A un aliento de distancia

Era tan lastimero... tan triste la sensación dolorosa que dejaba ese lugar ahora. Las plantas estaban tan asustadas, tan tristes, y podía sentir su melancolía, su profundo dolor. Ella no podía expresarse con palabras que el pudiera oír, pero el sentir era mucho más fuerte y agobiante, mucho más sincero porque... de alguna forma, era como si ellas estuvieran llorando, arrepentidas por lo que había pasado, por la forma en la que habían sido manipuladas.

Al final se habían llevado algo... y ahora era él quien tenía una de las reliquias recuperadas en su mano, la que iba a ser destruida por el intruso y se preguntó, por un leve instante, valía el dolor que recuperar ese que no era más que un objeto al final de cuentas había costado...

Suspiró pesadamente, porque estaba bien consciente de porqué había hecho todo para recuperarlo... porque también eran llave de esperanza para muchas otras cosas. Y aún así le daba rabia lo que pasaba, le hacía doler el estómago las sensaciones a su al rededor de esos seres vivos que sufrían también al ver como el hermoso gran patio había quedado... así.

No había dormido ni un poco, y ahora supervisaba cómo trataban de arreglarlo sus hermanos, pero, por sólo un momento, necesitaba sentarse a sentir plenamente ese dolor que no se iba.

Desastre y desolación, esa eran las palabras que describían a la perfección el lamentable estado de aquella zona de palacio. Había visitado la zona de las reliquias y surcado los pasillos, evitando aquellos despredimientos de paredes que los guardías aún ahora estaban apuntalando y valorando los daños.

Ahora dos cosas lo preocupaban, el extraño comportamiento de Mirtros y el ataque de los misteriosos encapuchados que le había mencionado Michael y su posible relación con ciertos asesinatos. Ezequiel siempre se había mantenido neutral pero sabía que aquella paz no dudaría eternamente, y la verdad que no era de su agrado que alguien deseara romper aquella estabilidad. Pese al incomformismo de muchos mestizos no consideraba una revuelta como solución, no dejaría que se derramara más sangre.

-En un momento como este...el sentimiento se hace simplemente insoportable...-comentó a espaldas del príncipe con voz serena y penetrante, alzando ligeramente una rosa blanca de aquella destruida entre sus delicados dedos y llenando su mirada de cierta tristeza.-¿Como alguien puede ser tan torpe? apenas pueden defenderse...

El jardín se podría regenerar pero aquel sufrimiento se notaría en el mismo durante un largo periodo. No era bueno para él y seguramente era mucho peor para Cromwel, quien había convivido con aquellas delicadas especies, justo las de aquel lugar. Definitivamente no tocaría el tema de su hermano, aunque tal vez si mas adelante. Dirigió sus ojos avellana a la solitaria silueta del príncipe, tal vez ya se huviera percatado de su presencia.

-Majestad...¿como estaís?

Hizo ademán de abrazarse a sí mismo al nivel del estómago tratando de acallar un poco el ligero dolor y nauseas que provocaban en conjunto la culpa y la falta de sueño. Estaba molesto, estaba triste, quería venganza y también quería dejar ese evento atrás.

"No creo que les haya importado en absoluto..."

Habían ido a tomar algo de su palacio, algo que no había podido defender del todo y pensar en lo que diría Sebel de eso, de ver su jardín en esas condiciones o el palacio mismo.

Volteó para reconocerlo de vista, recordado que hacía no mucho ese ángel en específico había sido mencionado por el capitán. Se preguntaba qué tan enterado estaba de lo que había pasado allí, o de cómo había sido. La mayoría tenía apenas detalles y quienes lo sabían estaban indignados y preocupados a la vez por el futuro de Heaven, lo que podría pasar ahora que se había roto uno de los hilos que sostenían las buenas relaciones entre reinos.

"¿Se enteró de lo que pasó?"

-Así es...tengo mis fuentes, aunque mis visitas son frecuentes a ciertas zonas de palacio...tarde o temprano lo huviera sabido.

Dios unos pasos hacia el príncipe despacio y se le quedó viendo contemplativo al quedar a cierta distancia. Le precupó su malestar y como se abrazaba a sí mismo. Siempre le había guardado cierto afecto al gobernante de Heaven por su templanza y saber estar. Era seguramente, el más aceptable de los tres gobernantes y el más digno de ser apoyado por Ezequiel.

