Sal

"Las lecciones que más nos toma aprender son las que más aprendemos a valorar"

Sonrió al verlo tan emocionado, tentado a reír bajito por sus acciones... hasta que lo vio caer, acercándose rápidamente a él. Ni necesidad había de preguntar si se había lastimado, su expresión lo había dicho todo.

Suspiró antes de negar ligeramente con la cabeza.

"¿Qué haré contigo, pequeño Gabrielle?" preguntó hincándose frente a él para tomar su muñeca entre sus manos, cerrando los ojos para liberar de su poder de sanidad en ella, dejando sentir ese característico calor en la piel ajena "Yo haré que te sientas mejor".

Se rió apenas un poco, con esa risa de volumen bajo y ligeramente ronca propia de él, masculina y corta risa.

"No creo que eso sea necesario, creo que mi pequeño hermanito sabrá comportarse de ahora en delante" comentó con una sonrisa, ayudando al ángel a ponerse de pie, haciendo igual.

Sintió la caricia en su mano pero no dejó ir la ajena de inmediato, sino que la tomó con cuidado en la suya, acercándola apenas un poco más a él, dejando pequeñas caricias también.

"Sé que no tenía que hacerlo... pero me gusta sentir que puedo cuidar de ustedes..."

"Qué amable, iré con gusto"

Comentó con una sonrisa, permitiéndole pasar primero para que guiara su camino a su casa.

"Por favor, muéstrame el camino, te sigo."

"Estoy seguro que no habrá problema, mientras me guíes"

Esbozó es pequeña sonrisa siguiendo sus paso, agradeciendo la invitación de nueva cuenta.

"Y yo estaré más que agradecido de ser invitado y recibido"

"No re preocupes, tendré cuidado" comentó cuidando sus pasos, ¿estaba consciente Gabrielle de que Cromwell el más alto rango de la milicia de Heaven?

Sonrió pensando que el menor solo estaba siendo considerado y amable, lo que agradecía enormemente.

"Tienes un hermoso lugar" comentó al divisar la casa desde aquella distancia "es un encantador detalle"

"¿De verdad? Me gustaría... algo hecho por el joven Gabrielle"

Comentó aun siguiéndole, esperando llegar a la casa del rubio.

"Me parece que le va muy bien"

"Gracias, tus palabras son muy amables, las tendré por tesoro, justo como cualquier cosa que venga de mi hermano" comentó con una pequeña sonrisa... aunque esta se borró poco después.

Relaciones carnales... sólo pensarlo le dio un pequeño escalofrío y una ligera sensación de asco que le pareció contrastar con el dulce aroma proveniente del interior de la casa. Pero igual se forzó ligeramente para entregar una sonrisa al menor.

"Espero que ese tipo de tentaciones hayan desaparecido, sinceramente" dijo mientras se quitaba el calzado, dejándolo donde no fuese a estorbar y entrando finalmente, dando un rápido vistazo al agradable lugar. "Adelante... yo espero"

Se acercó a la mesa cuando Gabrielle la dejó lista para ambos y agradeció por la atención con una pequeña sonrisa, sentándose esperando que el rubio lo hiciera también. Tomó la taza de té frente a él con suma elegancia, percibiendo casi al instante el intoxicante aroma del té y miel que se combinaba con el aroma desprendido de las flores en el florero.

"Tiene un exquisito aroma" admitió antes de soplar suavemente sobre él y dar una pequeña probadita "También un muy rico sabor... Y los pastelitos que ha traído se ven también muy apetecibles. Parece que el joven Gabrielle tiene talento en las artes culinarias también"

Dejó la taza sobre su plato antes de tomar uno de los panquees cocinados por Gabrielle y tomó un pedazo de ellos con los dedos antes de llevar el bocado más pequeño a sus labios para probar, sintiendo el pan caliente sus boca y el suave humo que salía de ellos que parecía tener su propio sabor a mantequilla.

"Su gusto se deja notar en el sabor, realmente saben tan bien como se dejaban ver" le ofreció una pequeña sonrisa antes atender a la cuestión. "Disculpa, me refería a que, además de las artes manuales, también las culinarias se te daban bien. En mi caso no puedo decir que la cocina sea algo que frecuente mucho en mis exploraciones, salvo para cosas muy sencillas."

Spoiler:

"Debo reconocer mis limitaciones" admitió con una pequeña sonrisa dando otro pequeño sorbo al té.

Apenas un solido y un ligero movimiento que detectó con su visión periférica, pero al que restó importancia hasta que Gabrielle se puso de pie dejando la mesa para salir.

Sólo lo siguió con la mirada antes de tomar un poco más de su té, sobre todo tomándolo con calma porque Gabrielle no parecía desear compañía al haber cerrado la puerta tras de él. Siendo Cromwell más del tipo de pensar antes de actuar, decidió darle unos segundos antes de intervenir. De cualquier forma, no permitiría que le pasara nada mano al ángel.

Dejó la taza sobre la mesa, apenas echando un vistazo por la ventana que antes había estado mirando Gabrielle, podría decirse que algo preocupado por la forma en la que Gabrielle parecía reaccionar a las cosas de su entorno.

Se puso de pie para ir a la puerta por la que antes había salido el dueño de la casa, con toda la intención de seguir sus pasos para asegurarse de que todo estuviera bien.

Estando aún a una considerable distancia, donde apenas y lo divisaba por el oído y casi nada por la vista, escuchó el grito en una voz que estaba seguro que no era angelical y, aún así, lo que hizo fue crear una barrera de protección entre las dos figuras que se mostraban a lo lejos, apresurándose a llegar a su encuentro, encontrándose con la aparentemente desfavorable escena.

"Joven Gabrielle... ¿esa es forma de comportarse?"