Visitando o Cazando?

Aquel sitio era especialmente tranquilo y especialmente aburrido, era demasiado severo el cambio de ambientes entre Heaven, Terra y sin duda alguna Hell, no comprendia como es que los angeles podian pasar tan tranquilamente esa existencia tan monotona, 200 años de vida y seguia sin entenderlo del todo, es que no se aburrian? no deseaban seguir adelante, admiraba a los Terranos por esa misma determinacion del avance como ellos lo llamaban.

Se sonrio mientras andaba con paso calmado entre todos esos seres peculiares, por suerte no resaltaba a la vista de inmediato y aun si se le descubria o le molestaban, llevaba el dichoso pasaporte. Venia despues de todo por una pequeña caza persona y un poco de diversion,no?

Fue a sentarse bajo la sombra de un frondoso arbol, el ambiente se le antojaba tranquilo y agradable para tomar una siesta o algo asi, despues de todo jamas habia aborrecido ese tipo de paisajes.

El sol brillaba en el cielo desde los inicios del día y los pájaros cantaban alegremente cuando descansaban sus alas, aquel parecía sin duda un hermoso día que hizo florecer una sonrisa en su rostro desde buena mañana. Enfundado en su kimono verde claro se había dirigido hacia la concurrida plaza saludando a sus conocidos con una amable sonrisa y deteniendose puntualmente a conversar por escasos minutos.

El verde de las hojas parecía cobrar vida propio y las flores parecían brillar de alegría, como si la flora quisiese llamar su atención con suaves susurros. Entonces, entre los bajos arbustos un pequeño gato salió cojeando, maullando quedamente, intentando llamar la atención de los transeuntes, llamando poderosamente su atención, haciendo que ignorase todo aquello que le rodeaba acercandose al pequeñín y parandose a su lado, arrodillado, dedicandole tiernas caricias y dulces palabras tranquilizadoras mientras con sus finas falanges cogía la pequeña pata de animal, observandola con sus orbes avellanadas, concentrandose en ella, emitiendo desde ellas una suave y cálida luz blanca.

-Así ya no dolerá más...

Con una dulce sonrisa se dedicó a acariciar al felino, disfrutando de los suaves ronroneos que emitía y como pegaba su cabeza a su mano, buscando más contacto.

Estaba demasiado cerca como para no ver y escuchar lo que pasaba con ese chico en especial, con el pequeño animalillo. En principio se sorprendio un poco al ver como le curaba, aquel tipo de angel si que era raro, una delicia en su pequeño pasatiempo de caza.

No se movio, observandolo con atencion antes de hablarle, poniendo una de las mejores sonrisas que poseia.

-Eso si que ha sido digno de ver, es realmente dificil ver ese don en especial-

Aplaudio un poco antes de quedar un poco erguido. Acomodandose un par de mechones de cabello tras uno de las orejas.

Estaba totalmente absorto acariciando al pequeño felino que al escuchar una voz proveniente de las cercanías no pudo más que observar al platinado sorprendido, para luego mudar a una sonrisa afable decorada con un suave sonrojo, surgido a raíz de las palabras y los aplausos del más alto. No importaba cuanto tiempo pasase, él era incapaz de acostumbrarse a los cumplidos por su don.

-Gracias... Aunque no es tan especial, si usted hubiese podido también lo hubiera hecho.

Sus palabras más que una pregunta eran una afirmación, como si fuese imposible que alguien pudiese ignorar a un gatito herido, como si todo el mundo quisiera curarle, aunque nadie más que él le había prestado atención alguna, él simplemente lo ignoraba dentro de su ingenuidad.

Sus orbes observaron a su acompañante con algo de curiosidad, mientras su sonrisa seguía dibujada en sus labios.

-Nunca antes te había visto...

Fue un simple susurro, sin ninguna mala intención, solamente una observación de un hecho del que se acababa de percatar, aunque tampoco le daba demasiada importancia.

-Yo lo hubiera hecho tambien,eh?-

Menciono incredulo de escuchar semejante cosa, bien no era que se distinguiera a simple vista lo que podia ser cada uno, el chico se habia revelado al curar al pequeño ser aquel, pero el no diria por ahi que era un demonio haciendo una visita. Se levanto para caminar hasta donde se encontraba el angel, sonriendole amablemente, una de aquellas sonrisas que tenia siempre preparadas para ese tipo de cosas.