-Logré sanar bien algunos guardias, ahora contaís con más ayuda...-Sin que el otro se lo pidiera se colocó a su lado dejando reposar allí sus rodillas y tocando con suavidad el centro de la espalda de Cromwell. Una luz azulada y blanquecina iluminó ligeramente su mano, aplicando allí sus poderes curativos.

-Disculpadme...espero que esto os haga sentir mejor...-comentó con mirada serena y cálida, aunque esta vez le costaba sonreír como acostumbraba.-Lidiar con este sufrimiento no es sencillo...lo lamento.

No era dao al contacto, pero sabía cuando podía ser solicitado un abrazo. Si el príncipe lo necesitaba, no se lo negaría...

Asintió, aunque algo cabizbajo, tarde o temprano todo Heaven lo sabría con mayor detalle, lo que se habían llevado, lo que habían hecho al hermoso palacio y jardín que ya no era ningún secreto...

"Gracias" le sonrió sincero, aunque con algo de pesar. Anoche había tenido que dejar a muchos de sus soldados esperando para ser atendido por correr tras el intruso y ahora, pasada la mala noche, quedaba la sensación de que tal vez no había valido del todo la pena.

Lo miró mientra se acercaba sintiendo su mano en su espalda antes de sentir la calidez de esa magia blanca, cerrando los ojos, dejándose aliviar un poco por el tacto angelical de uno de sus hermanos que tanto le hacía falta en ese momento. Se permitió moverse apenas un poco para recargar su cabeza en el hombro ajeno, buscando un poco de confort que a veces parecía obtener del solo sonido de la voz de uno de sus ángeles.

"Sebel no hubiera permitido esto..." sus manos se cerraron en puños por la impotencia, por el coraje contenido contra el que luchaba para no sentir, porque el mismo había dicho... que no debían actuar por ira, sino por amor y deseo de proteger. Él en ese momento no sentía haber podido protegerlos.

-Yo nunca dudaría de las intenciones del gobernante de Heaven...seguramente hizo lo mejor que pudo...-susurró con voz suave a su oído, sintiendo como la cabeza de Cromwel permanecía recargada sobre su hombro y parte su espalda. En aquel momento Ezequiel sentía confort, un confort que alivibiaba su propio sufrimiento por los seres aún vivientes que quedaban en aquel jardín y un sentimiento compartido con el príncipe.

Con calma tomó aquellos puños cerrados por las muñecas y los acercó al vientre del albino, juntando ambos y ofreciéndole al mayor un abrazo cálido y protector, quedando su espalda finalmente amoldada al ángel.

-Puede que sea un carga pesada a veces para una sola persona...pero como siempre digo, autoculparse no sirve de nada, es mejor mirar al presente ,entrentarlo con entereza y aprender de los errores...¿no cree?

Sabía que sus palabras bien las entendía Cromwell, pero a veces, solo a veces otro necesitaban que les recuerden lo que ellos mismos saben. Le sonrió amable, estaba seguro que reconocería esa frase. A lo lejos podía escuchar y reconocer una voz joven y llamativa, dando órdenes al resto de los soldados, pero estaba algo lejana aún. El resto del séquito parecía bastante ocupado con las reparaciones.

Un casi instantáneo confort llegó cuando sus muñecas fueron tomadas de esa forma para dar paso después a ese gentil abrazo en el que se permitió mantener los ojos cerrados un momento. Pese a no haber convivido tanto con Ezequiel, para Cromwell él era también uno de sus hermanos menores y, como a cualquier hermano, recibir un gesto semejante cuando se sentía la necesidad de él, sin tener que pedirlo, era más cálido que cualquier otra cosa.

O casi cualquier otra cosa.

Sus labios se curvaron en una suave sonrisa tras asentir. Él lo sabía pero... había momentos como ese en los que simplemente le resultaba difícil recordarlo, o recordárselo al alma en su pecho que se torturaba con esa parte de culpa.

"Descuida... no estoy... para dejarme caer. Mi compromiso con mis hermanos es mucho más grande y real que los sentimientos negativos. Confío en que el tiempo restaurará las cosas que alguna vez nos fueron arrebatadas, en el pasado o en el presente" su encomienda era esa, mantener las cosas para el tiempo en que todo les fuera restaurado, cuidar de sus ángeles mientras esperaba el regreso del ser que volvería a la vida a eterna...

