían quieto y asentado en el suelo.-Tsk...

Al parecer lo consideraban peligroso, no tardó en recordar los problemas que les dió a los que intentaban llevárselo, acabaron discuentiendo entre ellos como si la desicicón de golpearlo hasta dejarlo incosciente fuera su último recurso. Lo segundo que hizo fue observar a su alrededor, hayando una silueta frente a él que no hacía mas que mirarlo fijamente, como si estuviera esperando que despertara desde hacía un buen rato. Era obvio que estaba preso en algún lugar pero aquello distaba mucho de ser las mazmorra de Heaven.

-¿Donde estoy?...-Era nada menos que el príncipe de Hell, algo que le llamó bastante la atención, de seguro tenía algo que ver con aquello. Solo rezaba para que no supiera de su última disputa con Cromwell, aquello nadie debía saberlo ecepto ellos dos, nadie mas lo sabía...¿verdad?

Esperaba que su pequeño regalo llegara, pero al parecer a los que mando fueron algo incompetente aunque eso lo arreglaría después al menos le habían llevado su presente, llevarlo a los subterráneos sería lo más correcto, pero seguro que allí llamaría más la atención porque difícilmente llevaba prisioneros, así que termino por elegir la torre, eran poco que iban por esos rumbos además nada extraño que él se pasara horas allí.

Ahora esperaba que despertara mirándolo allí en el suelo, lo miraba detenidamente como estudiándolo pero en realidad sólo deseaba conocer un poco más de él, cruzo su piernas cuando escuchó un murmullo al parecer ya despertaba. Provoco un chasquido con sus dedos haciendo que naciera la luz en ese lugar, se encontraba el centrado enfrente del demonio apresado no muy lejos de él como a quince paso mas o menos, fuera de ello se dejaba ver una habitación normal hasta eso había sido generoso.

La pregunta llego de pronto, pero antes de contestar miró las cadenas, movió su manos hacía ellas y como si la guiaría por ese cuerpo esta se fueron moviéndose haciéndose más grande o pequeña según por donde pasaba de ese cuerpo hasta llegar al tobillo, luego jalo como si estirara esta para que fuera más larga y se pudiera levantar.

"Ya puedes ponerte de pie..."

Hablo tranquilamente con una sonrisa en los labios, bueno era normal que usara magia le gustaba combinar un poco de todo.

"Mi querido Mirtros viviendo en una tierra extrajera cuando habrás sufrido..."

Hablaba como si realmente estuviera preocupado por él, se levanto acercándose hacía donde estaba y rozo su mentó.

"Pero ya no tienes que preocuparte..."

Sonrió dando un paso hacia atrás caminando hacía la ventana que se notaba custodiar por firme rejilla.

"Desde ahora vivirás aquí."

Su actitud huviera sido déspota de no ser por que ampliaron sus cadenas, permitiéndole mayor movimiento. Su mirada turquesa se entrecerró al príncipe mientras le hablaba, daba la impresión de planear algún movimiento pero se quedó pasivo. Aquellas cadenas le resultaban pesadas, como si disminuyeran buena parte de sus poderes. Lo observó ahora en pié tal y como le había pedido, echando un vistazo al material con el que estaban hechas y tirando de ellas, pero no parecía tener intención de liberarse sino comprobar otra cosa. El roce en su mentón dirigió su mirada de inmediato al abino.

-¿Que te hace pensar eso?...-masculló obstinado, al más mínimo despiste huiría de allí, ya vería como, solo que la magia de los demonios se le hacía desconocida en algunos aspectos y eso podría resultarle un problema. De pronto lo observó fijamente por el rabillo del ojo.- Esta bien...-eligió calmarse, el cuerpo le dolía, mejor averiguar que buscaban del, fuera lo que fuera y proveniendo de los demonios, no debía de ser nada bueno.

-¿Para que me quieres? soy un simple capitán...-él seguiría siendo capitán después de todo, al recordar a Crom observó curioso al albino.-¿Cuanto tiempo llevo dormido?

"Conozco a mis demonios aunque no fuiste criado aquí te conozco..."

