Atraco.

La oscuridad de la noche cubria sus pasos, los pobres guardias que se cruzaran en su camino estaban descansando en el suelo con un par de heridas cubriendo los cuerpos, nada mortal, pero lo suficiente para dejarles completamente fuera de combate y que no estorbaran mas.

El uso de magia en aquel palacio parecia restringido en algunos salones, en otros habia logrado hacer de las suyas y ahi estaba ahora, frente a las reliquias de Remil. La figura alta y enfundada en una larga capa blanca con espada en mano se mantenia quieta, casi reverenciando las reliquias, dando un ultimo vistazo antes de tomarlas, esa era la idea original despues de todo, robarlas....

Conocía la noche, no con los ojos de un demonio, porque no los poseía, pero conocía las sombras, esas de las que no había que fiarse... Los sonidos normales del palacio parecían ahogados, aun siendo un lugar relativamente callado de noche, algo faltaba, porque no podía sentirlos, porque aun la oscuridad dejaba percibir el aire y el sutil aroma metálico en él.

Sangre.

Había hallado a algunos de sus guardias en el piso y, pese a su preocupación tuvo que dejarlos por momentos atrás, prometiendo volver pronto. Sus mirada estaba afilada como dagas y en sus manos cúmulos de magia en forma de pequeños relámpagos, habían entrado al palacio, habían atacado a sus guardias, habían... Habían entrado a la sala de las reliquias.

Spoiler:

Esa sabrosa energia que se acercaba paso a paso, la magia del poderoso Cromwell, los angeles eran tan simpleas a veces, ya tenia todo preparado, listo para los que intentaran detenerle, acaso pensaban que alguna persona idiota entraria al palacio celestial sin un plan de por medio?

Rompio las cupulas donde descansaban aquellos tesoros, poniendolos con ceremonioso cuidado dentro del saquito que llevaba consigo, fue directo a los pasillos mirando las figuras que se acercaban a paso decidido. Los jarrones con agua de las flores que reposaban daban un buen servicio y se ayudaba con la humedad en el ambiente para multiplicar esas dagas que formaba lentamente y que iba a su alrededor. a modo de escudo. Cortaba sin remordimiento alguno a esos pobres que solo hacian su trabajo, pero en ese instante eran ellos o era su persona

El sonido de pasos, el aroma a sangre, pero, sobre todo, la magia que estaba siendo utilizada le dio una buena idea de la ubicación del intruso.

La tierra bajo sus pies, el concreto que conformaba el piso de los largos pasillos, sería una pena, pero un sacrificio necesario. Sin detenerse, dejó correr parte de su magia por el pasillo a velocidades que sólo lo inmaterial podría alcanzar, levantando murallas para entorpecer el camino ajeno, una tras otra, cerrando pasillos, cerrando salidas. Las lámparas de aceite, tan dispersas y casi vacías a esa hora, serían otras de sus aliadas, cuando con un pequeño trueno rompió una de ellas, cuidándose de controlar el camino del fuego el mismo, de guiarlo a iluminar el pasillo y buscar a su contrario ahora que podía ver su sombra tan cerca...

-Ingenuos.-

Menciono quedamente aquel ser que se movia rapidamente. Tal cual esperaba las murallas que se formaban a su alrededor podrian ser un verdadero impedimento para continuar.

-Si no fuera por que no tienen importancia para mi.-

Se fue abriendo paso hasta una de las ventanas, colandose fuera del palacio, la altura poco importo cuando un enorme pilar de tierra y arboles se deslizaron como auxiliandole en aquel caos. Los guardias se arremolinaban dentro del palacio aun buscandole a su parecer, que se hicieran trizas entre ellos, tenia cosas por hacer.

Estaba siguiéndolo de cerca y no lo perdería de vista, la proyección que le permitía ver el fuego que había seguido al intruso no permitía a la oscuridad ocultarlo, aun sí no le había permitido verlo por completo.

Pero quedó, entre las pocas salidas libres aún, una ventana que pareció servir de cómplice a la huida y, si la altura no era impedimento para él otro, para él menos. Apenas sus pies tocaron el umbral de la ventana, tomó impulso para salir, invocando sus hermosas y amplias alas mientras el fuego encontraba cercano algo más que consumir: los árboles que tan amablemente se habían acercado a él.