"Todos están trabajando muy duro..." comentó suave mirando hacía donde se encontraban los soldados.

Spoiler:

-Mmm...ese un tema muy inquietante...la reliquia que lograron robar en concreto. ¿Que tipo de valor podría tener?...

Dejó que el mayor descansará allí tranquilamente retirando las manos de sus muñecas y esta vez dando unos graciosos golpecitos en su hombro a modo de animarlo mucho más. Tanto para Ezequiel como para el resto de aquellos ángeles que servían a su gobernante era importante que este se mantuviera firme, para Ezequiel sobre todo subirle la moral, le er amucho más comprensivo en esas cosas y tenía su propio carácter puesto que nunca idealizaba a otras personas. Pero seguramente Cromwel siempre estaría expuesto a ser juzgado precisamente por ser lo que era.

-Así es...-comentó sonriendo amable y sereno.-Anima bastante ver a los soldados tan activos, seguro que algunos madrugaron bastante...

Spoiler:

Bajó una de sus manos y tomó la reliquia que había tenido con él todo ese tiempo, mostrándola y a la vez mirándola como si esperaba que le diera alguna respuesta, que le hablara y confesara lo que había detrás de ella, además de lo que todos sabían.

"Las reliquias son parte esencial de la profecía que anuncia el regreso de Remil... se supone que la reencarnación de Remil no tendrá recuerdo alguno de su antigua vida sino hasta que vuelva a portar las que fueron sus pertenencias..." comentó quedamente, un poco más serio. "Ese día será en el que Sebel despierte y se restablecerá la paz en Eterna"

Delineó la reliquia con las yemas de sus dedos antes de llevársela al pecho, manteniéndola cerca mientras le asaltaban los pensamientos, demasiadas teorías, demasiadas posibilidades, demasiados sospechosos, y había estado pensando todo este tiempo. Había esperado demasiado por el cumplir de esa que había tomado como una promesa, más allá de una sola leyenda y ese día, después de todo lo que había pasado, el cielo azul se mostraba tan cristalino que era como si se encontrara apenas a un aliento de distancia eso y todas las promesas. Y eso era más que suficiente para mantenerlo a flote.

"Estoy seguro de eso..." comentó con una sutil sonrisa, mirando de nuevo a los soldados. "Por lo que tengo entendido eres cercano al capitán Mirtros... ¿Le has visto?"

Spoiler:

Lo que le comentó el príncipe arrojó una bombilla sobre el mago blanco, que con tantos testimonios parecía tener mayor interés en introducirse en aquella búsqueda tan particular.

-Eso quiere decir que si se reunieran todas la reliquias y comenzaran a probarse en diferentes ángeles, a lo mejor alguno las haría reaccionar...puesto que el ángel que esperamos recciona con las mismas, seguro debe causar lo mismo en ellas...claro que antes, habrá que reunirlas de nuevo.

Lo escuchó atento sin hacer ningún comentario más por el momento siempre había dudado de la verdadera leyenda y las palabras de Michael lo inquietaban sobre las verdaderas intenciones de Sebel al sacrificar todos aquellos ángeles. La historia de Mirtros tambien era igual de dudosa y nunca le preguntó a su hermano o sus padres demasiado sobre ello, se basaba en lo que le dijo el conde ante de sus últimos días en aquella cama.
Cuando le preguntó por su hermano lo observó y le asintió, parecía curioso de la pregunta de Cromwell.

-Casi todo los días, majestad, después de todo es como un hermano pequeño para mí...- observó donde los soldados se encontraban, pero Mirtros mantenía una actitud extraña.

Spoiler:

"Sí fuera así... si fuera su intención..." que sonaba bastante probable. "Me preocupa pensar en lo que harían si realmente encontraran a Remil"

¿Querían despertarlo o vitar que despertara? ¿Manipularlo una segunda vez? ¿Matarlo? había tanto al rededor de esa profecía. Mirando la reliquia solo podía sentir ansiedad, recordando el pasado y todo lo que había pasado entonces, la guerra, el llanto...

"Muchos soldados resultaron heridos anoche... ¿Él está bien?"

No recordaba haberlo visto esa noche y una parte de él se podía sentir un poco defraudada. Mirtros tendría ventaja la noche, hubiera sido una ayuda, una gran defensa. Pero había sido un ataque que no prevenían, por un enemigo fuerte que quizás el joven demonio no hubiera podido ayudar mucho a contener tampoco.