Declaro simple volteo hacía él dándole la espalda a esa ventana, bueno no era extraño que supiera de él ya que no dejaba a los que se iban a su suerte cierto que no los ayudaba eso tampoco era novedad, él en partícula tenia una forma de actuar muy especial podía ser bueno y al mismo tiempo muy malo en realidad no se sabía como actuaría.

"Lo se pero eso no tiene nada que ver aunque no fuera nada igual desearía recuperarte..."

Se acerco a él dejando una distancia más corta y sus cabellos fueron dejado hacía su espalda dejando esos dos mechones que estaba en cada hombro juntarse con los demás que hacía un estilo de coleta.

"Tres días... Al parecer estaba débil, eso me hace pensar que no te ha estado yendo bien... Bueno eso no sería de extrañar no somos los más amados en los otros reinos..."

Enarcó una ceja ante esa respuesta, pero no respondió tan solo lo dejó seguir hablando haber si podía hayar algo que fuera de su interés a lo que le decía. Era un príncipe demasiado misterioso y ese aspecto de infante contrastaba con su manera de comportarse, seguramente eligió mantener así su aspecto, él debería hacerlo ya, la idea de envejecer un poco más bueno, no le interesaba.

-Je...-sonrió irónico y de pronto se acarició el vientre, podría estar días enteros sin comer y no le pasaría nada, tan solo notaría un mareo si se excedía.-Kitsune, has acertado...no solo llevo sin comer estos tres días...pero ahora puedo asegurarte que me muero de hambre.

Volteó a verlo y luego la puerta de la entrada, se acercó a la cama y le pasó la mano por encima, era realmente cómoda. El paisaje desde la ventana era demasiado elevado, estaba claro que no estaba en las mazmorras, como si lo estuvieran ocultando más que un prisionero normal, era extraño.

Su pequeña mascota apareció, esa pequeña bolita con alas la cual era la oscura con destellos claro pasando a escuchar a su amo antes de salir para ir a traer los alimentos, estaba seguro de que su mascota sabría a quien pedirle que la llevara y a quienes ni le prestaría atención o tal vez si se la daría pero eso sólo significaba que los aplastaría si deseaba.

"En un momento traerán comida... Espero que la comas, pero descuida no debes de tener cuidado con ella no tendrá nada extraño..."

Lo miró a los ojos.

"Aunque seguro no confiarías así de pronto a mi... Pero no tengo prisa tendremos mucho tiempo para conocernos...”

Vió salir ala linda mascota de Kitsune por la ventana, Mirtros al ser criado entre ángeles tenía afecto por las criaturas vivientes, todas y cada una de ellas. Su hermano Ezequiel tenía que ver gran parte en aquello le habían mostrado cosas que otros demonios ni se imaginaban. Estar entre dos mundos era complicado y ahora estaba a punto de dar cuenta.

Aquel demonio se mostraba hospitalario con él y puesto que con aquellas cadenas mágicas reteniendo sus poderes le sería inútil escapar, mejor relajaba los ánimos y se adaptaba un poco a la situación, seguro que así obtendría más información que siendo descortés. De pronto se sonrojó al recordar una cosa y observó al albino cuando le dijo aquello, obviamente no confiaba en él, pero sino engullía algo pronto no tardaría en desmayarse.

-Majestad...¿que instrucciones le diste exactamente a tu mascota?...-le comentó mirándole fijamente a los ojos, desde muy pequeño sus padres incluso había apoyado darle un menú diferente. Desde que tuvo uso de razón no quiso probar la carne y eso parecía encantar a la otra raza, no dañar a los seres vivos ni para alimentarse. Su sonrojo destacó sus bellos ojos turquesa.-Soy vegetaliano...

Spoiler:

"Sólo le dije que trajera comida."

Declaro sin mayor problema aquella indicación dada aunque sus propias mascota podía pensarlo por si mismo, aunque bueno sería toda una curiosidad ver que traería, bueno dudaba que seria el menú que mas le gustara a su linda mascota ya que el comía cosas raras aunque también soportaba fruta en realidad.

