Perdido?

Los rumores en Hell se hacian cada vez mas intensos en los circulos militares, no estaban del todo seguros si eran solo eso, rumores o si en verdad el aparente desprecio de los angeles hacia los demonios estaba creciendo cada dia mas, tanto asi como para provocar lo que iba Michael a investigar.

El paso y el permiso especial habian servido para escabiullirze por por ahi con el pretexto de ser un simple visitante y estudioso, algo comprobado puesto que los altos mandos le habian encargado la tarea y sobre todo, habian hecho "cierta" la historia.

Se movia con sigilo por aquellos sitios, buscando, no podia dejar pasar ni un solo sitio dentro de palacio o la misma zona militar de Heaven y dudaba en todo caso que los angeles fueran como los demonios, pero ahi estaba, comenzando por el sotano de aquel gran palacio.

Tan solo antorchas y separadas en exceso a su padecer, pero eso hacía más intransitable el lugar debido a la escasa iluminación, algo que le daba cierta ventaja frente a intrusos. Ezequiel buscaba un poco de paz y que mejor lugar que los sótanos, incluso en la capilla aparecían de todas las razas. Los demonios tambien sentían paz en el templo y eso le confirmaba siempre lo mismo, no se equivocaba al ovbiar que entre ambas razas habían similitudes.

-Tsk...que imprudente.

Lo primero que hizo fue convocar un viento frío y penetrante que apagó de inmediato una fila de antorchas. Era lo más común en él cada vez que un imprudente osaba colarse en aquel lugar, le gustaba ponerlos a prueba, ahuyentarlo o simplemente comprobar sus poderes. No le gustaba ser descubierto allí, manteniendo cierta distancia frente al desconocido.

(=P...con permisu)

(Adelante por favor)

Sintio aquel viento que para nada tenia de normal o comun y el que las antorchas se apagaran en fila solo le comprobaba que alguien estaba ahi con el.

Cerro los ojos durante un rato, dispuesto a normalizar la vista cuando los abriera, el que controlaba la tierra no se sintio en lo absoluto intimidado, llevaba realmente mucho tiempo entrenando y aquel suelo, era una mezcla a final de cuentas de varios componentes que venian de la tierra. El simple instinto le hizo ubicar a la persona que se encontraba con el en aquella curiosa oscuridad, podia "verle" de alguna manera peculiar, sentia su peso en el suelo, los latidos de su corazon, casi podia imaginar la fisonomia de la persona por la manera en que se apoyaba en sus pies.

-Si ha querido asustarme, caballero, le pedire que dejemos estocomo un empate... no quiero batirme en duelo y mucho menos deseo un baño de sangre... me he perdido-

Bueno podia mentir un poco despues de todo.

(n-n)

Ezequiel era amable, solía serlo y sonreír con calma a la gente, pero en esta ocasión deseaba estar solo y de alguna manera habían logrado importunarlo. No era culpa en absoluto del desconocido, pero adentrarse en aquel lugar era demasiado peligroso. Suspiró largo y tendido para tranquilizarse y recobrar su calma habitual, asimilando que su intimidad sería simplemente perturbada.

-Esta bien, no pretendo luchar...-avanzó hacia el desconocido como si la oscuridad no fuera un imperimento para él.-pero esta claro que no pertenece a este sitio.

Comentó frenando en seco y dejando los escasos metros que ya los separaban. Si se había perdido, le tocaba lidiar con el problema solo que su simple presencia allí se le hacía extraña al ángel. No era frecuente verlos deambulando bajo el palacio.

-Me dais la impresión de estar buscando algo o tal vez...estar huyendo...no lo sé a ciencia cierta.-comentó en un tono suave, sonriendo algo resignado.

-Soy un demonio despues de todo, seria un poco extraño que perteneciera a Heaven-

Menciono con total calma y algo de diversion en la voz. Se mantuvo quieto, solo sintiendo los pasos en la tierra, el resonar de los mismos, el ajeno tenia un aire tranquilo, un paso firme tambien, eso hablaba sin duda alguna del caracter de esa persona. Un poco contrastante ya que parecia sentir el pulso un tanto acelerado del otro, como si tr atara de tranquilizarse de algo.

-No huyo y mucho menos busco algo... solo soy un pobre demonio despistado, tengo un pase para ir a la biblioteca y revisar las reliquias de Remil, pero mi sentido de la orientacion en verdad es catastrofico.-

Se sonrio hablando con toda la naturalidad del mundo posible como si aquella historia fuera cierta.