Se echó ligeramente hacia atrás dejando un espacio entre ambos y meditando sus palabras.

-Puede que haya que esperar para saberlo...o buscarlo...no lo sé...es un asunto con demasiados huecos, un puzzle al que le faltan demasiadas piezas aún...

Entrecerró los ojos algo pensativo y se cruzó allí de brazos, llevándose el pulgar al mentón y acariciándose este sutilmente. Inclinó ligeramente la cabeza cuando escuchó el nuevo comentario del príncipe y le sonrió asintiendo.

-De hecho madrugó bastante para venir a ayudar con las reparaciones...aunque se centró más en apagar el fuego. Me comentó que había que repartirse las tareas aunque él huviera deseado estar en el frente. Será que por ser un capitán tan joven el general lo recluyó a otras tareas...igual no parece muy conforme y se
autoculpa...-suspiró largo y tendido.- Espero que algún día no desobedezca las órdenes, siempre le dejé claro que en la milicia todos forman un equipo y no puede actuar solo por su cuenta.

"Ya veo... aunque muchos comparten esa frustración, no esperábamos este ataque, menos aún cuando se suponía que estábamos empezando a entrar en mejores términos entre las naciones después de las pasadas guerras. Me alegra que esté bien." Comentó sincero, aunque pensativo, mirando donde se encontraban haciendo las reparaciones, las zonas con más concentración de personas.

Suspiró suave antes de ponerse de pie, sintiéndose algo más repuesto gracias a lo que había hecho Ezequiel para ayudarle. Era una pena que las emociones fueran mucho más difíciles de sanar que el cuerpo, incluso para ellos que tenían ese don.

"He oído que es bastante enérgico y que está realmente comprometido con Heaven..." dijo más como un pensamiento en voz alta, como si estuviera evaluando sus propias conclusiones, sus mismos pensamientos que parecían fluctuar de un extremo a otro últimamente. Mirtros era un demonios, con la mentalidad y los principios enseñados a los ángeles. Era... alguien que podía ser una excepción a las reglas que consideraba ya establecidas pero, ¿sería realmente sensato creerlo así? "Lo conoces más... ¿confiarías tu vida a él?"

No sabía por que esas palabras de le hacían familiares, podía notar en ellas cierto alejamiento del príncipe con respecto a Mirtros. El capitán lo había estado evitando desde hacía tiempo.

-Mas adelante pretendía haceros una propuesta respecto a Mirtros, y es algo que él no debe saber.-Murmuró por lo bajo, percatándose de que su hermano estaba por allí cerca.Le sonrió cálido y muy orgulloso como respuesta a esa pregunta, algo había iluminado el rostro de Ezequiel.

-Por supuesto que sí.- de hecho ya lo había hecho unas cuantas veces cuando había intentado suicidarse y Mirtros lo regañaba a la par que le preguntaba si se encontraba bien. Podía ser realmente una persona contrariada cuando se lo proponía. No en vano su familiar era un hidra del caos, tan caótica ocmo Mirtros cuando se bloqueaba.
- Tiene un afán insuperable por ayudar a los demás, aunque no es el único demonio que he visto con esa entrega.

"¿Una propuesta?"

Eso lo había tomado un tanto por sorpresa, por lo que había vuelto su mirada completamente al ángel, intrigado con las intenciones detrás de esas escasas palabras... Realmente curioso. Pero su mirada se desvió de nuevo al jardín con esa última declaración, cuando se mencionaba a otros demonios, no podía sino considerarlo, de alguna forma, desagradable.

"No dudo que haya demonios o terranos con buenas intenciones, pero las cosas propias de su nacimiento y su naturaleza tienden a preocuparme... El instinto del demonio y el terrano es tan contrario a veces a lo que se busca en Heaven. ¿Qué tanto se puede confiar realmente a una criatura que cada día debe estar luchando contra su instinto para mantenerse puro en los términos de nuestra nación? ¿Qué tanto puede confiarse en un león amaestrado?"

Porque para Cromwell los demonios, específicamente, eran como leones... seres que se alimentaban de sangre y que, por más que quisieran ir contra sus instintos, tarde o temprano, cedían... por eso había que mantenerlos lejos, a raya, y vigilados.