"Es raro escuchar eso de un demonio."

Menciono con una sonrisa porque realmente era curioso oír eso. -Entonces pediré algo más a su gusto.-, Dijo antes de invocar otras de su mascota aunque al contrario de la primera era con colores invertidos y le menciono lo que debía de decirle a su compañera. -Aunque sigo sin comprender el porque de eso.-, Dijo con tranquilidad recordando la platica que había tenido con el ángel que tuvo de visita allí.

Mirtros observó aquell sonrisa pero no dijo nada el respecto, se sentía extraño de estar tratando con un demonio aunque no era la primera vez. Recordaba aquel que rescató a su hermano Ezequiel de una muerte segura, pero desgraciadamente y a pesar de la promesa de su hermano de no volver a hacer semejante tontería. Como cualquier drogadicto al vicio, había vuelto a las andadas. Esta vez en el mar, y esa forma de morir era mucho más peligroso, no siempre te devolbía a tierra. Desconocía si algo más había provocado que el mago blanco deseara suicidarse de nuevo, Ezequiel se lo ocultaba casi todo, ni siquiera sabía que la reencarnación de Abel había aparecido, y eso era motivo de dicha para el ángel ¿verdad?.

Se sentó en la orilla de la cama, preocupado por su hermano, desconociendo que Kitsune ya lo conocía y jadeó pesadamente. Habían un montón de preocupaciones que no lo dejaban en paz y ahora lo habían secuestrado. En parte estar lejos de Crom, era bueno para él, por un momento no le sentó tal mal que lo secuestraran pero temía los peligros de estar allí.

-¿A que te refieres?...-de pronto alzó su mirada al otro.- Me criaron como un vegetaliano, nací entre ángeles y ellos no toleran dañar a otros seres vivos...lo que más me gusta es el té y los batidos.

"Las plantas siguen siendo seres vivos..."

Sólo remarco aquel hecho que le había dicho a aquel ángel que ahora tenia alas plateadas a ese ángel que por un segundo le iba entregar a Michael, pero ahora lo repudiaba por el conocer que era de la descendencia de Remil, repudiaba la simple idea de haberlo considerado como alguien cercano por el hecho de haber conquistado a ese demonio.

"Te diré lo mismo que le dije a un ángel que paso una temporada en el castillo, creo que la actitud de ser vegetariano es una hipocresía que le resta valor a la virtud de los animales de desea dar su vida para alimentar a otros..."

A lo diho por al albino tan solo se dibujó una simple sonrisa en sus labios, estaba con uno de los suyos, no debería ser tan molesto para Mirtros en realidad. Notaba el aura del príncipe Kitsune algo familiar por el simple hecho de recordarle en esencia a la presencia de sus padres.

-No puedo entender lo que dices...no creo que nadie desee dar su vida para que otros sobrevivan y menos sus depredadores...-se levantó de la cama escuchando atrás el sonido de las esposas arrastrarse por el suelo.-Pero yo si veo una diferencia, las plantas tambien son seres vivos y los ángeles dicen amarlas, sin embargo las guisan en calderos y viceversa. No creo que eso les guste a ellas pero yo no oigo sus lamentos, no siento cuando la vida de esos seres vivos se apaga a diferencia de los ángeles. Debe ser por eso que soy vegetariano. Nunca verás a una coliflor gritar ni quejarse.

Lo observó fijamente y luego la ventana, sin duda estaba en una torre bien oculto como algo secreto. De seguro muy pocos en el propio castillo sabían que se encontraba allí.

A escucharlo le causo una sonrisa que se dibujaba perfectamente en sus labios por la satisfacción a oír aquella respuesta, no era por su gran lógica en realidad era más bien porque dejaba determinado ese sentir demoníaco que ellos cargaban aunque a final de cuenta no quisiera dejarlo verlo así, pero era una clara señal de que no se podía olvidar lo que uno era.

"Me parece entretenidas sus palabras se pueden decir que son sinceras aunque a final cualquier puede declarar eso con los animales, el escuchar o no depende de cada uno y no realmente de si se puede hacer o no..."