Ciertamente dudó que un demonio no pudiese vivir en Heaven, estaban esparcidos en las dos ciudades y con una hermosa leyenda de la que muchos ya tan solo la consideraban eso, una simple leyenda. Le llamó mucho la atención su intención de inspeccionar las reliquias de Remil llevándose la mano a la barbilla y tartando unos pocos segundos en responderle.

-Mjmjmj...-tan solo sonrió entretenido con la situación y luego se cruzó de brazos con su acostumbrada pasividad.-Bueno, eso lo dedicirán los guardias cuando les muestre el pase...

Pasó a su lado tomando la dirección contraria del demonio y tan solo lo observó de reojo en aquella oscuridad. El no estaba directamente ligado a la realeza y tan solo era leal por conveniencia, era mucho más egoísta de lo que aparentaba y tan solo se preocupaba por sí mismo.

-Por cierto, mi nombre es Ezequiel...-comentó con voz amable esperando saber del ajeno.

-No planeo ir directo con los guardias joven amigo... No son nada amables con los demonios aun si son inocentes, nos tanchan de aberraciones contra la naturaleza y no piensan que podamos tener buenas intenciones me temo.-

Sonreia a pesar de la oscuridad que reinaba en aquel sitio en especial, se mantuvo quieto y calmado, como tratando de leer las intenciones de aquel angel.

-Soy Michael Larks, Ezequiel... Podrias hacer lo propio de tu raza y ayudarme a salir de aqui?-

Igual no podia seguir investigando con otra presencia en aquellos sotanos o quiza....

Aquella respuesta le sorprendió entrecerrando su mirada, no imaginó que incluso contando con un supuesto pase los guardias se negaran a dejarlo pasar.

-En realidad no todos los ángeles son capaces de distinguirle a simple vista...pero no me toca juzgar la supuesta autenticidad del pase ni juzjarlo a usted.

Lo había pillado, simplemente, esbozando una risita. Era imposible entrar allí sin pasar por donde se encontraban los guardias. En fin, tampoco iba a curiosear en algo que no era de su incumbencia, así que Michael podía respirar en calma.

-Que ingenuo...-comenzó a andar hacia la salida, acercándose a las antorchas más lejanas que aún iluminaban.-Esta bien, pero solo con una condición...

El comentario del angel le saco una sonrisa, parecia realmente entretenida la respuesta, es que acaso era un ingenuo por el solo detalle de creer que los angeles tenian que ser puros e inocentes. El conocia aun par que distanabn demasiado de esa simple version tan perfecta que se suponia debian de llevar todos.

-Me temo que mas que la autenticidad y demas, el problema viene directamente de mi raza, a los guardias se les ha impuesto la idea de que los demonios somos verdaderos enemigos que no deberiamos poner un solo pie en el palacio de Heaven.-

Hizo una leve pausa, como si estuviera realmente pensando en aquello que iba a decir, una verdadera mentira, por que rara vez se detenia en aquello de expresar todas las ideas que rondaban su cabeza.

-Ya sabes... aun permanecen los remanentes de la pasada guerra que hubo, angeles vs demonios.-

Ante la respuesta de Demonio desvió su mirada hacia otro lugar, más bien pensativo. En realidad podrían estar horas tratando sobre el mismo tema sin ponerse de acuerdo o coincidir.

-En lo de lo guardias lleva la razón...pero generalizar al resto, ese es el problema...es fácil hablar directo sin matizar...-de pronto se giró a Michael y sonrío modesto.- Le debo una disculpa, pero al igual que yo no generalizo con todos los demonios me gustaría que ellos hicieran lo mismo, ya sabe, no juzgar a un libro por su tapa.

Le resultaba molesto ser comparado con otros, siempre igual, lo único que pedía era un poco de tolerancia. Debía resignarse, como siempre o tal vez no. A pesar de su amabilidad Ezequiel podía ser algo aguerrido para ciertas cosas, algo le decía que Michael no era tan simple.

-Las relicquias de Remil forman parte de una leyenda que incumbe a ambas razas, los ángeles hemos custodiado y cuidado de ellas durante generaciones. Pero si tambien forman parte de la leyenda de los demonios...lo consideraría un bien común. Solo puedo decir, que lamento que no sea así...-renunció a su condición, tan solo continuó el camino ahora en compañía.-Le guiaré a la salida, considérelo un favor y no un deber angelical...¿vale?

