¿Rezos?

Estaba aburrido así que decidió ir a visitar a los pequeños ángeles, pero todo le parecía tan aburrido, demasiado puro para su gusto, llego a ese templo mirando sus extrañas figura, dio un paso hacía enfrente pero había como un escudo que lo detenía a seguir aunque era divertido eso porque no era de obedecer reglas y menos de una simple construcción.

Dio otro paso aun cuando sintió como un golpe de aire, pero eso no le importo y continuo caminando haciendo que la marca en su frente brillara en esos momentos y fuera más fácil entrar, sonrió satisfecho a verse en aquel lugar donde al parecer no querían dejarlo pasar. -Aburrido.-, Dijo tras verlo en sus pensamientos.

Estaba conversando amenamente con el que consideraba practicamente su segundo padre cuando todas la alarmas fueron activadas. Alguien de poderes demoniácos se había adentrado en terreno sagrado y ciertamente no solían ser bievenidos, pero algunos demonios puros al ser superiores podían evadir con facilidad la barrera.

Ezequiel terminó su conversación de inmediato y extendió sus cuatro alas, surcando los pasillos cual lechuza silenciosa hasta llegar a la capilla y posarse silencioso tras aquel instruso. Lo primero que le llamó la atención era ver lo joven que era y lo segundo que se trataba de un miembro de la realeza. Para alguien como él le era imprescindible conocer a los cargos más importantes, pero tenía sus motivos para no visitarlos demonios a menudo.

-Su alteza...tan solo es un lugar de culto y paz...¿o acaso deseabais encontrar otra cosa?

Murmuró suave, riendo interiormente ante las intenciones del pelialbino, de aquel demonio solo podía esperar que buscase diversión después de su comentario.En cierto modo, le calló adorable.
(con permisu)

Escuchó la voz de alguien en esos momentos busco donde se encontraba aquella persona cuando lo encontró vio que se trataba de un ángel de buen ver, sonrió en esos momentos antes las idea de aquello que podía hacerle, la verdad le resultaba tentador ciertas idea, se movió su cabello corto para descubrir un poco su vista, se acomodo en una baquita que vio.

"Que sea una capilla no debe significa que sea aburrida... Ven aquí..."

Le ordeno señalando enfrente suyo mientras cruzaba sus piernas en una forma coqueta algo demasiado natura en él, dejando que se reflejara aquellos rayos sobre su prenda.

Nunca había tratado en persona con el príncipe pero al parecer aquel día le tocaría lidiar con él mismo. En realidad no le incomodaba su presencia, no a él pero si al resto de los monjes. Antes que enojarle la actitud de aquel por tutearlo solo le robó una sonrisa divertida, andó tranquilo sin acercarse como le pedía solo unos pasos en línea recta para divisarlo mejor y se cruzó de brazos allí, dejando que la suave luz ilumanara aún más su silueta. El príncipe era en verdad hermoso, pero su físico no era lo que preocupaba ahora a Ezequiel.

-¿Puedo preguntar a que se debe vuestra visita?.-comentó dirigiendo su vista a la capilla y entrecerrando sus ojos avellana, a él le daba mucha paz.

Ezequiel se movía libre no estaba adaptado a recibir órdenes, solo como le exigía el protocolo en ciertas fiestas y reuniones importantes.

Lo vio apenas moverse, bueno al parecer no pensaba acercase eso esta bien por el momento no le molestaba pero más tarde sería otra historia, aunque también podía hacer travesuras a la distancia, eso le parecía realmente divertido el solo hecho de imaginarlo lo llevaba a seguir planeando cosas y tal vez no sería de todo bueno aquello.

"Sólo vine a entretenerme, me encontraba aburrido."

Dijo simple sin ninguna preocupación de que supiera el porque.

"Pero ahora que estas aquí tal vez puedas divertirme."

Inclinó la cabeza hacia el pequeño demonio bastante interesado en sus palabras por algún motivo. No esperaba que se quedara de brazos cruzados cuando no hacía más que mencionar la necesidad de divertirse.

-¿Vuestro palacio hoy os parece solitario?...bien...-Aquello situación parecía entretener por igual a Ezequiel, un hecho puntual con el que el pelialbino debía andarse con ojo. No estaba hablando con un ángel en el completo sentido de la palabra.

-Hay lugares más entretenidos...puede que para un demonio curioso, la capilla solo le sirva para echar una siesta...Mi nombre es Ezequiel...-dijo sin más y se acercó por fin al pelialbino, ofreciéndole su mano para saludar.-Principe...

"Bueno en ese caso tal vez debamos hacerla más divertida."

Declaro con completa tranquilidad, sus pensamiento rápido pensaron en como iniciar una aventura en aquel lugar, miró detenidamente lo que llegaba a su vista todo en una blancura con cierto detalles, bueno eso era tan modesto, de cierta forma su falta de tecnología lo agobiaba un poco y siempre se preguntaba lo mismo cada que iba allí, ¿como sobrevivía?, Bueno su padre le había contado muchas cosas de ese lugar, pero es que era tan angelical.

"Kitsune Shida, pero no es necesario que me digas príncipe, Al menos no en estos momentos y ya que dices que aquí no puedo divertirme entonces tendrás que enseñarme en donde si..."

Ante esa respuesta se entretuvo bastante, no le gustaba juzgar a un libro por su tapa, así que Kitsune se convertiría en su nuevo objeto de investigación.

-En ese caso, ya te puedo tutear...Kitsune, en realidad tan solo dije Príncipe para averiguar el resto de tu nombre...cae en la cuenta de que es la primera vez que nos vemos y nadie está exento de errores.

Ya confirmado de que se trataba del príncipe, sería entretenido tratar con un miembro de la realeza acostumbrado a adquirir todo lo que sus ojos ven. Pero si se le antojaba Ezequiel, el asunto se le podía complicar al demonio.

-Antes me gustaría preguntarte algo...¿que tipo de cosas sueles apreciar?

"Me parece perfecto, me gusta más las cosas casuales."

Comento con una sonrisa, estaba perfecto ahora así se evitaba de cosas tan formales que no llamaba realmente la atención, pero aquel ángel parecía más curioso de lo que realmente era, bueno debía de pensar en la mejor forma de saborear aquel ser pues llamaba su atención deseaba probar un poco de él, sonrió antes de ponerse en pie y acercarse más al ángel.

"Bueno eso te tocara averiguar.”

-Perfecto.

Ezequiel observó al menor un instante sin perder la sonrisa, pero no le gustaba juzgar a nadie y lo estaban forzando a hacerlo al decirle que debería averiguarlo. No le gustaba afirmar que lo demonios solo pensaban en sexo, fiesta y su resto de perversiones, tambien habían ángeles bastante desagradables incluso muchos de los cuales eran exiliados. No se trataba se una cuestión de raza, precisamente, solo que Ezequiel odiaba los lugares concurridos, pero tal vez en compañía, desgustara el momento de otro modo.

-En ese caso daremos un paseo...-comentó alejándose a al salida.- Espero que no te incomode caminar.

"Bien... Entonces vamos..."

Le menciono pasando a caminar con el haciéndole ver que no le importaba hacerlo, siguiendo aquellos pasos mirando alrededor para ver si encontraba algo entretenido, pero parecía todo tan pacifico que era difícil ver algo de diversión, pero no dudaba que lo encontraría así tuviera que provocar ciertos síntomas en el ajeno para que le juego fuera más intimo.