Se sentó en la cama con toda tranquilidad pasando a mirar al demonio enfrente suyo.

"El que haya pasado demasiado tiempo con los ángeles ha suprimido mucho su personalidad eso no me parece correcto..."

Nuevamente se encontraba de pie y se acerco a él acariciando su rostro.

“Ahora sólo es una sombra de su verdad es algo muy lamentable.”

Se quedó analizando todo lo que le había dicho el príncipe demonio, no había nada ahí de la imformación que deseaba obtener, del por que estaba allí. ¿Cromwell lo echaría de menos o por el contrario creería que Mirtros finalmente había regresado con los -suyos-?

-Eh?.-Sintió aquella caricia en su rostro dándose cuenta de algo importante, ahora hablaba con un aunténtico demonio no era de extrañar que Kitsune lo observase con aquella forma de pensar, como si vivir con los ángeles fuera un mundo aparte.

-Majestad...-tan sólo le negó con la cabeza.- Mi forma de vivir seguramente le resulta algo desconocido...en realidad vivo con mis padres, dos demonios, así que me hago una idea de como viven en este lado. Nací en Heaven y defiendo sus principios, he crecido y elegí vivir allí.
No permitiría que las palabras del príncipe le hicieran dudar, en realidad una parte del sabía que tenía razon, siempre habían limitado una parte de sus poderes pero no podía negar sus firmes creencias. No le gustaban los demonios por muchas cosas.-Prefiero saber por que estoy aquí...

Se aparto de él moviéndose con tranquilidad hacía la puerta la cual abrió dejando pasar a aquel sirviente indicándole ordenar la comida, le había llevado una pequeña variedad de platillos vegetarianos aunque no era lo que normalmente se cocinara por allí, pero lo conocía debido a aquellas veces que él tenía visitantes del reino de los cielos.

"No, no puedes tener ni una idea de nuestra vida..."

Declaro cuando vio al sirviente retirarse después de dejar todo a disposición de aquel invitado del príncipe y su dos pequeñas mascota volaron alrededor suyo pasando a empujarse entre si como un juego botando contra las paredes.

"No me malinterprete seguro que tus padres tratan de decirte todo lo que saben pero aquellos que abandonaron su reino no puede seguir comprendiendo este... Tampoco es que este en contra de que ángeles o demonios conviva, no es así, varios de los ángeles son bien recibidos aquí a igual que aceptamos a los terranos..."

Hizo una pausa para invitarlo a comer con mayor confianza.

"...También estoy agradecido de que haya reconocido su logros y que le hayan dando ese rango, pero aun así no puedo esta reacuerdo con sus acciones... Pero no quiero meter le ningún mal pensamiento sobre a los que seguro considera como lo suyos sólo le digo que medite bien la razón de porque lo mantuvieron allá y el porque le permitieron escalar en la jerarquía milita sólo pregúntese ¿Realmente era por su meritos? O ¿Sólo es un peón dentro de un juego?”

-Realmente no lo sé, si soy un peón o me aprecian por mi esfuerzo...

Se sentó tranquilo, una vez que la primera comida llegó a su estómago sintió que aquel maldito rugido que estaba a punto de salir e incomodarlo había sido interrumpido. Dió un mordisco más escuchando atendo lo que le decía Kitsune, pero nunca abriendole su corazón y manteniendo la guardia en todo momento. Estaba seguro que ángel o demonio, en aquella situación haría de todo menos fiarse de las palabras de su propio secuestrador. Tan solo dejaría que Kitsune se confiara, para Mirtros no era complicado decirle al otro lo que deseaba oír, es más, mentir para él siempre había resultado muy fácil, solo que no lo atríbuía a su sangre de demonio. Los ángeles tambien eran muy buenos mitiendo y por el simple hecho de ser ángeles aprovechaban su condición para parecer ingenuos. Era la frivolidad propia de la clase alta, la preocupación por las apariencias donde Mirtros se había criado.

