Primeras Impresiones

Musica tranquila y ambiental, personas de gustando las bebidas, disfrutando su respectiva compañia, los barman y meseros atendiendo gente en completa armonia, las luces tenues dando ese ambiente reservado, intimo, listo para lograr conquistas y los rostros de varias razas mezcladas era todo cuanto podia desear para su "pequeño" local, noches como aquellas amaba el mismo ir a atender en la barra, saludar a los clientes frecuentes, regalar bebidas a damas o jovenes con aires encantadores...

Pero esa no era su noche especialmente. Mientras todos los demas caian en la ensoñacion del ambiente, el estaba en la barra preparando tragos y demas escuando una vocecita que si bien era grave y masculina no le permitia ambientarse en aquel lugar. Le sonreia cual padre ve a su joven bastago renagar y protestar, que mas podia hacer por el en ese momento?, esa charla no era la primera vez que la tenian.

-Te he dicho un sin fin de veces, que no es posible eso que me pides.-

Estaba recargado en la barra mirando de mala gana a su antiguo maestro dentro de la milicia, aquel al que idolatraba ciegamente. Sostenia un cigarrillo a medio camino de ser consumido en los labios, dejando que esos ojos negros se clavaran en los ajenos y lo que hacia, no comprendia por que demonios, su superior se la pasaba tan feliz y calmado con una vida tan aburrida como aquella.

Recordaba las muestras de perfeccion, sencilles y valentia, los consejos practicos que les daba en la academia, tambien recordaba de manera menos grata como le habia hecho rabiar la decision de su maestro al decir que renunciaba a todo. El que se proponia a alcanzarlo, superarlo, como lo haria si tomaba siempre caminos que parecian ir mas lejos y mas rapido que lo que el mismo Daemon podia realmente recorrer.

-Por Solei, es que esta vida te satisface en verdad?, me parece de lo mas absurdo, es ridiculo!-

Golpeaba la colilla del cigarro en un cenicero cercano, comenzando a rebuscar otro nuevo entre las prendas que llevaba aquella noche, listo para una buena noche salvaje, ya que llevaba aquellos pantalones entallados que resaltaban la perfecta y tra bajada musculatura de las piernas y una camisa negra de cuello mao que dejaba los brazos al descubierto, aderezado con un sin fin de colguijes, y bandas que actuaban de pulseras y demas.

Desconocía el motivo por el que había aceptado finalmente entrar a aquel antro. Así, ahora lo recordaba justo en las puertas del bar averno "ver en que ambiente se desenvolbía su reciente amistad", cualquiera podría interpretarlo como un ciervo frágil y inocente, directo a la boca del lobo. Ezequiel no tenía las más mínima pinta de desenvolverse en aquellos lugares nocturnos, sino de vivir una vida solitaria y tranquila, ajeno a las ajetreadas vidas de otros ciudadanos.

Su penetrante mirada avellana se entrecerró al escuchar el ruido de las copas y ver aquellas luces, aquel lugar si contaba con rincones más íntimos y solitarios, pero si iba a visitar al dueño, seguramente Michael debía estar ocupado como todos. Algo le gustó en aquel barullo, se respiraba libertad, no podía compararlo a las elegantes fiestas de la nobleza y el repetitivo protocolo. Antes de que se diera cuenta ya estaba dentro, analizándolo todo, cuando un demonio alli sentado se le sonrojó violentamente al encontrar al bello ángel frente a frente con aquel porte decidido, este tan solo parecía poner atención al contenido de su copa.

-Creo que pediré una de estas...-comentó alzándose de pronto con una treza balanceándose en su espalda. Iba bastante sencillo y formal, una camisa anacarada holgada y entrebierta mostrando parte del albino torso y unos pantalones de mezclilla grises y botines. De su cuello colgaba un amuleto de madera con forma de serpiente.

"Disculpe, e-es-sa sa copa es mía"...masculló el demonio esperando que se la devolvieran. Ezequiel sonrió amable y la posó en su mesa. Al parecer aún no hallaba a Michael pero si el dueño lo pillaba incordiando sin querer a alguien, lo reconocería enseguida.