Se sonrio levemente, curioso demas por la actitud de aquel angel. Es que aun habia personas asi de peculiares e interesantes en Heaven. Almas sencillamente deliciosas y fuertes que le hacian pensar que aun habia cierta esperanza...

-Mil perdones, creo que inconsientemente tambien me he visto involucrado en las discriminaciones propias entre razas, tienes razon en algo, no todos somos iguales y no todos actuamos de la misma manera-

Noto cierta molestia en el ajeno, pero se hizo el desentendido en aquella situacion, hasta que las palabras del rubio tocaron la situacion de Remil. Termino por detenerse en seco, con la mirada indiferente antes de recobrar la cordialidad que presentara hasta ese instante.

-Nosotros tambien tenemos reliquias de Remil, algunas de las plumas que estan bajo custodia... he tenido la misma idea que tu, un bien comun... uno que no muchos estan de acuerdo en compartir....-

Suspiro pesadamente, como si el pecho le pesara una tonelada ante el mar de recuerdos.

-Si debo considerar tu ayuda un favor, debere pagarte entonces con algo del mismo valor, pideme lo que desees, ahora o despues, asi mi cuenta estara saldada contigo-

- Es comprensible...tambien soy asaltado por ideas negativas sobre los demonios y los humanos, Incluso si has sido criado con valores predefinidos solo logran darte más motivos para cuestionarlo todo.-Justo en ese instante recordó a demonios adoradores de la sangre, de cierto placeres a los que Ezequiel parecía inmune.

-De hecho no somos los únicos que buscan una estabilidad entre las diferentes razas.-sonrió entrenido por la respuesta de Michael con una mirada cómplice .-Esas reliquias nos recuerdan los errores del pasado, siempre he dudado que su significado sea mantener a las razas enfrentadas.

Las luces de las antorchas mostraron al demonio tras él, era tan alto como Ezequiel eso le agradó, no debía bajar la cabeza para dirigirle la palabra. Aunque más le llamó la atención ese suave suspiro, en cierta forma le resultaba encantador ver humanidad en otros, incluso en los demonios, por que Ezequiel no sentía con demasiada intensidad el mundo que lo rodeaba a pesar de su sonrisa.

-El favor más inteligente que podría pedirte, sería perdonarme la vida en tiempos de guerra.

Una respuesta un tanto idílica, si desconcertaba al demonios no lo culparía, pero Ezequiel era cosnciente de que cada vez estaban mas cerca de una guerra que parecía iminente.

-Tiempos de guerra... me pregunto si realmente caeremos en eso, al menos al punto en que angeles tengan que rogar por su vida?-

Desvio la mirada un poco, por aquella luz que si bien no le sorprendio, le desconcerto un poco tras estar en completa oscuridad. lentamente levanto la vista, dejando ver esos ojos acerados mezcla azul-gris con determinacion aun cuando el rostro parecia sonreirse despreocupadamente.

-Ezequiel sera un nombre que no olvidare de cualquier modo, no es comun encontrar un angel con tus pensamientos.-

Una de las llamas revoloteo, proyectando las sombras de ambos en las paredes cercanas casi como si estuvieran bailando y por segundos solo el sonido de la antorcha consumiendose se dejo escuchar.

-Aunque si realmente fueramos a la guerra, a quien deberias deberle el favor para salvar tu vida seria al cabecilla no te parece?-

-Mjmjmj...no pretendo alarmarte...pero no se me ocurre nada mejor, digamos que me gusta prevenir.-Entrecerró su mirada color avena con la suave luz dorada por fin guiándoles el camino, la oscuridad estaba bien a no ser que alguien despertara tu curiosidad en ella.

-Gracias, lo mismo puedo opinar de tí...Michael.

Era un demonio agradable de tratar, agradecía haberse topado con él en aquellos sótanos y no arrenpentirse de haberlo ayudado. Seguramente otro en su situación habría huído o lo hubiera abandonadoo a su suerte por merodear bajo los túneles de palacio.

-¡ah¡...¿cabecilla? lo cierto es que no tienes pinta de acatar órdenes al pie de la letra...-comentó entre serio y divertido ante aquella seriedad y ese ambiente algo tenso sin necesidad.-Vaya, es un poco negativo que un ángel aliente a un demonio a la senda del mal...mil disculpas...