Y, ya en un terreno más amplio, con la posibilidad de ver desde los cielos, le que daba una ventaja más... Relámpagos.

-El gobernante en persona.-

Vio la figura y noto como aquellas llamas consumian las plantas, Jalo hacia arriba las manos, exprimiendo practicamente el liquido de el cesped, dejando circulos perfectamente formados de vegetacion seca. Apago las llamas con el liquido observando como se evaporaba.

-Piensa detenerme?, castigarme, matarme o solo detenerme.-

Removió la tierra bajo sus pies antes de juntarla toda de vuelta, ahora al rededor de las piernas del intruso, dejando caer a su al rededor relámpagos dirigidos a las zonas que su contrario mismo había parecido preparar, dejando secas, ayudando a la creación de nuevas flamas, mucho más agresivas que sus predecesoras al tener un terreno mucho más propicio para ellas.

Y las condujo para guiarlas cerca del intruso, para dejarle sentir su calor, para verlo.

"Regresa lo que tomaste"

-Listo, mas no impresionante, manipulador de tierra.-

No despego las piernas de la tierra, por el contrario se quedo en el mismo sitio, noto la intencion del otro al tiempo en que el mismo llamaba las raices de los arboles, varios troncos cercanos se doblaron casi de forma imposible en direccion del circulo formando una especie de cupula que recibio el impacto del trueno que invocara el ajeno.

-Nada mal.-

Remonio la tierra provocando que esta se tragara el fuego, apagandolo al instante, la dualidad de aquella cosa peculiar le causaba gracia, extendio la mano, invocando la hierba bajo del angel, forzando el crecimiento de la hierba, formando trenzas a modo de cuerdas para atajar al gobernante de Heaven.

-No tengo tiempo para esto.-

El ruido y correteo en los pasillos del palacio le alerto. Termino por salir de su habitacion, siguiendo la direccion que tomaban la mayoria, vio cuerpos lastimados de angeles ser atendidos, nada grave, pero si molesto y para inmovilizar.

Noto el paso destructivo y al ver el ventanal roto comprendio lo que pasaba, los destellos de relampagos y el ruido ahogado en los jardines del palacio le hizo comprender que sucedia en ese preciso instante, no se lo penso dos veces cuando el mismo saltaba por la ventana, dispuesto a averiguar que estaba sucediendo en aquel instante.

Las plantas no podían crecer más rápido de lo que él podía volar, no la hierba y no a la altura a la que él estaba.

Sabía que estaba abusando de su magia, de sus alas, pero por ahora eso era lo menos importante, tenía que recuperarlo...

Dejó otro relámpago caer donde antes había hecho, los árboles que antes debieron proteger al intruso deberían estar heridos a ahora, con interior caliente, un rayo más y no deberían tardar en arder y, la tierra... La tierra con la que había apresado los pies del intruso antes la hizo abultarse bajo él antes escudo de troncos y ramas.

Y las llamas, de avivarse, quería que consumieran todo el césped a su alrededor, porque aún debía cuidarse de los ataques del otro... porque haría todo para recuperar lo que les había sido quitado.

Testigos, ayuda, los angeles eran tan extraños. El segundo relampago habia terminado por quemar los arboles y el cesped alrededor, aquella tierra que estaba manipulando el angel el mismo podia usarla, la unica cosa que no se espero fue la intervencion de aquella mujer y su viento.

Manipulo las enredaderas que formara antes aquellos tentaculos trenzados se movian con frenesi y voluntad, varias dirigidas como latigos a la mujer tratando de golpearla y otras tantas a modo de barrera, por si tenia la ocurrencia de usar ese peligroso rayo nuevamente.

Abrio la tierra en llamas, es que acaso se pensaban que intentaria quedarse en ese infierno para enfrentarles? como si esta lo tragara se hundio en el piso, la presencia de esos tentaculos verdes evidenciaba que su dueño se mantenia en las cercanias bajo tierra. Algunos arboles mas perdian su verdor, secandose en instantes, formando esferas de liquido que se movian sin un aparente rumbo y freneticamente.

Sintiendo la magia del intruso trabajando a su alrededor, con Lia convenientemente cerca, hizo uso de la magia blanca regalo que Solei les había dado con más abundancia a su raza, para crear un campo a modo de protección al rededor de ambos, para bloquear los ataques del intruso, concentrándose ahora en la defensiva.