Tiraba una vez mas a loco al demonio con su eterna cantaleta de buscar cosas importantes y demas, encontrar un camino y todo ese sin fin de busquedas y cosas que no le importaban, el solo tenia una cosa en mente, superar al demonio como fuera, si queria lograr su objetivo, debia superarlo y rapido.

Un pequeño lio o lo mas cercano a eso, por que a ojos de Dae, mas parecia un demonio sintiendose cohibido por un angel... un muy hermoso angel por cierto.

-Tonto-

El sonrojo evidencio el nerviosismo de aquel demonio que parecia haber sido flechado por el de cabellos rubios y mirada severa. Ese tipo de personas le encantaban, era divertido sacarles de quicio sin mencionar el detalle de ver alguna expresion en ojos tan peculiares.

-Hey... mira el lio que se hace por alla, Michael-

Mentia vilmente, pero quiza un poco de movimiento en el tranquilo local le sacara del aburrimiento

-No suele haber lios aqui, Dae.-

Pero giro la cabeza para ver ese cabello rubio largo que conocia bien, sintiendo la presencia del angel de repente una vez que sus sentidos se clavaron en la figura ajena.

-Cumplio su promesa despues de todo.-

Fue todo cuanto dijo mientras sonreia, la escena era entretenida, el angel causaba revuelo, despues de todo era suficientemente atractivo para provocar justo la reaccion que experimentaba el pobre demonio que se topara con el en ese instante.

Dejo de lado su labor, encargando los tragos pendientes a uno de los barman que estaban en turno, saltandose la barra sin mucha dificultad y de manera elegante, casi como si flotara en el aire y con paso seguro fue a saludar a su amigo apesar de la mirada de incredulidad de demonio mas joven

Escuchó ligeros murmullos, hasta que una de aquellas voces lejanas de entre tantas le resultó familiar y giró de inmediato. Sonrió ampliamente al hayar por fin a Michael detrás de la barra hablando con un chico de curiosa vestimenta, iba a acercarse hasta él o al menos tenía esas intenciones antes de ver como se dispuso a saltar la misma agilmente y encargaba al camarero fregar los platos.

Cuando lo vió acercarse a recibirlo caminó hasta él, mientras el resto de clientes dejaba de murmurar y se centraban en sus cosas, la parecer Michael imponía respeto con su simple presencia y ejercía cierto autoridad en los otros. Solo esperaba no haber llamado demasiado la atención con su ligera inspección a aquella copa.

-Buenas noches...-Sonrió amable cuando por fin se encontraron y dió un pequeño vistazo al lugar.-Me gusta...tiene buena pinta.

Spoiler:

Se recargo en la barra mirandole como cara de pocos amigos, que su maestro saltara de semejante forma completamente sonriente le ponia de malas, que le hablara con tanta confianza era todavia peor, y encima, que el rubio ese con cara seria sonriera tan animadamente era peor aun, es que ese era el supuesto angel del que andaba detras su maestro?

Con paso cansado y lento se levanto de la barra para dar alcance a las dos figuras, si estaban ahi para tener una velada romantica... ja! el no lo permitiria, despues de todo el habia llegado primero con Michael.

-Buenas noches... vaya modales los que te cargas, Larks.-

Se acerco a los dos hombres con media sonrisa confiada en el rostro, mirandoles, aunque se notaba la hostilidad en la voz si se prestaba atencion debida.

Spoiler:

Arqueo una ceja cuando giro su vista a la del demonio mas joven, sonriendole indulgente, por que era casi un mal chiste que este hiciera referencia precisamente a los modales cuando parecia que carecia de ellos. Despues de todo era tanto o mas mal educado el interrumpir de aquella manera en una conversacion o un saludo en especial cuando no conocia al rubio de nada.

-La emocion me ha hecho dejar mis modales de lado, Dae.-

Se giro en direccion de Ezequiel, tendiendole la mano a modo de saludo.

-Me alegra en verdad que vinieras y me alegra mas que el sitio sea de tu agrado.-

Se giro un poco, señalando con un gesto de la cabeza al demonio mas joven-

-Y este maleducado chico es Daemon Lotz, un exalumno mio. Dae, te presento a un reciente amigo, Ezequiel...-

Se quedo pensativo, y esta vez dirigio la mirada al rubio.

