Visita angelical

El cruza hacía Hell fue lo más rápido que el hecho de ir a Heaven, bueno no importaba ya estaba entre su gente ahora se sentía mucho más cómodo, no era que estuviera incomodo en el otro lado, pero tanta bien como que no iba de todo con él porque siempre creía que faltaba algo así que mejor estar en un lugar mas alegre.

"Mm eres interesante..."

De los rosquetes que había pedido ya solo le quedaban once, puede que pronto nueve, seis. Había tomado otro por el camino, realmente daba la impresión de adorarlos y ser la debilidad del sonriente Ezequiel.

-Gracias alteza...debo considerar ese cumplido proviniendo de alguien tan importante.- no recordaba cuanto tiempo hacía desde la última vez que visitó el palacio de Hell. En la biblioteca hacía cosa de un año habían hallado a un demonio incosciente y malherido, su cuerpo presentaba cortes a lo largo de la piel y no paraba de escupir sangre, pero nunca hayaron al culpable del brutal ataque. Ezequiel todavía tenía grabada aquella imagen en su mente mientras lo sanaba con sus poderes, nunca averiguaron quien había sido.

-Aún no me habeís dicho a donde nos dirgimos exactamente.-Vio el pasar de la habitaciones a través de los numerosos y largos pasillos, dándole una idea.

"A mí habitación."

Declaro con una sonrisa, bueno siempre era tan perezosa como para andar de la cocina a su habitación, aunque bien siempre podía ser caprichoso y hacer a los sirvientes andar, pero era mas divertido tener ciertos bocadillos en su habitación, siguió andando viéndose esa fila de habitaciones.

"Deseo jugar un poco más contigo..."

Dijo mientras le indicaba el camino, se veía todas aquellas puertas con diferente grabados como si con eso se viera de quien era, se detuvo en una que era más grande que las demás y dibujaba en ese tallado de madera un árbol seco que descansaba en cada tercer rama un murciélago, abrió la puerta permitiéndole pasar y casi se podía jurar que los murciélagos se movieron de rama tras esto.

"Adelante."

-Juguemos...pero te advierto que yo guardo una gran respeto a las personas, en especial a otras razas, así que no pienso ceder a nada de tipo corporal.-estaba claro que el príncipe era bastante liberal y se preguntaba si al algún día alguien lograría acceder a ese corazón o simplemente prefería el libertinaje.

El conde lo siguió siempre con sus movimiento elegantes y serenos, el segundo al mando de Hell daba la impresión de ser estudiado meticulosamente en cada movimiento. El ángel siempre analizaba mucho las cosas. Cuando llegaron a la habitación de madera observó aquella curiosa puerta y como parecía corrresponder a los deseos del mas bajo.

-Curiosos mecanismos los usados en Hell alteza...-entró sin problema dejando esa extraña aura tras el que parecía acompañarlo siempre y volteó a ver al albino de nuevo. Cruzó las manos tras la espalda y le sonrió amable.

"Jajaj, bueno seré generoso contigo..."

Le menciono con una sonrisa traviesa, pero si iba a ser bueno como había dicho, no pensaba hacer nada malo, aunque bien ese termino podía varias según las personas, acomodo los postres en el lugar fresco para ellos, y volteo a ver al ángel.

"Siempre nos gusta tener un poco de tecnología y de antiguos actos mágicos, así que se hace una combinación de ambas."

-Sería de agradecer.

No sabía por que no debía fiarse por completo de aquella sonrisa, ya conocía una buena descripción del demoncito. "inquieto" aparte de travieso aparte sacaba un buen partido de su apariencia dulce a primera vista.

-Es interesante ver las diferencias entre los distintos reinos, en Heaven podría usarse la magia blanca para mecanismos más complejos, pero la tecnología la rechazan y prefieren algo más acorde con la naturaleza. En cambio Terra es una maravilla en cuanto a tecnología, todo fruto de genios en la mecánica que desconfían de los hechizos...mjmjmj. Podrías presumir de ser el intermedio, es uno de los atractivos de Hell.

"Si, creo que estamos de esa forma y así esta bien, nos gusta manejar un poco de todo además de esa forma es mas divertido."

Le menciono antes de pasar a sentarse en su cama quedando cómodamente en ella mirando al ángel que al parecer daba paso con cuidado, bueno no había mucho que desconfiar en esa habitación completamente normal, los muebles básicos, el ventanal, el acceso al baño, juguetes... Fuera de ello nada peligroso, todo se veía como la habitación de un "niño".