"Lia... ¿puedes sentir las concentraciones de aire bajo la tierra? Sácalas..."

Estaba procurando dos acciones a la vez, el control del viento de Lia sonaba como su momentánea ventaja, si su visitante sólo manejaba dos elementos, si no, el trabajar en equipo debía ser su arma. Cerró los ojos para él mismo prepararse a hacer un movimiento. La idea era hacer a la tierra colapsarse sobre si misma.

Habia observado el campo, la forma en que aquellos circulos estaban concentrados en la tierra podia deducir lo que hacia el intruso, debia absorber el agua de las plantas a una corta distancia, siguio el combate de cerca, mirando las acciones de ambos puestos.

El extraño habia sido tragado por la tierra, pero las plantas seguian perdiendo el agua, las esferas de agua flotantes parecian no tener una orden especifica, pero los arboles... seguian secandose con un patron determinado. Una nueva planta parecia estar perdiendo su liquido vital, era hora de intervenir.

Toco la tierra, removiendola con fuerza, provocando que picos emergieran de la misma alrededor de la planta que parecia estar perdiendo su liquido, concentro aquellas estacas hechas de tierra a modo de barrera, aun bajo tierra, podia sentir un cuerpo ajeno al elemento, algo que no podia manipular y continuo intentando forzar la salida del extraño.

Alguien manipulaba la tierra y pretendia forzarlo a salir? Las enredaderas habian sido destruidas y el aire se hizo practicamente inexistente bajo tierra, podia estar sin aire un insante, pero despues?.

Las burbujas de agua eran reventadas tal cual esperaba, el liquido que parecia precipitarse como lluvia al suelo al ser manipulada ahora por el dirigio las miles a agujas que formara en direccion de los dos angeles, no podia alcanzarlos con las plantas, podia alcanzarlos con el agua en aquella forma. Ahora la lucha era una lucha de voluntad, ambos maestros de agua, intentando hacerse del control del liquido.

Salto de la tierra topandose con la barrera de estacas de piedra, mismas que manipulo, lanzandolas al demonio que pretendia atacarle. Le estaban agotando fisicamente. Lanzo el saco con un solo objeto dentro aun mantenia otro consigo, al tiempo en que hacia aquello una de las dagas de tierra que lanzara en direccion del demonio iba dirigida al saco. Se lo llevaba o lo destruia, ya dependia de los angeles y aquel demonio hacer algo al respecto.

Hizo un escudo con la misma tierra, una pared fuerte, a modo de detener aquella estacas que usaran ahora en su contra. No comprendia del todo la razon de aquel ataque o de quien venia.

Noto con aprension como ese saco volaba en direccion peligrosa, pero no era su mision salvar las reliquias, necesitaba detener al intruso, queria una explicacion de aquello, las reliquias de Remil estaban fuera de discusion en cuanto a posibles planes. Se envolvio el mismo con la tierra, formando una especie de armadura alrededor de su cuerpo, dirigiendose contra aquel ser encapuchado. Atacar de la forma en que la atacara, aun si los angeles lanzaban algo, estaba protegido.

-Que pretendes haciendo esto?.-

Al tiempo en que lanzaba un golpe atraia nuevos pilares de roca del suelo tratando de inmovilizar al intruso aquel.

"Protégete" fue la petición rápida en un pensamiento a Lia, recordándole de su domino del aire, que no requería depender sólo del dominio del agua para defenderse de aquellas dagas.

La protección que había creado antes debía mantenerla para él, al maniobrar en el aire cerrando medianamente sus alas para acelerar hacía abajo hasta donde estaba la bolsa, apenas a tiempo para tener la estaca con su control de tierra, requiriendo algo de él para amortiguar la violenta forma en la que había volteado para evitar que algo le pasara a aquella reliquia, guardándola contra su pecho, resguardándola con un nuevo escudo de protección que la protegía y mantenía pegada a él.

Resguardado aquello... por más que quisiera defender a una de sus pequeñas hermanas, lo más lógico era atacar el problema desde la raíz.

Se escudó en la magia de protección por completo antes de aventurarse a volar hasta donde el intruso, topándose con una esencia conocida y, aunque la oportunidad se prestaba para otro tipo de acciones, extendió su protección hasta el demonio, sin dar explicación alguna cuando sus ojos y mano adquirieron esa luz tan peculiar.