-Creo que solo me dijiste tu nombre aquella vez que nos encontramos.-

Dae, así le llamó Michael, era imposible no fijarse en él cuando se había acercado hasta ellos con aquella actitud tan sospechosa y esa semisonrisa complicada de interpretar. El ángel le dirigió la mirada durante un par de segundos estudiando su actitud, mientras Michael lo corregía a su manera, fue un encuentro por demás curioso.

-Mjmjmj...-todo aquel recibimiento tan solo le robó una de esas sonrisas desinteresadas hasta casi no verse los irises, al parecer Dae le cayó gracioso. Seguramente muy lejos de lo que él este pretendía. Tomó la mano de Michael y la agitó suave, dirigiendo su mirada de nuevo al muchacho sin perder la sonrisa y dando la impresión de estudiarlo de nuevo.-Un placer...

Extendió su mano a Dae cuando Michael lo entretetuvo...

-Es verdad...pero con el calor de la conversación se me despistó por completo aquella tarde...-se excusó rápido, y es que habían pasado un rato muy agradable, se podía notar en el buen humor del ángel y su forma de mirar Michael, en definitiva había logrado simpatizarle.

-Asalia Famariel, los apellidos de mi único padre...-dijo sin más, Ezequiel no conocía el amor materno a ecepción de la niñera que lo cuidaba, una de tantas que su padre había contratado.-Bien, tengo sed...
Mencionó volviendo a ver Michael, quería saber un poco más de aquel sitio.

-Y justo aqui es donde tengo que decir, quieres que te sorprenda o tienes alguna bebida en mente?-

Menciono animadamente, indicandole que le siguiera hasta la barra, miro entretenido y algo burlon a Daemon, tambien indicandole la misma accion.

-Aun eres un niño, sabias?-

El paso del pelinegro era elegante, ligero mientras se abria paso entre las personas que estaban por ahi recogiendo las bebidas, esta vez paso del lado de la barra como lo haria cualquier barman, como si no quisiera llamar demasiado la atencion esta vez, era mas la emocion de ver al angel cumplir la promesa lo que le motivara a dar aquel enorme salto sobre la barra ante la mirada atonita de mas de uno, no que aquello le molestara realmente, estaban demasiado acostumbrados a sus excentricidades despues de todo.

Los ojos se le hicieron finas rendijas cuando escucho aquello, "el calor de la conversacion" y encima esa sensacion de euforia o parecido que emanaba del angel, Michael tenia esa fama ya desde la academia, podia impresionar de maneras agradables a quien le conociera, se conocia tan poco en realidad del demonio, que hasta parecia que vivia envuelto en una nube de misterio y encima, eso llamaba aun mas la atencion.

Rechino los dientes cuando su antiguo maestro le paso de cercas haciendo alucion a lo joven que era, y termino por clavar los ojos en el angel que quedaba atras junto con el mi entras comenzaban a seguir al demonio mayor.

-Asi que logro cegarte a ti tambien?.-

Ensuciar un poco la reputacion de Larks a veces funcionaba para apartar "estorbos" asi que segun su "buena" costumbre comenzo con aquella mania.

-Es un demonio peligroso y realmente un ejemplo a seguir.-

Miraba de reojo al rubio sin prestar de momento realmente atencion al rostro ajeno.

Continuó su andar a la barra cuando vió como Michael le indicaba que lo siguiera.

-Considero mas oportuno que intentes sorprenderme, soy un buen cliente después de todo...-murmuró suave y con un toque picante en su sonrisa mientras tomaba asiento y relajaba los brazos en la barra sin dejar de fijarlo, cuando de pronto sonrió divertido.-te conviene para recomendarte a mis amistades...ya sabes...

A veces le gustaba bromear a medias.Observó a Dae después de escuchar sus palabras sin perder aquella sonrisa tan amable a la vez que severa, una extraña combinación. Sabía que el muchacho andaba algo incómodo por su presencia, pero tal vez fuera por ser un ángel, lo que menos imaginaba Ezequiel era que el demonio joven tuviera fijación por Michael.

-Vaya...¿a que te refieres?...-amplió su hermosa mirada avellana a Daemon al parecer bastante intrigado, Ezequiel no parecía guardar malicia alguna sino buscar siempre el lado más escondido en otros.-¿Asi que Michael es tu ejemplo a seguir?...mjmjmj...créeme...has elegido un buen maestro...