-No... es sencillamente delicioso escuchar aun angel alentar a un demonio a portarse mal, eso me hace resaltar un poco mas que entre nosotros no hay diferencias significativas o de caracter, lo fisico o las debilidades propias de nuestras razas no son nada si en realidad somos tan parecidos.-

Le seguia con paso tranquilo, no estaba arrepentido de haber perdido la oportunidad de revisar aquel sitio, no era nada parecido a Hell, ciertamente los angeles no escondian una alma calculadora y extraña como los demonios que parecian disfrutar de cada tanto sacar provecho de los prisioneros de guerra. Aunque se preguntaba seriamente, que hacian con los demonios que llegaban a terminar encarcelados en Heaven.

-Es un poco ambiguo en realidad.-

Solto una risita cristalina, divertida al escuchar su pequeño problema con obedecer, es que era tan obvio y marcado ese detalle en su caracter?

-Ciertamente no soy un ser que obedesca tranquilamente las ordenes, no me satisface en lo absoluto seguir personas, despues de todo tienden a perder sus ideales una vez que se emborrachan con el poder, pero soy perezoso en cuanto a acciones.-

-Cierto es, siempre hay ecepciones que confirman la regla y no se les puede considerar casos aparte cuando hay tantos...De hecho, lo que a mi me interesa es la esencia...a veces si se es paciente, puedes llevarte más de una sorpresa.

Un demonio a veces podía correr el riesgo de convertirse en su objeto de "estudio" o incluso un humano, disfrutaba de ver emociones en otros sin preocuparle demasiado otras cuestiones, puede que gracias a ello fuera tan bueno en su trabajo. Adoraba investigarlo todo, no era de extrañar que lo llamaran el Druída. ¿Pero como saber que rondaba por su mente? el buen estar con otros ya era su rutina, conocía gente aquí y allá, por que nunca se quedaba en un mismo sitio.

-El poder te da estabilidad económica y social...-hizo una breve pausa.- Es lo bueno que tiene ser perezoso, es más dificil decepcionarte. Nunca he sido devoto de idealizar a una persona, el más fiel guerrero de Dios puede tener múltiples defectos...Te lo dice un ángel.

Comentó chistoso, nunca imagino poder mofarse de esos inútiles ideales que tan solo evidenciaban más lo ya evidente, cualquier raza sentía y padecía por igual. Idependientemente de sus costumbres, muchos elegían no practicarlas.

Spoiler:

-No podria reconocer una verdad mas absoluta que esa, tenemos un corazon, por lo que sentimos, nos guian instintos, placeres, ideales, todos gobernados por esa esencia que llamamos alma...-

Ese angel en verdad era peculiar interesante, una sola noche no bastaria siquiera para llevar una conversacion que le dejara satisfecho, peor aun, sabia que habia captado lo suficiente su atencion como para saciar la curiosidad que le causaba. Los ojos inteligentes del rubio, las palabras moduladas y tranquilas, le hacian pensar en alguien como el. Sediento de conocimiento, un ser analitico.

-Eso nos hace seres cambiantes, pero no es la vida mas exquisita asi?, para los que observamos el paso del tiempo el cambio es los corazones, no hay nada mejor.-

Spoiler:

El Demonio no podía pasar desapercibido con esa forma de pensar y su manera de contemplar el mundo, Ezequiel en algún momento tan solo se fijó en los ojos de Michael y vió algo lejano, muy cerca y lejano al mismo tiempo y solo llegó a una conclusión. Inalcanzable, solo los que sentía como Ezequiel, eran capaces de ver en otros algo que ni siquiera buscaban pero que simplemente sentían ellos tambien. Un demonio lejano a su propio mundo en el buen sentido, adelantado a su tiempo, como muchos le decían.

-A veces pienso que incluso los seres mas insignificantes tienen una...es extraño...adoro esta charla.
Sonrió por un momento, una sonrisa trasnparente que pronto se desvaneció entre sus inquietudes. La salida , ya casi estaban, una luz dorada diferente a la de las antorchas destelleaba a lo lejos.

-Si todo fuera tan fácil...en fin, no soy partidario de hacer una redada...para que algo mejore entre terranos, demonios y ángeles, habrá que esperar, si sucede algo, no importa el que...me daré por satisfecho...-sus largos cabellos se contonearon ante la brisa de la tarde que corría allí fuera, se lo recogió en un hombro y comenzó una trenza improvisada, así no se le alborotaría a la salida.Solo podía preguntarse la hora.-¿Tienes reloj?