-¿Para que quiere saber eso? ¿Por que se cuestiona toda mi vida?...-puede que supiera la respuesta o puede que no.- Mis padres fueron desterrados de Hell, fueron acusados de alta traición aunque nunca me dijeron por que...y fué un ángel quien les salvó de una muerte segura a cambio de ser sus sirvientes...lo único que han hecho hasta ahora, ha sido protegerme.

"Desconocer una parte de la historia es suficiente motivo para dudar de toda la verdad..."

Declaro antes de atrapar unas de su mascota y aplastarla hasta verla en su tamaño más pequeño y luego aventarlo contra la otra que estaba más grande viéndola botar mientras iba creciendo más y más pero no llegando a un tamaño que hiciera destruir algo sólo parecía un poco como el tamaño de una sandía o algo similar a ese volumen pero faltaba mucho más por crecer.

"Aunque veo que el endulzar toda su existencia a llevado a que confié más en ellos que en lo de su mismas clase, bueno espero que seguir con eso no le cause gran dolor..."

Lo observó sorprendido ante aquella respuesta.

-Está claro que no es nada joven, alguien que responde así es que tiene muchos años de vida...-murmuró suave y con cierta ingenuidad en su rostro, aunque era cierto, Kitsune le llevaba varios años así que se notaba la diferencia de edades. Cobre todo cuando el albino abría la boca y deleitaba al oído con verdades tan profundas. Pero no lo haría dudar completamente, una parte de Mirtors, inclusive si Crom se lo había mencionado, se negaba a creer que lo huvieran mantenido allí tan solo como un simple experimento, su corazón no quería escuchar la verdad absoluta para él no exisistía, solo su amor ciego por el ángel, ese que solo quería ver sus virtudes y disfrazar sus defectos.

-Yo tambien lo espero...ek?..-se retiró un trocito de lechuga de su mejilla cuando la mascota de Kitsune le enseñó la lengua despúes de haber revotado en uno de los bocaditos. Mirtros la tomó entre sus manos y sin pensarlo mucho la estrujó una y otra vez, en teoría era un criatura diavólica, pero terriblemente adorable~e.-¿Que son?...¿hablan?

Sonrió a escuchar aquellas palabras suave que casi quisieron desaparecer en el gran espacio de aquel lugar pero aun así llegaron a resonar en sus tímpanos para que conociera ese pensar, lo miró bueno no es que no fuera algo imposible que siempre creyera que era joven y en teoría no lo era porque ya tenía su edad, pero tampoco era tan adulto.

"Jajaja, para nada aun soy un niño sólo he tenido oportunidad de conocer cosas..."

Declaro ante de ver como su pequeña mascota se portaba mal a saltar sobre aquel platillo, sonrió porque seguro que le entretenía ser un poquita malo, mientras el otro lo estrujaba parecía luchar en crecer para aplastarlo.

"Son dos pequeñas bolitas... Bueno en realidad son razas únicas un regalo de mi padre, lo hacen pero normalmente cuando ellas quieren mientras sólo se la pasan botando.."

Tomo al gemelo de aquella que aun seguía entre las manos de aquel demonio vegetariano y casi de forma distraída le dijo.

“¿Ha que le tiene miedo?”

-Suena curioso...aunque son bastante juguetonas, debió ser costoso enseñarles un poco de disciplina...eso seguro.

Estaba seguro que tenía muchos más años que él, lo que no imaginaba es que le doblaba la edad y un poco más. Continuó estrujando abombando sin miramientos a la mascota del príncipe disfrutando con aquella esponjosa suavidad que caracterizaba al pelaje de esa bolita. La mascota creció un poco y Mirtros se quedó perplejo, frenando de pronto observándola fijamente como un niño curioso.

Sus ojos turquesa se movieron despacio hacia la linda y pequeña vocecita que había escuchado luego, proveniente de lo que pudiera ser aquella extraña criatura. Le sonrió suave aunque con todo lo sucedido, seguía desanimado con el príncipe y lo que pensaba respecto a los de su raza.