Comentó con total naturalidad y esa eterna sonrisa que parecía llevar siempre consigo como si hablaran el mismo idioma, aunque Ezequiel se refería a Michael como un hombre filosófico y de profundos pensamientos sobre el entorno que lo rodeaba, muy experimentado en la materia de la vida.

Spoiler:

Preparaba los tragos, dos por persona, despues de todo le encantaba mezclar sabores y de alguna manera tenia la curiosa debilidad por servir un trago suave y dulce, seguido de un trago fuerte y de sabor bien mezclado.

No pudo evitar sonreir una vez que escucho lo que pretendia Daemon, pero lo que mas le sorprendio fue la respuesta del angel que parecia poner una barrera contra los comentarios casi mal intencionados del joven demonio.

Estaba seguro de algo, a Daemon aun le faltaba mucho por crecer y aprender, sin mencionar el tratar de quitarse esa mania que tenia de intentar intervenir en el mundo de los demas...

-O el peor caso a copiar, este jovencito aun debe ver mundo.-

Sirvio las cuatro copas con elegancia, mirando de reojo al pelinegro antes de clavar los ojos en el rubio.

-Veamos si realmente puedo sorprender tu paladar.-

Le señalo ambas bebidas por turno, pasando de una nacarada transparente a una de un vivo color verde que relucia con las luces

Y esta vez la miro perplejo, aquel angel era demasiado despistado o un verdadero caso... tras los comentarios que hiciera no imaginaba como no prestara atencion a las palabras que intentaba realmente transmitirle el pelinegro. Suspiro como resignado cuando Michael le sirvio los tragos.

-No soy tan inmaduro, peor aun... no comprendo enr ealidad la clases de personas con las que te rodeas Michael.-

Se recargo en la barra, ahora si mirando mas fijamente al angel, iba a ser un caso perdido intentar llegarle de manera maliciosa, quiza...

-Hermano... eres realmente peculiar, te lo han dicho antes?-

Ezequiel se sorprendió al ver el hermoso brillo de aquella bebida creándose entre las gruesas y ágiles manos de Michael pasando a un llamativo verde. Acercó su mano a la serpiente de madera y la acarició incoscientemente, cuando escuchó a Daemon giró de inmediato y lo observó fijamente a los ojos.

-Mjmjmj...Gracias...adoro ser diferente...-le comentó a Daemon entrecerrando su mirada con un brillo de seguridad en la misma. Sabía que el demonio andaba planeando algo y esos juegos los adoraba, podía ser tan inocente como quiesiera y buscar salidas por donde no las había. Ezequiel era así de misterioso o simplemente retorcido.-No obstante, peculiar es una palabra que tiene muchas interpretaciones...incluso podría afirmar que para llevarse con Michael hay que ser peculiar, debes de tener algo especial...

Era un chico directo y de carácter muy activo. Había despertado la curiosidad de Ezequiel como lo había hecho el mayor por ese simple hecho. Michael no se equivocaba, seguramente se daría cuenta enseguida de que Ezequiel estaba tanteando el terreno con el menor, sus respuestas tenían un matiz diferente a las de aquella tarde.

Estaba por intervenir un poco en aquella conversacion, cuando un llamado urgente parecia requerir su presencia inmediata por la bodega del local.

-Es una de esas noches... que pareciera me quieren poner trabas.-

Menciono aun con el rostro afable, disculpandose primeramente con su invitado.

-Si los dejo solos, no sera n problema o si?-

-No estas hablando en serio o si?, no somos dos pequeños que necesitan la supervicion de un adulto.-

Ademas, le parecia mejor la oportunidad para ver si podia alejar a ese rubio de Michael, que el otro se relacionara con angeles, con cualquiera en realidad era un verdadero problema.

-Tu crees?, la forma en que nos trata, siempre tan condecendiente ese Larks.-

Tomo la primera bebida, comenzo con la fuerte, como si aquel sabor le fuera necesario para comenzar con lo que tramaba ahora.

-Con que te consideras peculiar, es una cualidad o una rareza?, no digo que sea malo, eso es lo que nos hace destacar a final de cuentas.-

Se acerco al rubio, buscando un poco mas de privacidad lejos de los demas clientes de la barra o los barman que aun estaban atendiendo pedidos.