Raras veces pensaba de eso modo, permaneció algo indeciso con sus pensamientos contradictorios, ahora igual que la mayoria del tiempo cada vez que en su mente trataba ese asunto. Pero los contras eran más que los pros y era justo eso lo que le inquietaba.

-Je...-Ezequiel sonrió de medio lado seguro de si mismo y luego dirigió su vista hacia el ejército, no pensaba igual pero precisamente esa forma de pensar en el príncipe, era lo que le convenía para sus planes.- Los demonios y terranos piensan y actuan diferentes de nosotros los ángeles, pero a pesar de vuestras dudas...Mirtros posee sentimientos majestad, su lealtad hacia usted es elevada y cumple la promesa que le hizo a los sacerdotes de no relacionarse más allá de la mera amistad con los ángeles puros. Ha condenado su mera existencia cuando aceptó la condición de no conocer jamás el amor, ni nada que implique un acercamiento excesivo con nuestra raza...Mmm...

Se levantó de allí de inmediato, ahora algo lo tenía inquieto. Antes era mejor preguntarle al príncipe y luego decidir, definitivamente debía pedírselo ahora mismo o su hermano podría salir más dañado de lo que ya estaba, era su obligación hacerlo si quería proteger a Mirtros.

-Mi hermano me comentó que le pidió un pacto de conexión...-comentó tras su espalda y la mirada avellana se movió hacia la silueta del albino. Estaba neutral, no mostraba sentimiento alguno más que el de la duda.-Supongo que entonces no es difícil adivinar sus intenciones debido a esa inquietud...no es capaz de confíar en un león amaestrado, en cambio si mantiene con él un pacto de conexión, le será más sencillo mantenerlo controlado...es diferente a intentar adivinar como se siente un demonio sin su consentimiento para dicho pacto.

-Solo que hay un ligero percance...los sacerdotes nunca permitirían ese tipo de pacto, no es de extrañar que Mirtros esté confuso...le ha pedido algo que le está expresamente prohibido, precisamente el gobernante de Heaven...admito que...me perturba...él solo está dando lo que usted pide ¿que más quiere del?

Lo escuchó atentó, siguiendo su movimiento con la mirada cuando lo sintió levantarse, aunque después, poco a poco, volvió su vista a donde estaban los soldados, mirándolos trabajar, identificando entre ellos al demonio albino. Sí, había hablado con él y parecía sincero en sus intenciones pero... estaban tantas cosas de por medio.

"No se trata sólo de control..." admitió, siguiendo con la mirada a Mirtros a lo lejos mientras hablaba suave, a un volumen que fuera sólo audible para Ezequiel. "Cuando uno hace un pacto de conexión, también termina entregando un poco de sí mismo, porque implica dejar una parte de uno descubierta al otro, por eso es algo que se hace cuando dos ángeles se tienen la suficiente confianza..."

Suspiró suave antes de ponerse de pie y voltear a ver a Ezequiel, buscando sus ojos concretar lo que buscaba la pregunta, pero atinando a sonreír poco después antes de contestar.

"Entiendo el desacuerdo que sentirán los sacerdotes, realmente lo entiendo, porque no para todos los ángeles es fácil mantenerse firme cuando los demonios tienen a ser buenos para convencer, pero... si un demonio criado en Heaven llegara a entender realmente las intenciones del su dirigente, si pudiera sentirlas y su líder pudiera sentir cuando pudiera estar en peligro de caer a las tentaciones de su naturaleza... tal vez tendría una mayor esperanza."

Volvió su vista al demonio y se hizo por momentos la misma pregunta que Ezequiel había formulado en voz alta.

"Quiero tener la certeza de que no me arrepentiré de haberle permitido llegar a capitán... y que él tenga la certeza de que la forma de vida en Heaven es... lo que quiere para él, quiero compartirle mi sentir, porque el puede ser el que muestre a demonios y terranos que no está mal vivir como lo hacemos nosotros..."

-No es que me niegue a que tengaís una conexión con Mirtros...vaya...incluso tal vez lo que me acabais de comentar esté bien justificado...-suspiró ligeramente y le sonrió amable.- Solo Mirtros podrá decidir y en caso de que acepte...mis intrigas aumentarán, aunque les deseo lo mejor.