-Lo siento, no sé a que te refieres...¿a que crees que le tengo miedo?...a los demonios no les tengo miedo, es solo que elegí quedarme en Heaven. Es todo.

"Sólo las dejo hacer limitarlas de una forma no es bueno..."

Le menciono seguro además le gusta su forma peculiar de actuar porque así lo mantenía entretenido si fuera lo contrarió seguro estaría demasiado aburrido por lo cual a veces podía ser peor y seguro su padre no quería tener a su reino destruido muchos menos que fuera por allí causando alguna guerras, seguro que eso había pensado cuando le entrego sus mascotas.

"Nunca dije que le tendría miedo a los demonios o a nuestro reino, sólo mencione que le tiene miedo a algo o tal vez a alguien, eso sólo usted lo sabe, bueno no es de extrañar..."

-Pero alguien debe enseñarles quien manda...¿no?

Comentó curioso ante lo dicho por el demonio, solo esperaba que tuvieran un mínimo de displina, aunque ciertamente no parecían peligrosas a simple vista se preguntaba que tamaño podían llegar a alcanzar las bolas gemelas. Llevaba allí secuestrado y realmente no estaba averiguando nada o tal vez muy poco de por que lo retenían allí realmente. Cromwell le quizo salvar la vida cuando por un estúpido despiste Mirtros casi no lo cuenta, pero a veces se preguntaba que tan importante podía llegar a ser para el príncipe, si el grado de su amor era equitativo al suyo o todo era un mero juego del destino para simplemente dañarlo. Puede que los demonios solo entendieran de grandes pasiones, quien sabe.

-Bien...-jadeó pesadamente sin entender de que le estaba hablando por el momento.-si eres más concreto lo entenderé...

Había cierto temor que ya no existía, sus sentimientos ya habían sido expuestos al príncipe aunque no de la forma más correcta. ¿Acaso existía el modo de confesárselo sin que sintiera resulpa por el simple hecho de ser un demonio? Mirtros ya sabía que su amor era más grande que su deber del mestizaje pero no estaba tan seguro de Cromwel. Solo esperaba que por tan solo elegir vivir en Heaven siendo un demonio, no removiera demasiado los cimientos en los que se basaba el grado de perfección en el sistema de Heaven.

"Ellos lo saben no necesito profanarle una clase de lección para que lo sepa, es tan igual como los habitante de este mundo casa uno sabe quien es su gobernante y a quien debe de servir, no es necesario remarcarlo aquellos que lo hacen es por inseguridad."

Declaro con una sonrisa jalándole las alitas a su cosita esponjosa antes de que volviera a continuar a jugar, miró por la ventana sólo para ver que movimientos había allá abajo, pero no era interesante el ver pasar a los soldado pues marcaba su ronda y lejos de ellos sólo se notaba algunos habitante de aquel palacio así como los sirvientes.

"Esa respuesta puede significar que tiene muchos miedos o que sencillamente conoce su temor y que lo oculta hasta de usted mismo para no 'lastimarse'... Aunque tal vez allí mismo este lo que buscamos..."

Comento sonriéndole hasta con la mirada como si realmente hubiera encontrado lo que buscaba.

"Su mayor miedo es usted mismo, el saberse un demonio que trata de ser un ángel, el desear algo 'prohibido' que al simple arrebato desea tomarlo con fervor pero que no hace mas que abrir un abismo que lo separa de lo deseado..."

Tomó un poco más de los bocaditos allí expuestos, estaban realmente ricos para provenir de aquellas tierras de Hell, escuchando siempre atento lo que le mencionaba el príncipe, tan solo procurando no abrirse demasiado al otro y sin olvidar nunca sus propios motivos. Mirtros podía tener la mente bien firme cuando se le antojaba.

-Bueno, tengo muchos conflictos personales como cualquier habitante de Heaven que se precie...pero no creo que me hayan traido aquí por eso.

Comentó más tranquilo y sosegado, su humor parecía apaciaguarse y lograba enfocar la conversación hacia el punto que a él le interesaba realmente. Podía incluso estar mas atento a Kitsune pero no le gustaba hablar de si mismo con un desconocido, a no ser que...