Ezequiel entrecerró su mirada comprensivo al ver alejarse a Michael, no podía hacer nada contra aquello pero le daba pena que el trabajo los interrumpiera de vez en cuando. Seguramente pasar una tarde tan agradable como aquella a su lado no iba ser lo mismo que aquella noche. Dirigió su mirada a Daemon cuando se quejó por aquel comentario y sonrió divertido hasta casi no verse lo irises, algo le decía que a Michael le divertía demasiado picar al menor y ver esas reacciones que no parecían complicadas de intuír.

-A pesar de dar la impresión de ocultarlo, eres demasiado evidente.-murmuró con suavidad cuando Daemon se acercó un poco más a él.Lo tomó del mentón y juntó sus frentes divertido, mirándolo con una extraña calidez a los ojos.- Eres un buen demonio, ahora entiendo por que le gustas a Michael como amigo.

Dicho esto se apartó del mismo y tomó un trago de la bebida suave, no sabía si Michael había tenido tiempo de acabarla, pero era cierto que estaba sediento, después de todo se había entretenido con su mascota dándole de comer y terminó por írse volando una distancia considerable.

-Por cierto, espero que mi presencia no te incomode demasiado...no suelo juzgar a otros por ser de una raza diferente, Michael esperaría lo mismo de tí como buen camarada.-lo observó por el rabillo del ojo bastante sereno, seguro disfrutaría con aquella reacción.

Se quedo quieto cuando sintio como le tocaba y los ojos se abrieron con sorpresa una vez que sintio como ambas frentes se tocaban, un sonrojo le corrio por el rostro, pero no precisamente por la pena, el mismo habia estado siempre jugueteando con otros chicos y experimentando las sensaciones placenteras que podian causarse mutuamente... aquello era mas por el bochorno de ser tratado como un simple mocoso que no parecia ser peligroso ante aquel tipo de acercamientos. Ezequiel parecia tener ahora la misma mania de Michael.

-Si vuelves a hacer algo como eso... no respondo de lo que le pase a tus labios...-

Mascullo mirandole con los ojos entrecerrados.

-No soy un pequeño... y eres realmente lindo, lo suficiente como para no causarme aversion... asi que no trates de explicarme las cosas como si fuera un mocoso...-

Agarro el segundo trago, el mas suave y lo tomo de un solo sorbo.

-Michael me educo bien... a mi y a toda la generacion que estuvo con el... no hacemos esa clase de diferencias.-

Se sereno o lo intento, no podia perder los cabales si pretendia seguir con su plan, en especial cuando su caracter no era precisamente tan infatil, pero parecia que ese angel rubio podia sacarle lo pequeño sin mucho problema. Y por alguna razon le molestaba ahora que Ezequiel se quedara con esa imagen suya... por que?

Ezequiel sonrió por el dulce sabor de la bebida al mismo tiempo que por aquella respuesta, le había salido realmente exquisita a Michael dándole ganas de provar nuevos sabores. Sabía que Daemon ya no era ningún niño, pero su comportamiento era simplemente sospechoso y su mente insistía de que para caerle bien aun demonio tan peculiar como el mayor, había que ser peculiar. Al parecer su idea había sido confirmada.

-Oye...-de pronto giró de la barra y se quedó observando al demonio que ahora estaba a lo lejos, ese que había sufrido la curiosidad de un tipo temerario y parecía observar a Ezequiel con cierto rencor, o tal vez otra cosa.-¿Has probado...mmmh.

-Por cierto...-de pronto interrumpió su propia pregunta y observó al otro mientras tomaba ese trago e inclinó la cabeza con un toque de ironía en su mirada y una dulce sonrisa.- ¿Por que interpretar que te considero un mocoso?, eso solo puede hacerlo Michael...yo apenas te conozco...aunque admito que lo admiro, sobre todo por lo que has dicho.

Se apoyó en la barra cruzando las piernas y al parecer más relajado en aquel lugar, con el calor del licor fuerte ahora descendiendo por su garganta.

-Si ha logrado convencer a otros de no hacer distinticiones entre razas, es que realmente tiene alma de líder.

Su mirada se suavizo, y los ojos cobraron una seriedad poco comun en el.