Basta de juegos, el próximo relámpago estaba pensando para extenderse por algunos metros en la tierra chocar contra ella y a algunos centímetros de altura, ser golpeado por ese relámpago, en la mayoría supondría, sino la muerte, graves quemaduras, de ser tocado por los vestigios de este, al menos por segundos podría quedar paralizado. Y un sólo segundo podía ser decisivo.

Al cerrar de su mano, dejó el relámpago caer.

Alguien mas parecia interesado en los tesoros de Heaven... sintio aquellas rafagas de aire y no dejo de reirse, aquello parecia una cruel ironia de las cosas. Aunque era tambien una buena forma de escaparse ante la conmocion que habia dentro y fuera ya mismo del palacio Celestial.

Dejo que su cuerpo se soltara, ni tan siquiera penso en poner resistencia a las fuertes embestidas del viento, cual muñeco salio volando, usando un escudo hecho de aire para evitar daños, se dejo llevar con la corriente, seguro de que escaparia.

El aire a su alrededor, había sentido el cambio en el peor momento de todos y sabía lo que se avecinaba sintiendo una magia mucho más poderosa en las cercanías.

Pretender poder mantener el uso de la magia elemental y la blanca en esos alcances era casi suicida, así que algo tendría que sacrificar: Uno de los escudos, era una lástima que no manejaran la telepatía con seres con los que no se buscaba una conexión, pero ahora mismo, tenía que quitarle su protección al demonio y no podría darle aviso de eso. En su lugar, la energía que había usado para esos campos de protección ahora debía usarlos para controlar la tierra bajo sus pies, para que subiera al rededor de ellos y pudiera mantenerlo en su lugar al agacharse doblando las rodillas y anclando una de sus manos al suelo también, mientras la otra protegía la reliquia que llevaba contra su cuerpo.

El relámpago se había redirigido a una zona mucho más conductiva, donde se concentraba el aire húmedo.

Spoiler:

Sorpresa tras sorpresa... es que ese dia podia darle mas?, la barrera que levantara el gobernante de Heaven no le habia pasado desapercibida, aunque si le habia dejado anonadado, sabia que este ultimo no tenia sentimientos tan nobles para con los demonios y aquello parecia algo ajeno al albino. Cuando estaba tratando de atajar al ladron y seguia con esos pensamientos referentes a Cromwell, el golpe de viento que casi le arrancaba de tierra le hizo poner en marcha su experiencia en batalla.

Habia anclado los pies a tierra gracias a esa armadura improvisada, la barrera que antes le protegiera era retirada, y eso tampoco parecio importar demasiado.. por el contrario buscaba con la mirada la figura que momentos antes tuviera delante suyo. De haber estado solo podia jurar que hacer uso indiscriminado del fuego no supondria un problema, habia un monton de cosas por quemar dentro de aquellos remolinos y el fugo podia avivar bastante bien la flama controlada por el, pero quedaba descartado al estar aquellos angeles ahi junto con el. la otra era hacer lo mismo que aquel extraño, con la unica diferencia que el solo tendria de escudo la tierra solidificada que usaba ahora, los embistes de los objetos podian ser un verdadero problema...

Que demonios... peor cosa podia pasar de quedarse quieto, ademas, no era precisamente un ser que solo se quedara mirando. solto el anclaje, dejando que su cuerpo volara, si bien el peso extra de aquella "armadura" de roca le proporcionaba un poco mas de estabilidad, agradecia los años de duro entrenamiento para no dejar su cuerpo tan inerte en aquella corriente.

Cerró su mano al rededor de la tierra que se había mantenido al rededor de su mano, pero sentía la tierra levantarse mientras sentía a las plantas sufrir por el calvario al que eran sometidas. Ese lugar que siempre había sido tranquilo, lleno de gratitud, ahora se sentía como océano de lamentos mudos.

Apretó los dientes con fuerza, sintiendo el poder del viento y la tierra a su alrededor, la energía rondando junto al aire...

No al principio, pero sí ahora, estaba forzando a su cuerpo. Concentro mucha de su energía para hacer a la tierra que se mantenía unida al suelo se comprimiera debajo y al rededor de él mismo, haciendo a la vez que bajara el volumen de esta disminuyera, haciéndola quedar a desnivel respecto al resto, esperando que lo mantuviera en su sitio y la diferencia de altura sirviera para que el viento no lo golpeara con tanta fuerza.