En la relación que comentaba Cromwell que deseaba tener, por supuesto, pero teniendo en cuenta lo que sentía el demonio. La sonrisa tan cálida y acogedora que le mostraba Ezequiel al gobernante era tan bien fingida. Su naturaleza siempre estaba oculta, en realidad todos los nobles habían aprendido a mentir para seguir el protocolo. Pero por algún motivo las elocuentes palabras del mayor no eran suficientes para despegar sus dudas sobre lo que realmente deseaba de Mirtros.¿Podría ser, que la sinceridad y el trato amistoso que solía dar Mirtros huvieran calado en el gobernante?. Aunque, aquello huviera asi más convincente sino huviera hablado de Mirtros como un león amaestrado. Ezequiel era demasiado analítico, pocas cosas se le escapaban en realidad.

-Permitidme en don de la duda...es una hoja de dos filos, tan solo se puede mostrar como vivimos aquí...mi hermano ha sido criado entre ángeles, nos protegemos mutuamente y por eso mismo. Intentar que otras razas vivan como nosotros tan solo es una pretensión...Tan solo deseo el respeto y la amistad entre razas, si eso fuera posible...

Si Michael lo escuchara podría pensar de mil maneras, pero en ese sentido Ezequiel prefería cada cual en su sitio. Lo apoyaba en encontrar a Remil por que buscaba paz como él, pero no de la misma forma que el demonio lo contemplaba. Por eso habían llegado a un acuerdo. El mestizaje no le incomdaba a Ezequiel, es más, era claro ejemplo de que se podía llevar a cabo la labor que el demonio proponía. Pero no toleraría que corriera la sangre por ello.

-Pero mientras exista la exclavitud en Hell, no podré confiar en que nos respeten. Ese concepto lo aborrece mi hermano, se siente apoyado por los ángeles y odia la esclavitud, su forma de pensar es muy diferente...os recomiendo analizar todo eso en caso de que se llegue a dar el pacto. Sentireís su fogoso corazón, su manera de ver el mundo y sus deseos para con los demás, a los que juró proteger y tiene en estima...ese sentimiento es mayor en él que ver limitados sus poderes...a veces, parece tan puro y sacrificado...eso me preocupa, me preocupa que puedan dañarlo.

"Perdona si no llegue a darme a entender. Cuando decía que él podría mostrar que no estaba mal vivir como nosotros lo hacíamos no quise decir nada más que eso. Si yo mismo espero que demonios y terranos respeten las normas y formas de pensar en Heaven mientras estén en este territorio, lo menos que puedo hacer es respetar de esa misma forma las costumbres que quieran seguir y enseñar en Terra y Hell mientras estén en su tierra. A estas alturas, pensar que podrían adaptar nuestra forma de vida sería quizás demasiado iluso. Pero también quisiera que pudieran ver que no es imposible seguir los principios de Heaven, si un no-angel puede hacerlo, por convicción más allá que por imposición, como parece ser el caso del capitán, ya que al parecer las otras naciones nos tienen en un mal concepto..."

Su política que trataba de evitar el mestizaje y que además desalentaba la "mezcla" entre seres cualquiera fuera el caso sabía que no era muy bien visto por las otras dos naciones que parecían aceptarlo sin problema, pero... para el dirigente de Heaven, viendo a los mestizos más débiles que los puros y sabiendo la forma en la que nacían... Era una degeneración de las razas.

"Descuide... mientras él muestre respeto por los ángeles, Heaven y sus costumbres, me aseguraré de que sea respetado de la misma forma".

Exhaló suave antes de agregar, con una voz quizás más suave.

"No tengo intenciones ocultas y soy sincero en mi sentir. El capitán sabe que no soy un gran fanático de los de su raza, pero que será valorado por lo que haga él y no por los pecados de su estirpe"

Ante ese comentario inclinó ligeramente la cabeza y le sonrió sereno y espectante, en cierto modo gracias a la forma de pensar que guardaba el príncipe, para Ezequiel Heaven era sin duda, el más acogedor de los diferentes reinos.

-Me gusta vuestra forma de ver las cosas y sois un gran diplomático, sin duda alguna.-entrecerró su mirada con cierto aprecio por el mismo, pero ahora tenía demasiado motivos para desear alejarlo del palacio.