-Es un lider que no quiere liderear.-

Bajo la vista a la copa vacia, pensativo al respecto de la pregunta que quisiera hacerle el angel aquel.

-Desde que dejo el ejercito... jamas ha vuelto a ser el mismo. Siempre pareciera eludir todo... como si jamas estuviera satisfecho con las cosas.-

Las bebidas que el mayor preparaba eran sencillamente exquistas y condenadamente relajantes, se sentia mas tr anquilo.

-Y bien... que ibas a preguntarme?.-

Recargo un brazo sobre la barra clavando los sentidos en aquel angel que conforme pasaban los minutos no le parecia tan malo-

Ezequiel extrañamente entrecerró su mirada con cierta preocupación, Michael aquella tarde había hablado de su pasado e independientemente del escaso tiempo que se conocían, había hecho partícipe al distante ángel. Cuando era sufrimiento por la persona amada y perdida cruelmente, incluso si tu mismo eres el asesino, duele, solo que el caso de Ezequiel. Era simplemente insoportable no haber recapacitado a tiempo.

Cuando escuchó su pregunta solo lo observó sereno, ese tema le resultaba intrigante, mas no tocar algo en los sentimientos de Daemon que le pudiera incomodar esa noche.

-No se por que me despertó tanta curiosidad aquel licor...mjmjm...¿será la aceituna?- comentó divertido para luego ponerse más serio.-¿Lo has provado?. Es la primera vez que visitó este lugar y es mucho más entretenido que seguir el dichoso protocolo.

Suspiró pesadamente.

-De seguro Michael debía pasar por lo mismo, ahora es más libre..me pregunto sino echará de menos su anterior vida.Ya debes saber que es un inconformista...

-Michael es una mente velada para mi...-

Se acerco de nuevo, tomando otra bebida, completamente en paz y como si todo el plan de hacer saltar al angel hubiera pasado a ser parte de un mejor momento.

-Aunque admito que me gustan las cosas misteriosas... eres misterioso, hermano.-

Tenia los ojos clavados, habia algo en ese angel bastante peculiar y ni siquiera sabia bien el que.

-Es la primera vez que vienes a Hell?, que tomas licor?, los angeles a veces son tan peculiares, es decir, no se sienten tentados por todas las cosas que hay en Terra o el mismo Hell?, como pueden vivir tan tranquilamente bajo el codigo de pureza y perfeccion?.-

Ezequiel esperaba que las cosas se suavizaran, solo pretendía simpatizarle al amigo de Michael y pasar un rato agradable con ambos.

-Hermano, así me dicen algunos ángeles puros...solo que en otro tono.- aquella palabra le robó una ligera sonrisa, era pura casualidad de todas formas.

Entrecerró su mirada a Daemon y sonrió entretenido ante aquel cuestionario, tomando otro sorbo del licor y tánteandose los labios humedecidos.

-No es que me agrade responder a una cuestión con otra, ¿pero las preguntas no vienen de una en una?...-El dulce al secarse se volvía algo pegajoso y se lo retiró con otro trago y graciosas lamidas.-En mi caso si me produce curiosidad el resto del territorio, deberías percatarte de que generalizar siempre es un error...solo la sociedad más cercana a la realeza, posiblemente sea la más remilgada. Aquí seguramente serán igual de protectores, el poder es peligroso.

-Con Dae, eso es dificil en especial cuando ha bebido.-

Habia regresado casi de inmediato, solo negando con la cabeza lentamente. Vio los dos vasos vacios y la tercer copa que tenia ya en las manos, solo hizo un ademan suave para quitarle el licor.

-Tres como maximo para ti, lo sabes mejor que nadie, no tienes tolerancia al alcohol y mañana tienes que seguir con tu entrenamiento.-

Se recargo en la barra, mirando a Ezequiel trase escucharle hablar.

-Ciertamente la gente de los altos rangos tiene mas privilegios, asi como en Heaven entre mas puros son tienen mejores trabajos, salvo que pueden destacarse terranos y nacidos si llevan sangre de demonio en las venas... -

Bajo la mirada un poco apenado con lo siguiente que dijo.

-Pareciera que... la unica discriminacion que hacen en realidad son con los angeles, o los nacidos de angeles. Todo aquel lleva sangre de angel puede terminar como esclavo en Hell.-