"Pero adelante toma asiento no es como si fueras a ser capturado."

-He sido muy amable con el príncipe de Hell...sería muy descortés de su parte capturar a este humilde servidor.

Comentó con una sonrisa ligera mi se acercaba a la cama donde reposaba el cuerpo del más bajito y se acomodó en la orilla, observándolo con diversión. Era una habitación demasiado peculiar, daba la impresión de ser alguien que esperaba por un príncipe azul o algo por estilo, alguien inocente que tal vez era demasiado experimentado en ciertos placeres terrenales pero no sabía encontrar placer en cosas más simples como Ezequiel.

La sola presencia del mago blanco en aquel lugar era bastante inusual y hasta cierto punto divertida.

-Es muy acogedora, que sea de Heaven no quiere decir que este tipo de decoración me resulte extraña...¿cuanto tiempo sueles permanecer en esta habitación?...me encontré con un demonio bastante curioso en aquella capilla.

"Cierto ha sido bueno por eso te dejare ir después de un rato..."

Sonrió pasando a acomodarse mejor en la cama para queda recostado boca abajo para estar mucho más cómodo, moviéndose sus pies que se flexionaba hacía atrás de tal forma que se elevaran.

"Me encuentro sólo las horas que duermo o cuando traigo visitas por los demos ando por cualquier rincón del palacio o en la ciudad."

Comento, bueno si era un tiempo limitado el que se pasaba en su habitación cuando estaba perezoso normalmente terminaba tirado en cualquier lugar cómodo y alguien debía de encargarse de la tarea de llevarlo allí.

-Gracias por vuestra gran cortesía...

Comentó con una sonrisa que esta vez si era un tanto maliciosa, aunque no solía abundar en él. La amable volvió pronto y se inclinó ligeramente sobre el príncipe de ojos rojos.Observandolo en aquella curiosa posición.

-Es decir...gozas de tiempo libre para hacer casi todo lo que te plasca. Es de envidiar.

No estaba mal que el se diera un repsiro de vez en cuando, de pronto tomó uno de los cogines allí sueltos y lo acomodó ligeramente al lado del príncipe. Aquella habitación tenía un aire demasiado infantil y cálido, simplemente lo estaba disfrutando.

-¿Te importa si me acomodo a tu lado?

"Si, la mayoría de el si... Normalmente sólo estudio cuando mi padre esta libre..."

Comento con tranquilidad bueno era la verdad, siempre escapaba de los demás y terminaba por no estudiar nada, normalmente estudiaba el solo pero siempre pasaba uno o dos accidente por sus pequeños experimentos y eso era divertido pero no después de un regaño aunque no había mucho a ser sinceros.

"Para nada... Eres muy curioso no demuestras mucho de ti..."

-¿Y que sueles estudiar normalmente?....¿hay algo que te guste en particular?

Observó el techo con una ligera sonrisa al escucharlo, él tambien había dado de todo un poco, clases de magia blanca, historia, estar en aquel lugar parecía traerle viejos recuerdos de su infancia. Recuerdos en los que no existían aquella malditas pesadillas.

-Mi vida es muy formal, tan solo me dedico a lo que realmente me apasiona y el resto voy a las fiestas donde se le exige asistencia a los nobles. Pero no me quejo, estoy a gusto así.

“Me gusta estudiar magia antigua....”

Contesto rápido pues era unas de las cosas que más le gustaba, además la magia era buena para muchas cosas, pero de hecho le encantaba especialmente esta porque era la principal es decir de donde nació la negra y la blanca que en un principio fuera simplemente magia.

“Mm eso suena un tanto aburrido deberíamos de darte más acción...”

-¿Y clase de acción crees que un ángel puede darle a su vida? soy un ángel después de todo...soy de lo buenos...no crees?

Lo observó divertido observando aquellos ojos rojizos que el menor poseía, cruzó los brazos allí tranquilo y observó los objetos que tenían colgando en el techo, cuando el sonido de unas dulces campanitas llamó su atención. Estaban al lado de la ventana y se movían dulcemente con el viento. El cuarto no estaba desordenado aunque lo parecía a primera vista.

-Al gobernante de Heaven crees que lo alteraría saber donde estoy?...mjmjmj...

Spoiler:

"Que seas un ángel no significa que debas ser un santo siempre..."