-No obstante...¿En que concepto teneís a los demás reinos?...Poneís a Mirtros como un posible ejemplo a seguir, a pesar de las dudas que le asaltan con constancia sobre su naturaleza. No podrá ser un ejemplo de conducta para otros hasta que voz mismo no lo asimileís como tal. Ese temor y el concepto de un león amaestrado no hablan de un ser con sentimientos sino dotado tan solo de instinto...Mirtros es algo más que un animal con los que nos comunicamos. Pasaría por alto vuestro concepto de no ser por ese percance...es decir, mi hermano es un proceso...y dependiendo de vuestro objeto de estudio y espectactivas, actuará de un modo u otro...

-¿Hermano?...-pudo reconocerlo a lo lejos y caminó hasta ellos. Había escuchado algo de un objeto de estudio y observó a ambos ángeles. Intelectuales y firmes en sus conceptos. Era simplemente lo que estaba viendo, dos mentes analíticas tratando de poner en orden sus ideales y llegar a una posible conclusión, un posible acuerdo tal vez.

Después de todo, la confianza tan solo se podía transmitir a otros cuando los demás podían verla reflejada en uno mismo y Mirtros, confiaba mucho en sí mismo. Sus ojos turquesa observaron al príncipe pero antes de que pudiera respoderle con la suya y en silencio, la volvió a dirigir a Ezequiel.

-No he podido evitarlo...¿otros reinos? ¿Sucede algo?...tan solo escuché palabras sueltas pero parece grave...-Estaba preocupado y a saber que había entendido realmente, pero para suerte de Ezequiel y Cromwel no la verdad absoluta.

Spoiler:

"Todos somos seres con instintos e inclinaciones, sólo son distintos"

Fue lo único que alcanzó a decir antes de que se acercara más el joven demonio que se llamaba hermano de Ezequiel, uno de los capitanes de su ejercito al que volvió la mirada, pero que al parecer, el de ojos turquesa, no quería sostener demasiado el contacto visual con él... Negó suavemente con la cabeza, pese a que la pregunta parecía estar dirigida al otro ángel, al ser al que Mirtros miraba, pero considero que igual podía contestar eso.

"Sólo discutíamos sobre la visión de las otras naciones respecto a las leyes que se manejan en Heaven y lo prácticas o imprácticas que pueden parecerles. También sobre la situación actual, con esto del robo... Los soldados a su cargo, ¿se encuentra bien?"

Cromwel parecía neutro, lo escuchó pero no duró demasiado sosteniéndole la mirada, seguía tenso.

-Lamento la interrupción, pero solo pensé en algo grave...-ante la pregunta asintió silencioso y cuando estaba punto de alzar la mirada a Cromwel, esta permaneció ausente.- Mis hombres estan bien, los que faltaban han regresado pronto al parecer bien sanados...

Observó a su hermano, fue mirarlo y sentirse más protegido y seguro. Entonces a parte de su cinismo cayó en la cuenta del estado del jardín y los destrozos. Finalmente si le dirigió la vista al príncipe Cromwel con bastante preocupación.

-Puede sentirlas...como ellos...¿verdad?

¿Debería intervenir o no? el ambiente estaba tenso y ante las palabras de Cromwell solo le sonrió silencioso a Mirtros confirmádole aquello. Le habían confesado lo inconfesable aquella tarde y en cierta forma se sentía cómplice, despu´s de todo solo quería lo mejor para Mirtros, pero se preguntaba si protegerlo siempre era el camino.

-En realidad a todos los que estamos aquí nos resulta pesado hasta respirar...intenta no tratar demasiado ese tema, es mejor distraer a tus hombres.- le corrigió, pero Mirtros debería apredender a no ser tan impulsivo y mas delicado, atribuyéndolo a su juventud.

Podía notar cierta resistencia por parte del capitán para mirarlo, como si en cada momento desviara o bajara la mirada y no podía decir que eso le agradara, no le gustaba la sensación de que algo le ocultaba, podía decir que aquello le causaba cierta ansiedad.

"Descuida..." mencionó bajo a Ezequiel, sin haber tomado ofensa de la pregunta, volviendo la mirada a Mirtros antes de asentir con la cabeza, de forma apenas perceptible. "Puedo sentirlas, las plantas que solían mostrarse agradecidas ahora están pasando por su propia pena, aunque es comprensible su tristeza."

Estuvo por mencionar que debía ser obvio, pero como alguien consciente de que nunca podría sentir como un ser de otra raza, se lo guardo, no todo lo que fuera obvio para ellos tenía que serlo para Mirtros.

"Me alegra ver que está bien, capitán y saber que sus soldados lo están también. ¿Ha sabido de alguna novedad?"