-A veces me pregunto si solo esperar es lo mejor-

Menciono quedamente, mirando al otro, el rubio cabello habia reflejado de manera casi eterea los rayitos de luz de fuera del sotano, como embobado por el movimiento o quiza perdido en su propio pensamiento observo con detenimiento como se trenzaba el cabello lentamente. Se suponia que el fin del camino significaba el fin de la compañia?

-Puedo aun abusar de tu tiempo?, me has pillado de manera sorprendentemente agradable, me gustaria continuar averiguando un poco mas de ti.-

Era demasiado sincero algunas veces, o mejor dicho siempre.

Lo observó por el rabillo del ojo mostrándose ingenuo ante aquella respuesta, Ezequiel raras veces intervenía en asuntos de estado y lo que ambos parecían desear por igual, seguramente no significaba lo mismo que actuar.

-Me alagas...parece que soy más importante que las reliquias de Remil...-comentó terminando de trenzarse el sedoso cabello con una sonrisa pícara.

Podría parecer serio o centrado a un simple golpe de vista, pero a veces adoraba el humor negro o algo más simple.

-Sería muy interesante...no encontré un compañero de charlas más elocuente...-Michael era demasiado agradable y esa tarde, no tenía nada mejor que hacer. Podrían llevarse muy bien y hasta convertirse en buenos camaradas.

-Siempre he pensado que las personas son mas importantes que los objetos, las reliquias de Remil tienen su encanto, pero son solo objetos que de alguna manera estan ahi para probar que ese ser existio...-

La mirada se le entristecio por un instante, pero recompuso casi de inmediato su gesto y le sonrio al otro.

-Tampoco me habia topado con ser mas elocuente y de ideologias abiertas para un buen dialogo, eso me ha emocionado lo suficiente como para desear conocerte mas.-

Avanzo un par de pasos en direccion de la salida, alla dentro del castillo el sol lentamente desencia, dejando ver por los ventanales de esos pasillos los tonos rojizos, lilas y violetas del atardecer.

-Asi que en verdad me emocionaria y me honrarias con un poco mas de tu tiempo. Vives aqui en el palacio de Heaven?-

Ezequiel lo observó con algo de nostalgia en la mirada al ver la expresión de Michael, un suspiro y ahora esa fugaz melancolía. Tal vez si se conocían un poco más Michael algún día le confiase su secreto, tan solo podía despertar la curiosidad de Ezequiel pero prefería no preguntarle por respeto.

-Mmmh...muchas gracias, eres un encanto...-Se había sentido elogiado pero estaba algo desorientado en aquel instante, por que pensar en Remil y esa expresión en Michael tambien le hacía recordar algo que no quería. Reencontrarse con alguien del pasado, en su caso, de otra vida. De pronto le sonrió a Michael al ver que por fin atravesaban el palacio, una tarde tan tranquila como aquella le gustaba bastante.

-Hablando de pertenecer al palacio...no serás de algún rango elevado...¿cierto? hablas demasiado bien...-entrecerró su mirada con un toque de diversión.-Tengo la suerte de no vivir aquí, tan solo me limito a seguir el protocolo y mantener buenas relaciones con la nobleza.

En realidad, había heredado el título de conde de su padre adoptivo y toda su fortuna, absolutamente todo. Pero por motivo personales era algo que no solía revelar, vestía elegante pero sencillo.No le gustaba captar demasiado la atención de otros.

-Tengo buena eduacion como se espera de alguien de mi raza por el solo hecho de nacer de un huevecillo de Yygradrasil, mis padres aun viven aunque no estoy en un contacto directo y continuo con ellos.-

Menciono de nuevo relajado, tranquilo y sonriente. Se acomodo el cabello distraidamente, mirando por uno de los preciosos ventanales con vista a los elegantes y perfectos jardines del palacio, era increible pensar que aquel angel educado, distinguido y de porte serio no viviera en el palacio, aunque quiza eso explicaba por que gracias a Solei, el angel no estaba "corrompido" con las ideas de pureza y demas o quiza solo estaba pensando demas las cosas...

-Me brindaron una buen educacion, y procuraron que aprendiera lo suficiente como para manejar sus empresas y emporio, pero la vida se vuelve aburrida cuando es demasiado sencilla y la pereza no va conmigo.-

Dio un par de pasos como si quisiera indicarle al rubio que continuaran con su paseo, charlando alrededor quiza de los recintos del palacio o con disposicion a un mejor sitio.

-Asi que me independice y entre al ejercito de Hell, subi rapidamente de rango pero tambien termine por aburrirme rapidamente....-

Se quedo pensativo un instante, como si analizara las palabras que recien dijera.