-¿Que?...-sin querer apretó de más la bolita y oyo un ligero quejidito, seguido del quejido de Mirtros.-¡Auch!...

Había recibido un pequeña mordida, sin embargo no había sangre era más bien un pellizco con los dientes. La mascota boló al parecer malhumorada y empujó a su gemelo para llevarse esta vez toda la atención del príncipe. Mirtros abrió y cerró el puño comprobando que todo estuviera en su sitio. De pronto flechó al albino directo a los ojos rojos, de seguro sabía demasiado por eso es que le hablaba de ese modo aunque su forma de tratar el tema era delicada. Mirtros selló los labios un instante y bajó la mirada al piso, perdiéndola en algún punto pero obviando lo sucedido. Había desaparecido en aquel puente luego, alguien conocía sus rutas de trasporte y alguien lo había estado vigilando muy de cerca. Luego Kitsune, debía saber algo que no le había dicho directamente pero era a donde deseaba llegar...

-¿Tú que sabes del día que me secuestraron?...-lo observó de pronto ¿acaso conocía su amor por el príncipe¿. Es decir, Mirtros había gritado un "te amo" muy alto en aquel puente, si alguien estaba cerca espiando como un reportero del periódico local tenía imformación jugosa para Kitsune.

Le permitió que hablara hasta el momento que encontrara la respuesta, miró como su pequeña mascota escapaba de aquellas manos con enojo lo acarició cuando llego a él y le dio un beso como curándolo aunque no estaba realmente lastimado, lo dejo volar de nuevo con su gemelo para que así estuvieran nuevamente feliz en ese juego de botar.

"No se nada de ese día."

Declaro con tranquilidad sentándose y cruzando sus piernas, sus manos tomaron unos de sus mechones largo jugando con él a girar su dedos con lentitud, no había apartado ni un segundo su mirada de él.

"No necesito saber nada para conocer la verdad... Aunque la respuesta en usted es muy clara en realidad y eso puede ser demasiado peligroso, se puede decir que el encontrarse aquí es por su seguridad."

-Mmm...-entrecerró su mirada hacia la rojiza bastante desconfiado y seguramente estaría asi el resto del tiempo. No es que el príncipe fuera mala persona, al contrario le parecía que para ser un demonio era bastante educado pero parecían tener segundas intenciones con él y eso no era de su agrado. No revelaría los secretos que conocía de Heaven, lo que sabía del estilo de lucha de sus hombres entre otras cosas.

Lo que Mirtros ignoraba era que algunos ángeles que le servían ultimamente se estaba agrupando a escondiddas del príncipe, justo aquellos que le advertían al propio Mirtros de que se cuidara del mismo. Él apreciaba a los mismos, practicamente muchos se habían criado con él en los colegios. Que lo tuvieran como una especie de experimento era lo de menos, realmente su meta sería en vano por que Mirtros sabía que los sacerdotes y el propio Cromwell no hayarían las diferencias que se afanaban en buscar, y eso seguramente les incomodaba. Peligrosamente pensaba lo mismo del príncipe al que servía después de haberlo escuchado, lo que Cromwel desconocía es que al revelarse que vigilaba su comportamiento, le había dado más motivos a Mirtros para permanecer firme y demostrar que simplmente, no tenía nada que demostrar. En cierta forma justo ahora estaba sonriendo, le había dado demasiado gusto como había logrado y sin saberlo, confundir las ideas de Cromwell con respecto a ángeles y demonios. Ser esa ecepción que le crispaba los nervios al gobernante.

-Vale...por algún motivo algo me dice que no pretendía dañarme tanto...-murmuró de proto desviando su mirada a la ventan, cedería un poco, solo un poco.- Tus hombres murmuraron algo de que no tenían órdenes de golpearme...pero incluso con el sonífero les dí bastante guerra....-su mirada volvió al príncipe Kitsune.- Supongo que ya de por sí estar entre dos mundos es peligroso. ¿Realmente quieres hacerme pensar que esto lo haces por mí?.