-Bien es logico que no me reconoscas, es un poco amplio todo Heaven, somos muchos los que habitamos aqui-

Se puso de cunclillas acariciando al gatito, acercandose al parecer descuidadamente al angel.

-Vives tu por aqui?-

Observó los movimientos del mayor sin preocuparse por la cercanía, y alegrándose de que también mimase al pequeño animal, como si con aquel acto confirmase sus palabras, como si ese simple hecho le hiciese buena persona instantáneamente.

Su sonrisa se amplió ligeramente para corresponder a la de su acompañante, mientras sus dedos seguían acariciando al pequeño felino que ahora se movía para aproximarse a ambos y mantener el cálido contacto.

-En eso tiene razón... Heaven es muy grande como para que conozca a todo el mundo, y me alegra que así sea, así cada día será único y especial.

Cuando escuchó aquella pregunta sus orbes se enfocaron únicamente en las de su acompañante antes de contestar, no dándole mayor importancia a aquellas palabras.

-Vivo relativamente cerca... Me mudé hace unos meses a una casa cercana, pasaba la mayor parte del tiempo por aquí y decidí que sería más práctico si me mudaba al pueblo.

-Unico y especial, suena encantador en realidad, pero no te has puesto a pensar que quiza puedas conocer gente que sea un poco... mala?-

Le miro completamente divertido, escuchando lo que decia aquel chico antes de levantarse, como si estuviera cansado de estar en aquella posicion. Se estiro cual gato perezoso cuando una leve brisa se dejo sentir en aquel entorno, el aroma del cesped y las plantas no le era desagradable en realidad.

-Es decir, hasta los demonios pueden venir de visita no te parece? he escuchado que algunos demonios les encanta molestar angeles, en especial si son tan inocentes-

Solto despreocupadamente al parecer

Miró incrédulamente al platinado en cuando comenzó a hablar de gente, desconcertándose por la diversión que aquello parecía causarle, pareciéndole ligeramente confuso. Antes de que pudiese pensar alguna respuesta nuevas preguntas fueron formuladas a la espera de una respuesta de su parte cuando apareció aquella suave brisa, alborotando ligeramente sus cabellos que él mismo se dedicó a atrapar entre sus dedos, evitando que tapasen su vista.

-Bueno... La gente es libre de viajar a donde le plazca y sería muy injusto por mi parte juzgar a alguien sin conocerlo, por muy demonio que sea. Igualmente... No creo que exista nadie realmente malo, todos los seres vivos son buenos por naturaleza, simplemente hay personas a las que les cuesta más demostrarlo que a otras… La raza no tiene nada que ver en ello. Además, la concepción que la gente puede tener de los demonios puede ser simplemente miedo a lo desconocido... No deberíamos dar por hecho que todo lo que no sabemos es malo.

Se quedó en silencio durante unos segundos, meditando en lo que acababa de contestar a su acompañante. Finalmente una alegre sonrisa se dibujó en su rostro y volvió a centrar su vista, que hasta entonces había estado divagando con sus pensamientos, en el demonio demostrando en ella toda la seguridad y sinceridad que expresaban sus palabras.

-Sí, estoy seguro de que no son malos como la gente cree... Simplemente tienen un modo de vida diferente y como no les gusta se dejan guiar por ello para crear opiniones preconcebidas. La maldad es algo subjetivo que hemos creado los habitantes de Eterna, algo para justificarnos.

-Es gracioso que pienses de esa manera-

Desvio la mirada de aquella persona de rasgos finos, pensativo por primera vez con todo lo que le decia. Sabia que en un principio, cuando todo habia sido creado, las tres naciones de Eterna se suponia eran como una sola, pero algo habia causado que se separaran, que se dividieran y que sobre todo se discriminaran entre si, muchas veces habia tenido la curiosa necesidad de pensar, que seria vivir en un sitio donde todos fueran iguales.

-Es raro que alguien de Heaven piense asi, despues de todo, no se supone que los angeles son criados bajo la enseñanza de superioridad?-

De nuevo clavo los ojos plateados en aquel rostro apacible y alegre, como curioso.