-No, mas bien no terminaba de satisfacerme en lo absoluto esa vida, siempre he estado buscando algo... hace un par de años deje mi excelente puesto en la milicia, los tratos ahi y las ideologias parecian tan corrompidas como en otros sitios-no menciono que hablaba de Heaven por respeto al angel.- Asi que comence de nuevo de cero en el bar averno, la suerte me sonrio por que mi fortuna se incremento y soy el actual dueño-

Le miro con gesto divertido, se habia expandido de mas en su explicacion que con un simple si habria resulto de inmediato a la pregunta de las altas esferas dentro de Hell.

Cuando escuchó que sus padres aún vivían se alegró por él, parece que Ezequiel siempre tendría ese vacío, no era un huevo cuando lo encontraron sino un recien nacido rozando las puertas de la muerte por culpa de la hipotermia. Pero por suerte no recordaba esa fría tarde lluviosa, pues era muy pequeño, aunque en comparación a recordar otras cosas de sí mismo, tal vez huviese sido mejor aquello.

-Eso está bien, te agrada ampliar horizontes y no estancarte en una sola rutina, admito que es algo de admirar, no todos se atreven a dar ese paso.

De alguna manera el demonio daba una imagen entusiasta, si había pasado por tanto a lo largo de su vida y de alguna manera había podido elegir a su antojo su destino, tenía mucho de lo que sentirse orgulloso.

-Por lo que veo has vivido en una vida de constantes cambios, no puedo hacerme ni una mínima idea de que has pretendido buscar hasta ahora...o tal vez sea simplemente eso, el cambio...-se encogió de hombros y llevó una de sus manos a la barbilla, dejando su vista perdida a través de lo ventanales mientras avanzaban.- Espero que algún día puedas averiguarlo...por que otros no corren tu misma suerte, puede que nunca encuentren aquello que buscan por que no se trata de un simple vacío interno.

De pronto desvió su vista a él de nuevo y sonrío, puede que a veces la tristeza le afectase menos de lo que debiera, incluso si interiormente sintiera lo contrario. Pero su mirada era simplemente distante, se mostrara alegre o serio.

-Dime algo...¿te consideras inconformista o más bien del tipo inquieto?...eso que no suelen estar mucho tiempo en un mismo sitio.

-Creo que un poco de ambos-

Hablo con plena seguridad, suspirando, el ambiente era agradable, la vista magnifica, la compañia insuperable en aquella tarde tranquila y calmada. Penso un momento las palabras del angel con total tranquilidad, todos los seres vivientes despues de todo se la pasaban buscando ese "algo" a lo largo de su vida, muchos lo encontraban otros tantos no, quien decidia que podia satisfacer ese hueco en la vida o el alma de cualquiera?.

-Es magnifico tener una vida, es magnifica la vista que nos ofrece este dia... te has dado cuenta que ni un solo atardecer es igual a otro, son unicos...-

Menciono descuidadamente. Mirando esta vez al angel con aire apasible, paternal casi. Los ojos acerados vivos y tristes, llenos de una melancolia.

-Aun eres joven, tienes un largo camino por recorrer al igual que yo, puedo sentir que eres un alma tranquila, apacible, agradable que quiza aun no experimenta por completo la necesidad de una busqueda como la mia...-

Los ojos se clavaron de nuevo en direccion de la ventana, aquellos colores evocaban recuerdos lejanos, recuerdos de dolor, de alegria, todos los sentimientos mezclados en su alma que daban vida a un ser, que le daban un caracter, un matiz, que le hacian ser aquel demonio.

-Antes o despues no importa, la satisfaccion propia depende mucho de tu propio corazon, puede ser amor por otro ser, puede ser amor por alguna actividad, amor por la vida misma, quien podria siquiera definir que es lo que nos ha de llenar, pero para ello debes abrir los ojos y dejar al descubierto tu corazon, sentir, experimentar... son cosas que no se pueden aprender solo observando o escuchando.-

Dio un par de pasos en direccion del angel, tocandole levemente un hombro, antes de deslizar un dedo en una caricia suave por la mejilla, como si a quel contacto cercano le permitiera saber algo del angel.

-Un alma agradable sin duda alguna. Un corazon lo suficientemente fuerte para llenar ese vacio y buscar el motivo para vivir plenamente.-

Aquellas palabras parecian fuera de lugar quiza, pero el sabia por que las decia a ese rubio de mirada apacible y caracter reacio.