Declaro con una sonrisa antes de irse levantando y con todo su permiso de mundo se acomodo arriba del ángel, sentándose en su regazo estando muy cómodo de esa forma, escuchó lo que decía sonriendo divertido por ello, lamió sus labios en esos momento chupandolo como un pequeño juego que estaba iniciando sin ninguna preocupación.

"Mm no se porque debería no te haré nada malo, además a veces es bueno relacionarte con otros diferente a los de tu raza."

-Eres malvado...- su dedo índice y corazón de posaron sobre los labios del demonio y los empujó justo hacia atras antes de que aquello se volviese mas peligroso de lo que realmente era. Nunca habia tenido interés de es tipo por otros, ni siquiera con los de su propia raza y eso le resultaba extraño. En ese instante recordó su pasado y por el demonio que había sufrido al no ser correspondido.-Juegas con fuego...

Murmuró el conde con su profunda voz y antes de que al otro le diera tiempo, lo tomó de ambas muñecas y se alzó sin mucho esfuerzo. El blanco cabello del demonio de ojos rojos quedó esparcido contra la colcha y sus piernas a ambos lados del cuerpo del ángel. Este se inclinó y sus rubios cabellos cubrieron parte de su rostro, flechando al menor con un brillo inusual en sus ojos avellana.

-Es precisamente por esto por lo que no me agradan todos los demonios, soy tolerante hasta cierto punto...majestad.-era hermoso, pero no se aprovecharía del, lo respetaba y punto. Molesto liberó al otro y se alejó de la cama. Sin embargo no se marchó y lo observó por el rabillo del ojo. Si, el ángel estaba molesto y se lo reprochaba, era mirada severa parecía esperar una respuesta que justificara la acción ajena.

Se vio caer de nuevo en la cama por culpa de ángel mirando, escuchando sus palabras que iba acompañado por aquella mira, aunque eso no le interesaba realmente, rió por ello porque se le hacía divertido, se levanto sentándose haciendo que sus cabellos subieran y no se arrastraran bajo de la cama, lo miro pasando a mostrarse aquella sonrisa.

"...¿Por que huye de esto?..."

Cuestiono simplemente realmente no le importaba dar una explicación.

Observó como el menor se recogía el pelo, algunos de sus mechones eran realmente largos, pero parecía que ya tenía práctica manejando los mismos. Una sonrisa de medio lado nació fría en el rostro de Ezequiel, era tan dulce como fría, como casi todo en el ángel. Su verdadera naturaleza no la conocía naide realmente.

-¿Por que insistes en esto?...-comentó simple, colocando sus largos cabellos dorados hacia atrás. Aunque realmente sabía la respuesta, Kitsune estaba demasiado acostumbrado a tenerlo todo a su alcance, ¿pero que pasaba cuando algo se le ponía especialmente difícil?. Ese encaprichamiento era solo un berrinche oculto en dulzura.

-Creo que hay otras formas de divertirse...-comentó tomando la bolsa de los dulces o la yaya lo regañaría, así llamaba en su familia a la madre de Mirtros, la familiar de Ezequiel se componía de tres demonios, no era de extrañar que fuera tan tolerante con ellos. Su caso era tan extraño o incluso más que el de Mirtros.-Pido permiso para retirarme.

Sonrió cuando le vio responder con otra pregunta, y le dejo hacer lo que quisiera en realidad no lo tenía allí como prisionero pero aun así dejaría la ultima duda ante de permitirle huir.

"¿A que le tiene miedo?"

Espero la respuesta aunque casi sospechaba que este jamás llegaría o al menos eso era lo más probable, pero sería mucho más divertido para él si fuera lo contrarió.

-A pocas cosas, en realidad...

Murmuró suave y dejando de lado un resentimiento que pensándolo bien, resultaría hasta infantil. No podía culpar a Kitsune si lo habían criado así y es que a pesar de sus años se notaba que sus emociones necesitaban madurar. Antes de marcharse tuvo un gesto de cortesía con el príncipe y tomó su mano para besar con suavidad su frente, agradeciendo así la invitación a palacio. Un gesto galante y sin malicia.

-Buenas tardes...-comentó saliendo por la puerta y retirándose a Heaven, había sido un encuentro por demás novedoso.

Lo vio retirarse y su sonrisa fue mas notable antes de recostarse bien en su cama, sería divertido averiguar más de ese ángel, si, seguro que lo sería, sonrió abrazándose a su almohada pensaría en un magnifico plan para molestar luego a aquel personaje tan curioso no pensaba sólo dejarlo así, sería demasiado aburrido así que buscaría la forma de liberar esa actitud tan controladora.