Inclinó la cabeza ligeramente hacia un lado ante las palabras del mayor, no comprendiendo porque era "gracioso", al fin y al cabo no había dicho nada divertido, o al menos no era esa su intención. Decidió no decir nada por el momento y permitir que el de orbes plateadas se dedicase a meditar tranquilamente sobre lo que sea que pasase por su mente, hasta que entonces escuchó de nuevo la voz de su acompañante, sonriéndole al escuchar sus palabras.

-¿Bajo la enseñanza de superioridad? No lo creo... Aunque no puedo extender mis experiencias a los demás, pero no creo que tengamos nada en especial que nos haga superiores a los demás, solamente somos distintos... Y eso es bueno. ¿No piensas igual?

Ahora era él el que mostraba curiosidad en sus orbes, pero también una cierta certeza ante la respuesta del más alto, como si intuyese de algún modo que no estaba equivocado respecto a sus palabras, ni respecto a él.

-Pienso que es bueno que seamos todos diferentes, en todo caso, hace mas divertida la vida, si todos fueran como tu, quiza muchos demonios en Hell no sentirian la necesidad de molestar a los angeles-

Cerro los ojos sintiendo tranquilamente la brisa que parecio sacudir levemente las copas de los arboles. Se movieron algunos mechones de su cabello cuando de nuevo abrio los ojos mirando los avellana del ajeno. Sonrio esta vez con mas tranquilidad.

-Y bien pequeño angelito... a donde ibas antes de que ese gatito se atravesara en tu camino, puedo acompañarte?, tengo algo de tiempo libre-

¿Si todos fueran como yo?

No podía saber porqué pensaba que todos en Heaven eran tan diferentes a él. Había crecido en una familia amorosa y que otros describirían como sobreprotectora, y puede que fuese por eso que desconociese porqué parecía ser que él era tan único como el mayor le había dado a comprender, aunque sus padres siempre se lo habían dicho de pequeño, pero eso es lo que sienten todos los padres con sus hijos, ¿no?

En medio de su confusión una gran alegría surgió en su interior y se reflejó en los espejos de su alma al recordar a dónde se dirigía, haciendo que su sonrisa se volviera deslumbrante.

-Iba a los Grandes Jardines del Puente... Ahí hay flores realmente hermosas, es un lugar muy agradable... Me gusta visitarlo de tanto en tanto, es que... Siempre me hace sentir como una calidez en mi pecho...

Miro la aparente confusion del angel, no pudo mas que reirse un poco por lo desconcertado que lucia, preguntandose seriamente que pensaba, en momentos asi, ansiaba poder leer las mentes ajenas de forma libre y tranquila, el que los demas no tuvieran secretos para el, aunque eso tambien le parecia un tanto aburrido.

Los grandes jardines del puente, vaya que si recordaba eso, sin duda alguna era el sitio mas hermoso de Eterna. Una aire diferente se respiraba por ahi, la paz, tranquilidad y el gran poder que emanaban del lugar siempre le habia gustado.

-Si no te molesta me gustaria mucho acompañarte, hace mucho tiempo no voy a un lugar como ese-

Escuchó la suave risa de su acompañante, alegrándose de que pareciese tan animado. Ante las últimas palabras del mayor no pudo más que sonreír más ampliamente, dándole una última caricia el pequeño gato antes de que desapareciese entre los matorrales.

-Me encantaría que me acompañases. Es muy agradable estar contigo.

Finalmente, acabó levantándose, sacudiendo un poco la tela de sus rodillas para expulsar las hojas que se habían quedado pegadas a ella, dirigiéndole una cálida mirada a su interlocutor en espera de que se levantase.

-¿Vamos?

Spoiler:

-Tambien es agradable pasar el tiempo contigo, tienes una charla realmente interesante-

Le tendio el brazo de manera natural para que ambos caminaran juntos, era quiza un rasgo demasiado comun el el hacer ese tipo de cosas por inercia, ya ni el mismo sabia para donde iba todo aquello, se suponia iba tras esa linda cabecita castaña.

Se sonrio con esos pensamientos suyos, negando levemente al tiempo en que trataba ahora de sacarse un par de ideas quiza demasiado equivocadas.

Spoiler: