Desconcertado

-Ya me trajiste y solo era una probada-

Trato esta vez de apartarlo con algo de delicadeza puesto que parecia que ese demonio albino parecia en verdad estar al punto de intentar drenarle todo el liquido del cuerpo si se lo permitia. Ahora fue el quien le empujo contra la pared tratando de distraerlo un poco en aquella malvada tarea de Kitsune

-No puedes ir por ahi haciendo eso... alguien puede intentar comerte a ti-

"...Nunca dije que seria una probada..."

Menciono relamiéndose los labios quitándose el resto de aquella sangre que acariciaron sus labios, el sabor fue realmente delicioso, le gustaba la sangre tanto saborearla como verla, en varios sentidos era exquisita como una especie de afrodisiaco, se encontraba entre la pared y él escuchando lo que le mencionaba sonrió acariciando sus labios.

"Bueno seria interesante ver que lo intentaran..."

Lamio los labios apresandolos con los dientes, tirando de ellos sin llegar a besar al albino.

-Quiza lo intente si no aprendes a comportarte... tomalo como un correctivo de uno de tus mayores-

Le solto mirandole con diversion, suspirando.

-Estamos realmente en un ligero problemita aqui, cierto?, que se supone que haremos?, no pretendo dejar que me estes chupando como un pequeño zancudito mi preciada sangre, tambien la necesito-

"Mm me tientas a seguir siendo malo."

Le menciono en esos momento pasando a verlo a los ojos aunque seguía tentado a seguir provocando heridas en el para saborear su sangre, mordió el labio ajeno a tenerlo tan cercana antes de escuchar sus palabras sonriendo, pasando a rodear su cuello nuevamente acercándose de esa forma mucho más a su cuerpo, dejando esos roces sobre sus labios.

"...La sangre es exquisita... ¿Aunque tal vez desees otra diversión?"

Provoco que sus pelvis se rozaran a friccionarse atrevidamente contra él.

-Creo que la persona que se esta quemando por otra cosa no soy yo-

Le beso de nuevo, saboreando aquellos labios a modo de paga por la sangre que le robara antes. rozando el mismo su cadera contra la ajena, si algo que tenia o mas bien algo de lo que no gozaba era el pudor.

-No fuiste tu quien dijo que su padre le podria reñir si se portaba muy mal?-

"...Esto no es portarme mal..."

Le menciono dándole otro beso pasando a saborear esta vez de manera lenta sus labios antes de profanar su cavidad pasando a jugar con la lengua ajena, dejando que fuera una danza lenta la cual dominara en aquel beso que buscaba romper el control y llegar lentamente a la perdición.

Si el pequeño albino pensaba que podria desconcertarle como en un principio o alborotarle las hormonas como sucedia con algunos jovenes, se iba a llevar una verdadera decepcion. Era un experto para controlarse en aquellas situaciones, en especial si se tomaba en cuenta que le encantaba demasiado ver correrse a su pareja antes de hacerle entrar en la marcha del juego nuevamente.

Saboreo aquella lengua lentamente, dejando que el pequeño principe de los demonios tomara control aparente de la situacion, midiendo las reacciones de respuesta y reaccion de aquel cuerpo fino y perfecto al tacto.

Saboreaba aquellos labios, pero ver su reacción que no era la que quería no le agradaba mucho, sólo se pego más de ser posible, sintiendo el roce entre sus cuerpo antes de seguir jugando con la dueña de aquella cavidad invitándola a la suya siguiendo hasta donde el aliento se rompía a no encontrarse más entre los dos, mordió el labio ajeno junto al suyo, separándose apenas unos segundo para sentir el aliento llenar de nuevo sus pulmones antes de besar de nuevo al mayor y mezcla aquellas gotitas de sangre haciendo una unión temporal que los sincronizaba en emociones en ese caso lujuria.

Se sonrio con malicia al notar la decepcion en esecuerpo de repente. Era tan endemoniadamente divertido que no podia evitarlo.

-Sin duda alguna... si quieres que te muestre algo divertido... deberas incentivarme mejor-

Mascullo con diversion, continuando con aquellas torturas en los labios del albino, ahora saboreando el liquido carmesi que parecia Kitsune estar terco e n quitarle del cuerpo.

Escuchó aquellas palabras bueno estaría pensando en muchas cosas, pero en esos segundo sólo saboreaba aquella sangre tan deliciosa, la mezcla de ambas era deliciosa le aumentaba más su libido, dejo aquellos labios bajando a besar su cuello, lamiendo su garganta antes de morder su manzana de Adán jugando lentamente en aquella tentación.

Su recorrido continuo lentamente descendiendo abriendo a su paso la camisa del ajeno, era un movimiento lento pero delicioso a ir rozando contra su lengua la piel que se iba descubriendo delante suyo, no hacía demasiada demorar en querer llegar a su objetivo.

-Es que en verdad quieres hacerlo en el pasillo esto que estas comenzado?-

Pregunto jadeante ahora el demonio, llevaba practicamente medio cuerpo del albino desnudo, al tiempo en que devoraba los labios ajenos una y otra vez, solo dandole tiempo para contestar.

-Si alguien nos.. atrapa aqui... me dare por muerto...-

Se vio detener sus tarea por aquellas palabras viéndose tentado de nuevo por los labios ajenos, dejaba leve caricias circulare en sus pectorales realmente no parecía que en ningún momento fuera a detenerse, sonrió chupando el labio ajeno antes de contestarle cerca del oído acariciando este con sus palabras lentas y profunda como si fuera un secreto.

"...Eso lo hace más tentador... Además dudo que desees detenerte ahora..."

Aquella traviesa mano que se aventuraba por su pecho bajo a acariciar la hombría del mayor sobre el pantalón de la forma más descarada.

-Oh, pero es que yo puedo detenerme ahora Kitsune...-

Menciono tranquilamente, sonriendole al menor.

-Tengo demasiada experiencia y aun pienso antes con mi cabeza que con mi cadera.-

Estaba completamente seguro de su autocontrol

"Mm... Que pena, yo no quiero..."

Le mordió el lóbulo de la oreja para él era mucho más excitante hacerlo allí en el pasillo, la idea de ser visto era tan llamativa que seguiría con aquella idea y si el ajeno quería cambiarla bueno debería de orillarlo hasta alguna habitación o un lugar mucho más privado que aquellos pasillos donde todos podían llegar si así se lo proponían a confundirse.

“…La idea parece interesante…”

-Pero me temo que a mi en verdad no se me apetece en lo mas minimo, eso de dar espectaculos que solo deberian de ser para un par de ojos no va conmigo.-

Miraba en direccion de los pasillos, como si temiera que alguien le fuera a encontrar. Ese pequeño demonio de color blanquecino era un verdadero peligro en muchos sentidos, suspiro con pesadez, tomandolo de la cintura y alejandolo un poco.

-Por favor... dejemos esta idea tuya de dar un espectaculo aqui... si quieres busquemos un mejor sitio..-

Sonrió escuchando sus palabras, le divertía la actitud del demonio, era interesante que actuara de esa forma, se acerco a darle un beso en sus labios de forma lenta antes de por fin contestarle sobre aquella situación, aunque realmente prefería seguir siendo malo, pero tal vez divertirse un poco en privado no estaría mal menos si podía ser por mucho tiempo.

"Bien... Aceptare que vayamos a un lugar mas privado... “

-Gracias... me alegra que lo digas o habria tenido que arrastrarte hasta alla o dejar esto por la paz-

Menciono con completa tranquilidad, tomandole de la cintura.

-A donde quiera que desees llevarme dulzura, estare mas que dispuesto a seguirte ya que las escaleras podrian tenernos perdidos un par de horas mas en su afan por fastidiarme, que te parece?-

Se sonrio completamente mas relajado, la idea de ser descubierto ahi si que le hacia crispar los nervios, despues de todo tenia al hijo del gobernante de Hell entre los brazos.

"Sigo con que deberías aprender la emoción de la aventura..."

Dijo lamiendo la comisura de sus labios, dejando escapar un suspiro relajándose un poco para iniciar un camino guiándolo hacia unos de los pasillos que abrieron paso a una rojizas escaleras parecía ser pintadas por sangre, aunque con la luz que apenas colaba de las ventanas parecía más en un tono metálico, era un carmesí hechizante.

"Jaja, no creo que deseen seguir de rebelde ahora, aunque nunca se sabe..."

Le indicaba un camino de forma lenta, pasando a verse en un pasillo donde se veía una fila de puerta, notándose cada una con diferente grabados como si con eso se viera de quien era, se detuvo en una que era más grande que las demás y dibujaba en ese tallado de madera un árbol seco que descansaba en cada tercer rama un murciélago, abrió la puerta permitiéndole pasar y casi se podía jurar que los murciélagos se movieron de rama tras esto.

Le siguio con tranquilidad por todo el camino, peculiar sin duda alguna, por instantes le parecio que su mente le jugaba una broma o que la vista le fallaba, el color hechizante de las paredes le atrapo por un momento, permitiendole ver inclusive algunos paisajes en ese mar de sangre que cobraba vida con cada paso que daban en aquellas escaleras.

El paso por las puertas, solo le hacia preguntarse seriamente cuantas personas o mejor dicho que clase de personas podian habitar semejante piso, cada una con un diseño especial y unico, como si revelaran un poco de su dueño. Una sonrisa ironica escapo de los labios del peli-´plateado cuando vio la puerta que estaba frente a el.

-Tu habitacion?-

Noto el peculiar movimiento de aquellas figuras, mas curioso que angustiado por la revelacion de una puerta viviente, se adentro a ese sitio con peculiar interes, se sintio de repente cazado en lugar de cazador.

"Así es..."

Le contesto escuchando el cerrar de la puerta tras la entrada de ellos dos, aunque se pudiera esperar una habitación toda rara tras aquella puertas, en realidad era muy normal y simple por decirlo de una forma, siguiendo derecho del sendero de la puerta se podía ver una cama con sabanas de color plateado, de lado izquierdo se veía un ventanal de oscura cortina a ser vino que en ese segundo se encontraba abierto agitando con la suave brisa la tela.

En el lado derecho un armario pasando a seguir un escritorio, dejando desfilar todo sobre el en orden, enfrente de su cama a costado preciso de la puerta se veía unas repisas con algunos simples peluches al menos eso se notaba, aunque la sensación de que te miraba estaba presente, dejando bajo ellos descansar un cofre y a sentido opuesto de estos una puerta anexa que daba a un baño privado.

Aunque en realidad no tuvo demasiado interés en que curioseara en su habitación porque se giró sobre su eje para rodearlo por el cuello para darle un beso y continuar lo que habían dejado pendiente.

-Siempre tan animado, pequeño principe-

Le rodeo la cintura con los brazos suavemente, atrayendolo, abordando esos labios a modo de seguir con la tarea que comenzaran en el pasillo, arrastraba los dedos por encima de las prendas, sintiendo la figura fina del albino.

-Que debere de hacer en es te tipo de situaciones, mi amante en turno parece desesperado, casi juraria que te quemas-

Mordio el lobulo del oido derecho, jugueteando con su lengua en el oido del menor, se sentia ahora culpable, estaba con Shinda, pero la imagen de un angel de ojos avellana se le clavaba en la cabeza. Una y otra vez como si le viera con reproche.

Sonrió o mejor dicho casi rió por aquel comentario, le dejo una mordida en su labio inferior, se separo de aquellos labios que había provocado una agradable sensación en él, acaricio su torso con su dedo índice dejando un camino lento que detallaba su músculos, siguió aquella odisea de dibujar hasta la orilla del pantalón antes de por fin dejar su susurrante voz escucharse.

"Puede que sea así..."

Hábiles sus dedos empezaron a abrir aquel pantalón para continuar su odisea de lujuria, era de aquellos que no dejaba escapar una presa luego de que eran atrapado, bueno quien dejaría escapar a alguien con rica sangre.

“Pero descuida… tratare de no quemarte mucho…”

Una sonrisa curvada aparecio en los labios del demonio, ese pequeño albino en verdad se pensaba que iba a ponersela tan facil?

Fue un movimento brusco lo que hizo, lanzando de alguna manera amable al albino en direccion de la cama justo en el momento en que las manos urgaban en su pantalon.

-No sere yo quien se queme, Kitsune. De eso puedes estar seguro.-

Froto su muslo contra la cadera del menor, sonriendose con malicia.

Cayo contra la cama tras aquel movimiento del ajeno, escuchando sus palabras, se relamió los labios como si saboreara aquello que había dicho el demonio, era entretenido en más de una forma porque parecía una pequeña batalla y eso le encantaba le gustaba sentir esa sensación de reto que hacía que todo fuera mucho más entretenido lo miro con ese fulgor carmín.

"Pues algo me dice que si sera así..."

Se medió incorporo pasando a besar su pectorales, delineando la expresión de su pecho dejando un camino húmedo antes de acercarse a jugar con un pezón por la travesura que ya había hecho de dejar esa prenda abierta.

-Adelante... intenta quemarme hasta los huesos antes de que te devore por completo-

Le dejo hacer un momento, sintiendo esos labios sobre aquellos botones sensibles, el albino era bueno, demasiado bueno en lo que hacia. Apreso con fuerza los cabellos platinados, jalandolos con fuerza obligandole a levantar el rostro, observandole retador y divertido.

-Que chico mas travieso...-

Le morido los labios devorandole, tratando de someter la lengua ajena, frotando su muslo contra la exitacion del menor.